Octavio Rodríguez Araujo

La filosofía del propio esfuerzo

El autoempleo, los changarros, Vamos México, las privatizaciones y demás políticas y propuestas del gobierno actual se inscriben en el pensamiento de la derecha mundial. Ideo-lógicamente, tanto los partidos democristianos como los "populares", dos nombres para identificar lo mismo, se basan en la filosofía del propio esfuerzo en un mundo donde supuestamente está garantizada la igualdad de oportunidades y la libertad.

Libertad, en esta filosofía, quiere decir que cada persona ("los individuos"), con fundamento en la iniciativa personal, tiene derecho a tomar sus propias decisiones. "Toda persona tiene que contar con la posibilidad de llegar tan lejos como sus aptitudes y esfuerzo le permitan. Un Estado más robusto que grande y más ágil que burocrático contribuye decididamente a ello", se lee en el ideario del Partido Popular de España, el de Aznar. Esto es, individualismo, esfuerzo y aptitudes, en un mundo de competencia en el que el Estado sólo habrá de intervenir cuando los particulares lo requieran para su plena realización (incluso empresarial). La sociedad es un conjunto de individuos (no clases sociales) y el Estado no debe ser interventor, no debe regular la economía, no debe poseer empresas (salvo aquellas de las que no puedan hacerse cargo los particulares).

Es un nuevo liberalismo con ingredientes asistenciales y altruistas, mismos que se denominan solidaridad, es decir, el apoyo "a los más desfavorecidos" (Vamos México), no con base en el reparto de la riqueza por medio de la regulación económica, sino por solidaridad de los ricos con los pobres mediante mecanismos privados selectivos y, obviamente, limitados. En suma, darwinismo social y económico en un mundo de libertades, incluida, prioritariamente, la de los mercados, pues se asume que la pobreza en el mundo no es "consecuencia de la economía de mercado, sino de la falta de valores democráticos sobre los que se articulen proyectos políticos."

El PAN y otros muchos partidos semejantes en 72 países forman parte de la Internacional de Partidos Demócrata-Cristianos y Populares. Todos estos partidos tienen un ideario similar, sólo diferente en aquellos aspectos que en ciertos países no pueden tocarse sin riesgos de grandes movimientos sociales.

Esta filosofía del propio esfuerzo no debe subestimarse, ya que tiene más seguidores de los que imaginamos, incluso entre gente y partidos que se dicen de izquierda (los socialdemócratas, por ejemplo). Es una filosofía que parte del principio de la igualdad de las personas ante las oportunidades, también supuestamente iguales, que ofrece el sistema: todos pueden estudiar y ser buenos alumnos, si se lo proponen y hacen su mejor esfuerzo; todos pueden conseguir un empleo si aprovechan las oportunidades que brinda el mercado y, obviamente, si se preparan adecuadamente para ser contratados. Es, pues, un problema de iniciativa y de esfuerzo personal. Todos pueden, según sus aptitudes y su esfuerzo, pues hay igualdad de oportunidades, y cuando éstas no existen se crean mediante políticas de acción afirmativa, con frecuencia con fines demagógicos y a veces clientelares, como ha sido demostrado por el hecho de que, en Estados Unidos, sólo ha estado dirigida a ciertos niveles de empleo o de cuotas en ciertas instituciones, como los centros educativos.

Lo que oculta esta filosofía de la nueva derecha mundial y del gobierno mexicano en particular, es que no hay igualación previa de los factores que permitan el desarrollo de capacidades, talento, aptitudes; es decir, ingresos familiares, ambientes de vida, cultura, salud, alimentación, etcétera. Peor aún, con el darwinismo social que acompaña a la filosofía de la derecha neoliberal, cada vez menos personas tienen condiciones para desarrollar sus capacidades, para competir en este mundo de supuesta igualdad de oportunidades mediante su propio esfuerzo. Se les habla de autoempleo y de microempresas, que finalmente son la misma cosa, y al mismo tiempo se dan facilidades para la concentración de la riqueza, con todo lo que esto implica social y económicamente.

ƑHasta dónde pensará Fox que puede estirar la conflictiva liga de las desigualdades con propuestas inviables y con declaraciones sin sustento alguno en la realidad?