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México D.F. Jueves 14 de agosto de 2003
A un lado del Metro Universidad, 20 negocios y casas han sido robados en un mes
Azota la delincuencia zona vecina a CU
Según la SSP, es una área de baja incidencia delictiva de la delegación Coyoacán
SUSANA GONZALEZ G.
Es una sola calle, plagada de negocios, frente a Ciudad Universitaria, los robos se han multiplicado en las semanas recientes, al grado de que por lo menos tres comerciantes cerraron y otros han optado por quedarse en las noches para cuidar su patrimonio, algunos de ellos armados.
"Me parece absurdo llegar a estos extremos, pero nos han asaltado mucho y es desesperante que las autoridades no hagan nada. El otro día un vecino hizo varios disparos en cuanto oyó ruidos en la azotea; es peligroso que ocurra eso. Los policías pasan todos los días a pedir firmas para sus reportes -del Código Aguila-, pero no han llevado a cabo medidas preventivas", refiere Marcos Fuentes, dueño del Instituto Cultural y Educativo Coapa, dedicado a clases de regularización, que ha sido asaltado siete veces, la mayoría en este año.
Según una carta, fechada el 29 de julio, que los vecinos y comerciantes enviaron al subsecretario de Seguridad Pública, Gabriel Regino, "en menos de 30 días más de 20 de nuestros negocios o casas han sido robados". Sin embargo, sólo existen tres denuncias al respecto en la procuraduría capitalina y ayer, luego de mucho presionar a las autoridades, los comerciantes lograron que el fiscal en Coyoacán, Roberto Pérez, y el jefe sectorial de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Rogelio Gasca, se presentaran en el lugar.
Los robos ocurren en la noche, cuando la avenida Delfín Madrigal, a un lado de la estación Universidad del Metro, queda desierta; pocos comerciantes viven ahí, ya que los casi 50 locales existentes son rentados. La mayoría son fondas, papelerías y tiendas de abarrotes, pero también existe un bar y una librería, zapaterías, una joyería, una estética y un café Internet, entre otros giros, que han crecido gracias a los estudiantes de la UNAM.
Candados y rejas reforzadas en puertas, ventanas y cortinas metálicas no han servido para impedir que los delincuentes se metan a los negocios, "lo mismo brincándose por las azoteas que forzando los accesos", comentan los afectados. El robo más reciente ocurrió hace tres días en la librería Leviatán, donde se compran y venden libros usados, cuya cortina fue abierta pese a los refuerzos que su dueño, Salvador Alvarado Gutiérrez, le puso luego de sufrir el primer robo.
El botín es variado: dinero en efectivo, aparatos eléctricos, equipo de cómputo y "lo que encuentran a su paso, como tanques de gas, bicletas, discos y hasta papel de baño", refiere Arcadio Morales. Pero los robos también se han perpetrado en las casas habitación ubicadas atrás de los locales, ya que por tratarse de una cuchilla algunos predios tienen acceso por Delfín Madrigal y la calle Dalias.
El librero no denunció el asalto ante el Ministerio Público, como tampoco lo hicieron Antonia Reyes, dueña de una fonda, ni Froylán Guzmán Correa, propietario de una tienda de abarrotes, asaltado a mano armada, ni Ramón Cortés, chileno radicado en México, quien este año se aventuró a poner un negocio de carnitas, pero luego de ser asaltado prefirió cerrarlo. "Nosotros tenemos que trabajar y se pierde mucho tiempo yendo a la agencia", se justifican, pero enviaron oficios y solicitudes de vigilancia a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
En la oficina del subsecretario "primero nos dijeron que ya había un operativo con policías encubiertos y que por eso ni nosotros nos dábamos cuenta, pero el domingo pasado el funcionario habló conmigo para decirme que ya iban a tomar medidas, lo que indica que no habían hecho nada", refiere Fuentes. En cuanto a la procuraduría, dijo que el fiscal Pérez dejó de contestarle el teléfono cuando le propuso una reunión con los afectados, hasta que logró hablar con el procurador Bernardo Bátiz, y entonces la respuesta llegó.
Tanto Pérez como Gasca se comprometieron a tener una reunión el próximo martes con los afectados, pero los conminaron a presentar la denuncia correspondiente. El fiscal aseguró que esa zona pertenece a la coordinación de seguridad pública con más baja incidencia delictiva en Coyoacán, pero en lo que va del año se han registrado unas mil 100 denuncias por diversos delitos, la mayoría robos.
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