Las acciones oficiales no han sido del todo eficientes

El arzobispo de Morelia apremia a reactivar la economía nacional

JOSE ANTONIO ROMAN

Los gobiernos y los partidos políticos "deben tomar el termómetro" y medir con precisión los graves problemas nacionales como el desempleo y la pobreza, y ser capaces de alcanzar acuerdos que logren reactivar la economía del país, afirmó el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, quien dijo que la falta de oportunidades de trabajo incrementa el flujo migratorio con todos sus consecuencias.

Expuso que el empobrecimiento generalizado y la tensión social son resultado de una estrategia económica y de un programa de gobierno que no ha sido del todo eficiente y que no ha respondido a los sectores más pobres del país, además de que el estancamiento de la economía mundial, en especial el de Estados Unidos, ha contribuido a agravar la situación.

Advirtió, en entrevista telefónica, que la miseria y el hambre exponen a los mexicanos a renunciar a su dignidad y a sus derechos, y los margina de los procesos sociales, políticos, económicos y culturales de la nación. Exhortó a autoridades, empresarios, banqueros y legisladores a no "amargar más la situación de millones de mexicanos desesperados y trabajar de manera conjunta en beneficio de todos".

Pidió buscar con urgencia los mecanismos legales y financieros que resuelvan el problema de la pobreza. "Es un imperativo otorgar las condiciones necesarias para fomentar el empleo, la inversión, la justicia, la solidaridad y la paz. El pueblo de México necesita hechos y no palabras para superar esta difícil etapa, donde están presentes signos de muerte, como el hambre, la desesperación y la delincuencia", añadió.

Suárez Inda expuso: "nuestra nación es azotada por el devastador y humillante flagelo de la pobreza". Advirtió que la concentración de la riqueza en manos de unos pocos y la pobreza de la mayoría hacen peligrar la paz social. "No es nuestra misión ser expertos en economía ni en política partidista o social para dar soluciones técnicas; pero tenemos obligación de hablar por el número creciente de empobrecidos", manifestó.

Por otra parte, el obispo de la diócesis fronteriza de Nuevo Laredo, Ricardo Watti Urquidi, también en entrevista, dijo que nadie puede cerrar los ojos ante los abusos y los problemas originados por la migración, como el tráfico de mujeres y de niños, así como la grave situación de los indocumentados provocada por leyes y políticas restrictivas. Consideró que la pastoral de migrantes debe tomar en consideración todas estas circunstancias.

Señaló que la pobreza, la marginación y la "dolorosa" situación que viven millones de mexicanos es una clara demostración de que las políticas económicas aplicadas no están dando el resultado deseado, por lo que debe hacerse una revisión:

Abundó: "ha fracasado la política económica y social, y el descalabro del sistema educativo está a la vista, a pesar de los esfuerzos humanos y la enormidad de recursos económicos empleados; se impuso desde el poder un modelo político y educativo a contrapelo de la conciencia y de los valores que la nación lleva en su matriz cultural, generando un lenguaje ideologizado y demagógico como instrumento de dominación de un pueblo de muy escasa escolaridad", advierte el prelado en una amplia carta pastoral.