México D.F. Miércoles 20 de agosto de 2003
Jihad Islámica y Hamas, los responsables; Abbas rompe el diálogo con ambos
Atentado suicida en Jerusalén; al menos 19 israelíes muertos y 130 heridos
Suspende Tel Aviv el traspaso del control de la seguridad de Jericó y Kalkiliya a la ANP
AFP, REUTERS Y DPA
Jerusalen, miercoles 20 de agosto. El primer ministro palestino Mahmud Abbas decidió romper contactos con los grupos radicales Hamas y Jihad Islámica horas después de que el gobierno de Israel suspendió las conversaciones para la retirada de sus tropas de ciudades palestinas, en respuesta al ataque suicida en un autobús en Jerusalén, en el cual murieron al menos 20 personas, entre ellas algunos niños, y más de 130 resultaron heridas.
Un responsable palestino que pidió el anonimato, indicó que Abbas tomará medidas (que no precisó) contra dichos grupos a los que responsabiliza de "haber afectado los intereses nacionales palestinos", tras el atentado de este martes, informó Afp, al cierre de esta edición.
El ataque ocurrió en el contexto de una tregua que en la práctica fue rota ante las reiteradas violaciones de Israel a sus compromisos con el mapa de ruta, incluso la prensa israelí refirió que Tel Aviv ha multiplicado las expropiaciones de tierras de palestinos en la periferia de Jerusalén para construir el muro de seguridad alrededor de la ciudad, a lo que se suma el éxodo de casi la mitad de la población palestina de Hebrón.
Después de este atentado, el más mortífero desde que los principales grupos palestinos declararon una frágil tregua de tres meses, el 29 de junio, Israel decidió suspender el traspaso a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) el control de la seguridad de las ciudades cisjordanas de Jericó y Kalkiliya, previsto para esta semana, dijo un responsable palestino.
El atentado ocurrió en un autobús en el que viajaban fieles desde el Muro de los Lamentos hasta el casco antiguo de Jerusalén, cuando circulaba por la carretera 1, que pasa cerca de Jerusalén oeste.
El jefe de la policía de Jerusalén, Micky Levy, explicó que un palestino suicida detonó una bomba de gran potencia.
La explosión provocó la muerte de 20 personas, entre ellas el atacante, así como 130 heridos, de acuerdo con el primer balance del jefe del Magem -el equivalente a la Cruz Roja-, David Adom, quien indicó que entre las víctimas hay varios niños.
Al cierre de esta edición sólo se sabía que un bebé de año y medio que resultó herido perdió la vida horas después en el hospital al que fue trasladado.
"Reivindicamos la responsabilidad de este ataque", declaró en llamadas telefónicas un miembro de las Brigadas Al Qods, el brazo armado de Jihad Islámica, que no quiso ser identificado.
Más tarde, Hamas, que identificó al suicida como Raed Abdel Hamid, también se responsabilizó por el atentado, y señaló que fue en respuesta al asesinato de dos líderes de su grupo en Nablus, Cisjordania, a principios de agosto, y de un líder de Jihad en Hebrón, la semana pasada.
"Israel rompe la tregua cada día. Continuaremos nuestros ataques si Israel sigue con sus agresiones y asesinatos", advirtió el movimiento.
Sigue la tregua
El dirigente de Hamas, Abdel Aziz Rantissi, declaró por separado que el atentado no constituye una suspensión de la tregua. "Todos los movimientos anunciaron que vengarían los crímenes de ocupación, pero seguimos con el cese del fuego", subrayó.
El primer ministro palestino, Mahmud Abbas, condenó el atentado y aseguró que fue "un acto terrible contra civiles israelíes que no ayuda en nada al pueblo palestino", y dijo que ordenó a su ministro de Seguridad Interior, Mohammed Dahlan, investigar el hecho.
El vocero oficial israelí Avi Paner acusó a la ANP de no hacer nada contra el terrorismo. "Es evidente que este ataque no está relacionado únicamente con la política de las organizaciones terroristas, sino que es el resultado de la ausencia total de acciones por parte de la autoridad palestina frente a ellas", sostuvo.
Israel también anuló la reunión prevista para esta noche con representantes palestinos para definir las modalidades de la retirada de sus tropas de Jericó y Kalkiliya, y por consiguiente congeló todas las iniciativas para abandonar esas dos ciudades, indicó Elias Zananiri, vocero de Dahlan.
Horas antes, el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, adelantó que Kalkiliya y Jericó pasarían este fin de semana a manos de la ANP.
De hecho, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, decidió congelar todos los contactos con los palestinos, además, Israel volvió a imponer un estricto bloqueo en la franja de Gaza y Cisjordania, con la prohibición de salir o entrar de las ciudades palestinas.
Este ataque ocurre al tiempo que se da la confiscación de tierras de residentes palestinos en la periferia de Jerusalén este para construir un muro alrededor de la ciudad, que incluye varios kilómetros de Cisjordania, informó hoy el diario israelí Haaretz.
En Líbano, precisamente, más de siete mil refugiados palestinos denunciaron la construcción del cerco durante una manifestación en el campamento de Rachidiyi.
Todas estas acciones ponen en entredicho la aplicación del mapa de ruta, a lo que se suma un informe que hoy divulgó el grupo de derechos humanos israelí B'Tselem, en el que aseguró que casi la mitad de los palestinos que viven en la parte antigua de Hebrón, la Cashba, han abandonado su hogares y se han trasladado a otras partes de Cijsordania.
Las principales razones de este éxodo han sido la casi total paralización de la vida comercial en el área debido a los largos toques de queda que impone el ejército israelí, el cierre de tres escuelas por orden de Tel Aviv, así como la violencia que a diario se vive por parte de los colonos judíos que lanzan piedras, blasfeman y dañan propiedades privadas.
"Nuestra investigación revela que 73 de las 169 familias, es decir, varios cientos de personas, se fueron, y 2 mil comercios de la ciudad antigua debieron cerrar", precisó el autor del informe Shlomo Suissa.
En respuesta a estas acusaciones, el ejército israelí afirmó que la situación en Hebrón es particularmente "compleja y sensible" por el hecho de que es la única ciudad de Cisjordania donde residentes israelíes y palestinos están lado a lado.
La Casa Blanca calificó el atentado de ayer de "acto cruel" y llamó a la ANP a incrementar sus esfuerzos para desmantelar a los grupos militantes violentos, indicó el vocero de Seguridad Nacional, Sean McCormack.
También el gobierno alemán y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, condenaron por separado el ataque y este último pidió a la cúpula palestina actuar contra los responsables y evitar futuros atentados.
Al mismo tiempo, apeló al gobierno israelí a reaccionar con moderación y a no embarcarse en una nueva escalada de violencia y venganza.
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