México D.F. Miércoles 20 de agosto de 2003
"Fue producto de la presión política de un grupo de hampones"
Injusto y discriminatorio el pase automático en la universidad, asegura González Teyssier
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
El pase automático de ingreso a las licenciaturas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) debe desaparecer, porque fue producto de presión política, carece de sustento académico y discrimina a los jóvenes que no cursan el bachillerato en la máxima casa de estudios, afirmó ayer el director del Colegio de Bachilleres (Colbach), Jorge González Teyssier.
Para el ex coordinador del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, el pase reglamentado ha provocado la concentración excesiva de la demanda de ingreso a la universidad, lo que ha servido a los "detractores" del examen de ingreso a la educación media superior para decir que el concurso es una injusticia social, cuando éste es el mejor mecanismo para repartir espacios educativos.
Ante alumnos de excelencia del Colbach comparó la falta de cupo en las universidades con la falta de lugares en un partido de futbol. "Es como si alguien dijera que hay rechazados para el encuentro América-Guadalajara porque no pudieron entrar al estadio. Es obvio que no todos pueden entrar y no por eso hay que hacer más grande el estadio".
González Teyssier dio su opinión sobre la polémica entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la UNAM, al señalar que las universidades de la ciudad de México y de la zona metropolitana tienen que coordinarse y hacer un estudio para definir la oferta real de ingreso a la educación superior, porque las cifras actuales están "infladas", luego de que la mayoría de los jóvenes presentan exámenes en dos o tres instituciones al mismo tiempo.
Consideró que el problema de la falta de lugares no es tan grave, ya que la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma Metropolitana ofrecen 46 mil espacios en licenciatura para los 46 mil jóvenes que egresan de sus bachilleratos y del Colbach.
González Teyssier recordó que el llamado pase reglamentado fue producto de un movimiento de presión que concluyó con la destitución del entonces rector Ignacio Chávez. Añadió que en los años 60 un grupo de "hampones" logró que los estudiantes de bachillerato de la UNAM ingresaran a licenciatura de manera automática.
En opinión del director del Colbach, "políticamente no es posible quitar rémoras del pasado, como el pase automático", debido a que se puede desestabilizar la institución. Insistió en que este mecanismo es "injusto, carente de sustento académico, discriminatorio y propicia privilegios".
Dijo que por esa causa el ex rector Francisco Barnés de Castro promovió en su gestión que se acotara el pase automático, pero a causa de las movilizaciones estudiantiles esta medida (que consistía en beneficiar sólo a aquellos jóvenes con un promedio superior a siete y que hayan cursado su bachillerato en tres años) se tuvo que suspender.
En entrevista posterior, señaló que los críticos del examen de ingreso a educación media superior, entre los que mencionó a la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública, se dedican a "medrar" con este mecanismo, pero sin fundamento.
Ante padres de familia y alumnos, afirmó que el Colbach no es una institución de baja calidad. La prueba, dijo, es que recientemente 16 egresados fueron aceptados en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), y otros 15 en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Además, se quejó de que los alumnos del colegio no reciben ninguna beca del gobierno, a pesar de que provienen de familias de escasos recursos económicos.
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