Luisa María Calderón llama a acotar el poder privilegiado de los legisladores

Condena senadora panista el tráfico de influencias de Belsasso y El Jefe Diego

Necesitamos que los funcionarios no usen su posición para ofrecer servicios, señala

VICTOR BALLINAS Y ANDREA BECERRIL

La senadora del Partido Acción Nacional Luisa María Calderón Hinojosa señaló ayer que es condenable el tráfico de influencias en el caso del presidente del Consejo Nacional contra las Adicciones, Guido Belsasso, como lo es también el de Diego Fernández de Cevallos. La legisladora aseveró que su iniciativa, en la que se establece un régimen de incompatibilidad de actividades privadas lucrativas con la función parlamentaria, se propone evitar esas situaciones, y por ello insistirá en que sea dictaminada.

Entrevistada en un receso del foro internacional sobre Explotación Sexual Infantil, organizado por la Comisión de Equidad y Género del Senado de la República, Calderón Hinojosa señaló que la afirmación de Fernández de Cevallos -de que litiga y no cobra a los pobres- es así como él presiona, ya que hace un servicio y exige sumisión. Si lo hace con nosotros los legisladores, imagínense si no lo hace con un juez".

Insistió en que su discusión y su punto de vista es que los miembros del Poder Legislativo "tenemos una posición privilegiada y con poder, respecto del resto de los ciudadanos que contratan con el Estado, que prestan sus servicios a terceros, que litigan. Y, querámoslo o no, los legisladores tenemos una posición de poder frente a los demás, eso es lo que hay que acotar".

Cuestionada sobre lo que El Jefe Diego dice en el sentido de que las personas a quienes defiende son pobres, la senadora aclaró que no quería entrar en el debate, pero precisó: "Eso que está haciendo es lo que no queremos que haga, que ofrezca un servicio y luego exija sumisión y subordinación. Justamente es lo que no queremos que haga, y él lo está haciendo".

Carrera judicial con futuro

La senadora dijo que se podría hablar de casos sobre "cómo se los pide, cómo los ofrece, lo que sí hace, pero no es necesario, porque él [Fernández de Cevallos] lo está repitiendo una y otra vez, es decir, 'vales tan poco que yo te voy a hacer un favor, no te lo voy a cobrar, pero me debes sumisión'". La legisladora abundó: "imagínense, si lo hace con nosotros los legisladores como no lo va a hacer con un juez, o si un juez no teme que lo puede chantajear, imagínense un juez que está buscando que su carrera en el Poder Judicial tenga futuro".

La legisladora de Acción Nacional aclaró que no iba a entrar a discutir si el coordinador de la bancada panista en el Senado de la República ha prestado servicios a sus detractores, porque "justo es una conducta que él mismo hace pública, que él demuestra cómo chantajea, y eso precisamente es lo que quiero evitar con la iniciativa que presenté".

Explicó por qué propuso la iniciativa: "El asunto es cómo establecer relaciones de solidaridad y reciprocidad, cuando puede ser de ida y vuelta. Cuando yo te doy algo que tú no me puedas regresar, tú que eres tan pobre y no tienes poder yo te voy a dar un servicio gratis, te voy a abrir una puerta, porque no me puedes regresar el favor, lo que tengo de ti es subordinación".

Cuestionada sobre el tráfico de influencias del comisionado Guido Belsasso, la senadora señaló que la iniciativa es precisamente para que no haya ninguna excepción. Necesitamos que los funcionarios no utilicen su posición de poder para ofrecer servicios que la ciudadanía común y corriente no puede obtener.

-Uno de los compromisos del nuevo gobierno es que ya no habría tráfico de influencias, Ƒqué opina de esta situación?

-Es condenable, y una vez que se haya legislado al respecto de podrá sancionar.

Sin embrago, recordó que hay prohibiciones en las leyes, en los códigos, y actualmente el delito de tráfico de influencias está tipificado.