México D.F. Jueves 21 de agosto de 2003
Comenzó en el Senado argentino el debate
sobre las leyes de impunidad
Enfrenta Kirchner primera crisis abierta por desacuerdos
con el vicepresidente
Se inició el juicio político contra el
juez incondicional del menemismo, Moliné O'Connor
AFP, DPA Y REUTERS
Buenos Aires, 20 de agosto. El Congreso argentino
otorgó hoy rango constitucional a la Convención sobre imprescriptibilidad
de los crímenes de guerra y de lesa humanidad, al sancionar el Senado
por mayoría especial el proyecto de ley que ya tenía aprobación
de la Cámara de Diputados.
El Senado, además, inició formalmente el
juicio político contra el juez de la Corte Suprema de Justicia Eduardo
Moliné O'Connor, al quedar constituido el tribunal de senadores
que lo procesará. La destitución de Moliné O'Connor,
considerado el mentor de la denominada "mayoría automática"
que apoyó incondicionalmente las decisiones del gobierno de Carlos
Menem (1989-99), había sido recomendada por la comisión de
juicio político de la Cámara de Diputados, con base en una
quincena de cargos en contra del magistrado.
Por otro lado, tras aprobar la convención, los
senadores iniciaron el debate en torno a la nulidad de las leyes de Punto
Final (1986) y Obediencia Debida (1987), aprobada la semana pasada por
los diputados.
Esas normas exculparon a los militares acusados de crímenes
de lesa humanidad durante la dictadura (1976-83), que dejó 30 mil
desaparecidos. Pero los juristas consideran que si el Parlamento las anula,
sólo será una medida de fuerte contenido político,
ya que la anulación de leyes es facultad exclusiva del Poder Judicial.
En cuanto a aprobar el rango constitucional de la imprescriptibilidad
de los crímenes de guerra y de lesa humanidad, esto permite avanzar
en el enjuiciamiento de los militares en el país.
El gobierno de Néstor Kirchner ratificó
la semana pasada la convención y envió el proyecto al Congreso
para otorgarle rango constitucional, ya que los convenios internacionales
con rango constitucional se imponen sobre las leyes locales.
Kirchner, anteriormente, derogó un decreto que
impedía tratar judicialmente las extradiciones de militares. El
pedido del juez español Baltasar Garzón de una lista de represores
relanzó el debate sobre el tema. Hoy, en España, la Fiscalía
de la Audiencia Nacional recurrió el pedido de extradició
del magistrado, al insistir en que la justicia española no tiene
competenia para juzgar crímenes contra la humanidad cometidos en
Argentina, y dijo además que los hechos imputados no pueden ser
calificados de terrorismo porque los represores pertenencía al aparato
estatal, aunque no recuerda que era un gobierno de facto.
En tanto, Kirchner hace frente a la primera crisis abierta
en el gobierno, luego de exigir la renuncia de funcionarios afines al vicepresidente
Daniel Scioli, quien lo desafió al discrepar sobre el debate legislativo
de las leyes de impunidad, y también sobre asuntos económicos.
Kirchner se mantuvo el miércoles en silencio sobre
el conflicto aún no resuelto, pero el jefe de gabinete, Alberto
Fernández, dijo que el presidente "está ejerciendo la autoridad
para que no se desordene el país.
"Nosotros no pedimos la renuncia del vicepresidente, quien
ha sido elegido por la gente", dijo el ministro coordinador, quien aclaró,
no obstante, que "lo que motiva este problema son lisa y llanamente las
expresiones de un vicepresidente que chocan de frente con las de todo un
gobierno".
Scioli, un poder paralelo
Analistas de los medios de prensa han comentado que Scioli
estaba erigiéndose en un poder paralelo, al mantener contactos permanentes
con empresarios. Algunos especularon que detrás de Scioli podría
estar la mano de Menem, su otrora mentor político, o del ex presidente
Eduardo Duhalde (2002-2003), padrino político de Kirchner.
A su vez, la diputada centroizquierdista Elisa Carrió
declaró que Kirchner debe "guardar mesura, porque todavía
no es una crisis, pero lo será", cuando apenas van a cumplirse tres
meses del gobierno.
"Siempre recuerdo que Scioli fue el que representó
al menemismo y al banquero Raúl Moneta (argentino), acusado en la
comisión (parlamentaria) de lavado de dinero", añadió
Carrió.
Scioli, por su lado, se metió de lleno el miércoles
en la campaña del Partido Justicialista (peronista) para las elecciones
a gobernador en la provincia de Buenos Aires, de la mano de la primera
candidata a diputada, Hilda Chiche Duhalde, esposa del ex mandatario.
"Soy una persona de consenso y no de disenso", dijo el
vicepresidente, y añadió que no renunciará, sin disipar
las dudas sobre el final aún abierto de la crisis, justo en momentos
en que Argentina mantiene una crucial negociación con el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Esa negociación fue hoy analizada por el secretario
de Estado adjunto para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, Roger
Noriega, y el ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna.
El funcionario estadunidense aseguró, no obstante,
que el gobierno de George W. Bush "no quiere imponer una fórmula
ni meterse con el tema del FMI.
"Ahora sería la oportunidad para lograr un acuerdo
de largo plazo" entre Argentina y el FMI", estimó Noriega en conferencia
de prensa.
El representante estadunidense también fue recibido
por Kirchner en la casa de gobierno, por espacio de 20 minutos, sin que
se informara oficialmente sobre los temas del encuentro.
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