Pero no es un mandatario perverso, aclara el jefe de Gobierno del Distrito Federal

López Obrador: Fox no ha estado a la altura de las expectativas de la gente

Destaca el compromiso del Ejecutivo de actuar con apego a la ley y sin autoritarismo

ANGEL BOLAÑOS Y LAURA GOMEZ

El presidente Vicente Fox Quesada no ha estado a la altura de las expectativas de la gente, consideró el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, quien reconoció que el mandatario federal no es un gobernante perverso, como los que ha tenido el país en su historia reciente.

López Obrador destacó ayer tres aspectos del tercer Informe de gobierno que el titular del Ejecutivo federal presentó el lunes ante el Congreso de la Unión: su compromiso de actuar con prudencia, apego a la legalidad y sin autoritarismos; reconocer la necesidad de impulsar el crecimiento económico, al admitir que no se han observado resultados positivos en esta materia, así como la convocatoria que hizo al Legislativo para llegar a acuerdos que permitan sacar adelante las reformas que el país necesita.

Acerca de este último punto, Alejandro Encinas, secretario de Gobierno, manifestó que se necesitan compromisos más claros del Presidente, pues no basta sólo con trasladar al Congreso la responsabilidad del debate para la construcción de acuerdos, y anunció la voluntad de la administración capitalina para aportar en la construcción de un acuerdo nacional.

López Obrador mantuvo ayer su postura de no hacer de la crítica al presidente Fox un "deporte nacional", porque es mejor apoyar para que las cosas salgan bien. "Lo que pasa es que quiero actuar con prudencia, estoy en un plan propositivo", justificó.

Más adelante ofreció otras razones sobre su proceder. "Tuvimos en el pasado reciente presidentes autoritarios, perversos y ladrones; entonces, no voy a cargarle la mano al presidente Fox, porque no es un hombre con esas características", refirió, aun cuando reconoció que el guanajuatense "ha cometido errores y no ha sabido estar a la altura de las expectativas de lo que la gente quería".

El jefe de Gobierno capitalino ratificó su inconformidad con la política de austeridad que el gobierno federal está aplicando, luego de escuchar el compromiso de Fox Quesada para no incrementar los sueldos de los funcionarios de su gabinete el año próximo, pues aun así seguirán siendo muy altos, por lo que insistió en que deben reducirse.

En tanto, Encinas Rodríguez destacó que si bien el presidente Vicente Fox mostró una gran voluntad para la construcción de acuerdos, "veo dos problemas: uno, no hay claridad en la propuesta del Presidente hacia dónde, no basta solamente la voluntad, sino la idea precisa de adónde quiere llegar; dos, no basta sólo trasladar el debate para la construcción del acuerdo, se necesitan compromisos más claros, dar una respuesta puntual que sea la base de la discusión en torno al gran acuerdo nacional que se requiere para garantizar la transición del país".

El funcionario advirtió del riesgo de que una mala operación política en la relación del Legislativo con el Ejecutivo transforme al acuerdo en rehén de las diferencias entre ambos poderes.

Sin embargo, el subsecretario del Trabajo y el coordinador de Difusión Cultural de la Universidad de la Ciudad de México, Benito Mirón Lince y Oscar González, respectivamente, destacaron los "nulos" avances observados en materia de empleo, ante la terquedad de mantener un modelo económico que concentra la riqueza en unas cuantas manos.

Durante la inauguración del Módulo de Empleo y Capacitación en Iztapalapa, explicaron, por separado, que es imposible hablar de avances cuando va en detrimento la calidad de vida de la población; no se han sentado las bases para vincular a los empresarios con una visión social, nacionalista, y se ha permitido la especulación financiera.

En esta administración, comentó Mirón Lince, ingresaron al país cerca de 27 mil millones de dólares y se perdieron medio millón de empleos permanentes, porque "si la política económica no está enfocada hacia abajo, muy pocas de estas grandes inversiones benefician a la gente, aunque ellas registrarán una utilidad de 1.84 dólares por cada dólar que invierten, lo cual es muy redituable".

Indicó que la situación no sólo estriba en traer más inversión extranjera al país, sino en canalizarla a sectores donde se beneficie a la población, mediante la creación de empleos, y que se dejen de lado las políticas que favorezcan las inversiones especulativas de la bolsa de valores.