México D.F. Lunes 8 de septiembre de 2003
ENTREVISTA /JULIO
FRENK MORA, SECRETARIO DE SALUD
Sin un buen número de afiliados no habrá
futuro para el Seguro Popular
PERSISTE LA DESCONFIANZA HACIA LOS SERVICIOS MEDICOS,
RECONOCE
Pese al éxito que, asegura el funcionario, ha
tenido el nuevo esquema de salud -"en año y medio hemos afiliado
a 300 mil familias"-, se tuvo que parar porque ya no había presupuesto.
La responsablididad de generar recursos recaerá en los estados
ANGELES CRUZ/I
Haber logrado la reforma a la Ley General de Salud con
la institucionalización del Seguro Popular es para el titular de
la Secretaría de Salud (Ssa), Julio Frenk Mora, el logro más
importante de los pasados 20 años, pero insuficiente ante la desconfianza
que tienen los mexicanos hacia los servicios médicos y los escasos
recursos económicos de que dispone el sector.
Sólo para echar a andar este "exitoso" esquema
de aseguramiento, la Ssa requerirá en 2004 de entre 3 mil 800 y
4 mil 500 millones de pesos adicionales al presupuesto tradicional del
sector.
En entrevista con La Jornada, el funcionario rechaza
que el Seguro Popular tenga como finalidad la privatización de los
servicios, y confía en que los legisladores aprobarán las
reformas estructurales (fiscal y energética) para que el nuevo sistema
de protección social cuente con el financiamiento que necesita para
su operación. Si no es así, dice, hay una bolsa de recursos
públicos que habrá que distribuir de mejor manera.
En seguida la conversación con Julio Frenk Mora.
-¿En qué consiste la reforma a la Ley General
de Salud?
-El Congreso de la Unión aprobó en abril
la creación del Sistema de Protección Social en Salud (SPSS).
Nos da una plataforma legal sólida para mejorar el financiamiento
del sistema sanitario. Es el paso más importante de los pasados
20 años para resolver muchas de las enfermedades mediante del Seguro
Popular, que es el brazo operativo del SPSS. También se creó
el Fondo de Gastos Catastróficos para cubrir los males que implican
una rehabilitación de largo plazo.
-¿La reforma legal es garantía de que a
partir de 2004 se resolverán las deficiencias de la atención
médica en clínicas y hospitales?
-Son
dos pilares del cambio estructural. Uno es la protección financiera
que significa lograr una base de financiamiento público sólido
para que las familias no se empobrezcan por pagar las consultas médicas.
El segundo pilar es la calidad de la atención que se logra al adoptar
modelos innovadores para el control de las enfermedades.
-Falta el dinero.
-Sí. Tenemos la condición inicial, el marco
jurídico. Antes no existía ninguna ley que especificara la
corresponsabilidad en el financiamiento de los servicios de salud para
la población que no tiene acceso a la seguridad social.
"El sistema de salud en México nació dividido.
Hay una mitad de la población, la derechohabiente, que tiene protección
de la salud por medio de las leyes del Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado (ISSSTE), las cuales establecen los derechos, las prestaciones
y la forma de financiar los servicios. No se legislaron los derechos de
la llamada población abierta, bajo el supuesto de que todos tendríamos
trabajo asalariado. Pero así no evolucionó la economía
de México. Con el Seguro Popular le respondemos a la gente excluida
de la seguridad social clásica: productores agrícolas, campesinos,
los trabajadores por cuenta propia, los desempleados y los que están
en el sector informal.
"El sistema de salud vigente ha estado sujeto a esquemas
inerciales y discrecionales, y entre las entidades existen desequilibrios.
Algunas entidades, como Baja California Sur, reciben nueve veces más
recursos federales para la salud que otras, como Puebla."
-La reforma a la ley es la teoría, ¿cómo
se llevará a la práctica?
-La ley prevé un plazo de siete años para
poner en marcha el nuevo sistema integrado por tres seguros públicos.
Por primera vez vislumbramos un sistema universal de salud, que cubre a
todos sin ningún trato diferencial. Se crea el SPSS complementario
de la seguridad social, que nada tiene que ver con la privatización
de servicios. Por el contrario, refuerza el financiamiento y la responsabilidad
pública.
"Es una reforma estructural que requiere recursos frescos
para afiliar cada año a 1.5 millones de familias de la población
blanco. La ley especifica el dinero que recibirán los estados por
familia afiliada al Seguro Popular. La Federación otorgará
esos recursos. La misma legislación detalla lo que cada entidad
deberá aportar. Esto nos obliga a tener a la gente afiliada y deseosa
de mantenerse en el sistema. Eso ocurrirá siempre que haya medicamentos
y calidad en la atención."
-¿Cómo podrán fortalecer el sistema
de salud los estados que hoy padecen por el desabasto y la falta de equipo
médico?
-Van a tener dinero en la medida en que tengan a la gente,
que satisfagan sus demandas, principalmente de medicamentos y buen trato.
Llevamos año y medio en la fase inicial del Seguro Popular. Hemos
afiliado 300 mil familias y tuvimos que parar, porque ya no hay presupuesto.
-Pero a esas familias no les pueden dar atención
de segundo nivel, ni de especialidad.
-Sí están cubiertas. El Seguro Popular ha
sido gran éxito, 60 por ciento de las más de 300 mil familias
que se han afiliado están encabezadas por mujeres que estaban desprotegidas.
Es una necesidad que logramos resolver y los 22 estados en los que opera
el seguro tienen recursos frescos. Se van a incrementar a partir de enero.
El Seguro Popular no fue un invento de escritorio.
"Esperamos que en 2004 tengamos el dinero necesario y
podamos afiliar a las familias que plantea la ley. Al final de esta administración
tendríamos a cerca de cinco millones de familias afiliadas, es decir
20 millones de personas."
-¿Por qué piensa que las personas se afiliarán
al Seguro Popular?
-Es un reto. Estamos innovando esquemas de afiliación,
de promoción, para romper prejuicios en contra de los servicios
públicos. Estamos muy conscientes de que el reto principal es ganarnos
la confianza de la gente. Por eso vamos a evaluar con su opinión.
-¿Cuánto dinero necesita el Seguro Popular
en el primero año?
-Esta innovación no afecta la marcha cotidiana
del sistema actual. Por eso hay una base económica irreductible.
La ley prevé recursos frescos. El monto puede variar, pero si afiliamos
al millón y medio de familias desde el primer mes de 2004 en los
estados más rezagados, serían 4 mil 500 millones de pesos
y un mínimo de 3 mil 800.
-¿Y los recursos que se destinarán al fondo
de gastos catastróficos?
-Es adicional. La ley dice que son aportaciones adicionales.
Los legisladores especificarán la cantidad. En principio se acumularán
recursos que ya tenemos y estaban dispersos, como son los que ya están
disponibles para dar medicamentos a todos los enfermos de sida. Se sumarán
los fondos para cáncer. Entonces negociaremos en función
de los rezagos. En sida necesitamos garantizar que se mantenga ese recurso
y se actualice conforme haya más pacientes.
-¿Tendrá que convencer a los nuevos diputados
que no conocen la reforma?
-Sí, hay que explicar, pero de antemano sabemos
que los partidos representados en la Cámara de Diputados asumen
que el tema de la salud forma parte de la agenda política nacional.
-¿El Estado tiene la capacidad económica
para financiar un sistema de este tipo?
-El día del Informe presidencial los partidos lo
dijeron: se tiene que generar esa capacidad económica. Lo que no
podemos es caer en el círculo vicioso de que si no hay capacidad
económica, tampoco generamos la demanda por mejores servicios. Entonces,
como no hay demanda, para qué necesitamos financiar. Es un círculo
vicioso que debe romperse y la ley lo hace. También el presidente
Fox lo señaló en su balance. Convocó a los partidos
a lograr los acuerdos para la reformas estratégicas (petróleo
y electricidad) y dijo que tenemos un sistema de salud que no ha estado
a la altura de los nuevos retos. Ahí están los problemas
no infecciosos y los de salud mental.
-¿Hay alternativas para financiar el SPSS si es
que no se aprueban esas reformas estratégicas?
-Desde luego que no todo depende ni está amarrado
a las reformas estructurales. Hay una bolsa de recursos públicos
que habrá que distribuir de mejor manera. También ahí
hay coincidencia entre las fuerzas políticas sobre los rubros prioritarios
de la agenda nacional: salud, educación, campo, combate a la pobreza.
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