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México D.F. Lunes 8 de septiembre de 2003
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
PRI-PVEM: decisión inesperada
SI ALGUIEN tiene que condolerse por la decisión
del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF),
que colocó uno de los negocios de la familia González Torres,
el Partido Verde, en el plano de la ilegalidad, es el PRI. Y no por las
alianzas del pasado inmediato, sino por los acuerdos que ya casi se tenían
abrochados para 2006.
ENTRE LAS muchas quejas de algunos desolados priísta
que ahora se han convertido en los abogados defensores de la marca electoral
el tucán, una está por encima de las demás,
y es la que plan-teaba llevar al niño verde a la candidatura
de las dos organizaciones políticas (PRI-PVEM) al gobierno de la
ciudad.
HASTA DONDE se sabe las pláticas entre priístas
y verdes iban por el mejor camino. Los hijos de Elba -que no han
dejado la lactancia-, impulsados por la reflexión de esa señora,
que frente al inmenso desprestigio que acarrea se descartó para
competir por la jefatura de Gobierno, buscaron al vástago del tucán
tramposo para tratar de retornar a la política de la ciudad,
donde prácticamente ya no existen.
EL PLAN era sencillo. El PRI no presentaría
ningún candidato y apoyaría con recursos humanos y financieros
al niño verde, que si bien no tenía el proyecto en
el seso (dicen que lo tiene del tamaño de un pájaro), sí
cumpliría uno de sus anhelos: ganar mucho dinero para pasársela
como sultán.
PARA LOS dos el trato parecía justo. El
niño verde impondría su candidatura entre los cuates
de su partido, mientras el PRI encontraría un candidato que por
el momento y en el futuro parece no tener.
EL PRI no puede jugársela solo. Las cabezas
priístas en el DF, por decirlo de alguna manera, gozan del total
repudio de la ciudadanía y eso, aunado al sello de la controladora
del sindicato de maestros, suma ni más ni menos que fracaso.
POR SU parte, los verdes, que no tienen
nada qué perder porque no entienden de moral política, hallaron
en la alianza la posibilidad de conseguir otros espacios que podrían
elevar los ingresos de la familia mediante las bondades de la ley electoral.
EN FIN, se juntaron el hambre con las ganas de
comer y con buen humor y hasta con algunos deseos que sobrevaloraban las
expectativas de los analistas de ambos partidos, los negociadores se dieron
la mano y casi cerraron el trato.
LUEGO DEL fallo del TEPJF, que acusó a los
verdes de estar fuera de lo que marca la Constitución, no
se ha vuelto a manejar el tema, más bien los operadores de Elba
y los verdes están metidos en la idea de hallar los argumentos
legales que le permitan al hijo del tucán, y al tucán mismo,
seguir mangoneando a los incautos o a los retrasados mentales que militan
en su partido para no quebrar los proyectos que se han venido dando.
DE CUALQUIER forma, nadie ha dicho tampoco que
el proyecto para el DF hubiera quedado muerto. Diga lo que diga el TEPJF,
pase lo que pase en el Verde, el PRI no tiene candidato para el gobierno
de la ciudad, por más que Manuel Jiménez Guzmán se
trate de afanar en su labor como legislador en la ALDF.
Y ESO sin duda es concluyente, cuando menos por
el momento. Los peligros para el PRI son cada vez mayores. La posibilidad
de que desaparezca en la ciudad es real y crece día con día.
EL VERDE, con los cambios a los que le obliga el
TEPJF podría caer, si no le auxilia el PRI, en una crisis de la
que no se pueda recuperar. Los conflictos internos podrían sacar
a flote viejas deudas de los González Torres con buena parte de
la militancia y el problema tendría consecuencias legales serias.
POR ESO unos y otros, priístas y verdes,
saben a ciencia cierta que nunca falta un roto para un descosido y no quitarán
el dedo del renglón. Ya veremos.
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