México D.F. Lunes 8 de septiembre de 2003
TOROS
"Tenemos que proteger a la fiesta para que haya un
bonita temporada": Aviña
"Inmovilismo" en la Benito Juárez ante la falsificación
de 13 contratos taurinos más
"No habrá derramamiento de sangre" por la censura
a Canal Once, asegura Julio Téllez
LUMBRERA CHICO
Transcurridas, con la de ayer, dos de las cinco novilladas
que tendrá en total la minitemporada chica del año en curso,
nada se sabe respecto de los preparativos para la supuesta temporada grande
2003-2004. Bajo la pertinaz llovizna que ayer mojó a los poquísimos
asistentes a la Monumental Plaza Muerta (antes México), todo lo
que se manejaba eran rumores y supuestos.
Que
si el canje del derecho de apartado será en octubre, que si el serial
comenzará en noviembre, que si el empresario Rafael Herrerías
continúa sin resolver los graves problemas que le impiden armar
por lo menos 12 carteles interesantes, que si la pugna que sostiene con
el líder de los ganaderos no tiene visos de solución...
Por lo pronto, en el terreno de la ley, la Procuraduría
General de Justicia del Distrito Federal sigue sin decir esta boca es mía
en lo que toca a la denuncia de la Comisión Taurina del DF contra
Herrerías por la falsificación de la firma de Martín
Arranz en los contratos de José Tomás y Joselito, documentos
que sirvieron para estafar por más de 20 millones de pesos a los
aficionados.
Ante la falta de voluntad política del gobierno
capitalino para proceder conforme a derecho ante un delito flagrante como
ese, Salvador Gallegos y Miguel Martínez Ramos, dos aficionados
que se ostentan como representantes de los tenedores de derecho de apartado,
comparecieron ante la delegación Benito Juárez para entregar
13 contratos, correspondientes por igual a la temporada grande anterior,
y 13 firmas de diversos apoderados taurinos, a efecto de comprobar que
Herrerías cometió por lo menos 15 veces el delito de falsificación.
Pese a que la noticia comenzó a circular hace 10
días, la demarcación panista ha guardado estricto silencio.
Sin embargo, un reportero de cierto diario deportivo entrevistó
el pasado jueves a Eva María Aviña, nueva directora jurídica
de la Benito Juárez, a quien, de acuerdo con abundantes informes
de la Comisión Taurina, se le conoce como una cercana "colaboradora"
de Herrerías, pese a que tal función no figura entre aquellas
que le marca la ley.
Según la nota de marras, Aviña se encuentra
"muy preocupada" porque no sabe de dónde salieron las copias de
los 13 contratos falsificados por su aliado en el coso de Insurgentes.
Sin ocultar su molestia, la funcionaria dijo con mucho énfasis:
"No hay que agredir a la fiesta que es parte de la cultura
y de la tradición de México. Hay que ayudar a su preservación.
Cada uno de nosotros debe poner algo positivo de nuestra parte para que
todo salga bien y haya una bonita temporada".
Después de pronunciar tan edificante mensaje, la
jurisconsulta aseguró que la Benito Juárez entregará
los permisos para el canje del derecho de apartado, "siempre y cuando nos
lo soliciten con 15 días de anticipación".
No habrá sangre: Téllez
¿Se molestará la delegación, esta
vez, en corroborar que las firmas de los contratos que le exhiban pertenezcan
en verdad a los auténticos representantes de los toreros contratados?
¿Recordará que cumplir con esa tarea fue parte de una obligación
que desdeñó antes de las temporadas anteriores? Eso, para
decirlo con la mentalidad "positiva" que hay que adoptar en estos tiempos,
no tiene relevancia alguna. Qué más da.
Egregio representante de los hombres y mujeres que hace
mucho olvidaron el significado de la palabra pundonor, tan de moda en otra
época en el lenguaje de los taurinos, el animador del programa televisivo
Toros y toreros, que desde hace más de 30 años transmite
Canal Once, anunció en su emisión de la semana pasada que
"no habrá derramamiento de sangre", en respuesta a la censura de
que fue víctima por órdenes de Herrerías durante la
primera novillada del año.
"Si no dejan entrar nuestras cámaras a la plaza,
los perjudicados son los novilleros que necesitan promoción", agregó
envalentado, como tratando de echarle la pelota a quienes forman el eslabón
más débil de la cadena: los aspirantes a figuras.
En el gremio de los periodistas, los comentarios de Téllez
fueron muy mal recibidos. "Así no se defiende el derecho a la libertad
de expresión por el que dieron la vida miles de mexicanos", fue
uno de los juicios más severos que esta sección escuchó.
Pero hubo otro aún más contundente: "Periodista que no se
rebela ante la censura, no es periodista". Pero así están
las cosas en el mundito de la fiesta brava que, paradójicamente,
es también el reino de los agachados.
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