México D.F. Miércoles 10 de septiembre de 2003
Muere cineasta marcada por el signo de Hitler
Leni Riefenstahl, una innovadora; ''debí morir al iniciar la Segunda Guerra", decía
DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT
Munich, 9 de septiembre. La cineasta y fotógrafa alemana Leni Riefenstahl, cuya colaboración con Adolfo Hitler la estigmatizó hasta el último de sus días, falleció el lunes, apenas dos semanas después de cumplir 101 años.
Su amiga Gisela Jahn confirmó la noticia y detalló que la polémica autora, quien lamentaba su asociación con el nazismo, permanecía enferma en su casa de Poecking, en el sur del país, cansada de vivir tantos años y postrada en cama tras someterse a una operación por cáncer.
''Su corazón simplemente se detuvo'', afirmó Horst Kettner, quien fue pareja de la artista y la acompañó hasta su deceso.
Riefenstahl, nacida el 22 de agosto de 1902 en Berlín, solía decir que su muerte debió haber ocurrido cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. "Recuerdo que había estado paseando, acababa de escalar una montaña y estaba descendiendo cuando el guardabosques subió corriendo y me gritó: 'šLeni, estamos en guerra!' Ahí es cuando tendría que haber muerto, en la cima de mi carrera artística. Desde entonces todo ha ido cuesta abajo."
Fue una de las cineastas más destacadas de Alemania. Sus producciones establecieron nuevos parámetros en el séptimo arte, según la opinión del director del Museo del Cine de Berlín, Werner Sudendorf, mientras el presidente de la Asociación de la Industria Cinematográfica Alemana, Steffen Kuchenreuther, afirmó que sus trabajos "sentaron precedentes duraderos en el cine alemán".
Leni Riefenstahl fue además pionera de técnicas tales como montar la cámara sobre coches eléctricos que circulaban sobre rieles.
Sin embargo, su figura estaba irremediablemente unida a la polémica por haber rodado películas de propaganda por encargo del régimen nazi.
Hitler le encargó la tarea de trabajar en "una obra de arte cinematográfica" sobre el congreso celebrado por el Partido Nacionalsocialista en Nuremberg, del 4 al 10 de octubre de 1934.
El triunfo de la voluntad suele ser citada como ejemplo de las infaustas consecuencias que puede tener la amalgama de espíritu y poder, arte y política. Probablemente sea la cinta alemana más mencionada en la historia del cine, y casi no existe un documental sobre la época nazi que no tenga fragmentos de ella.
Su biógrafo, Jürgen Trimborn, afirma que las imágenes logradas por Riefenstahl "son parte ya de los iconos del siglo XX, y se han vuelto imprescindibles a la hora de hacer entender a las generaciones posteriores la apariencia, por lo menos oficial y representativa, del régimen nacionalsocialista".
La glorificación del hombre-héroe y el ambiente marcial de esta cinta han influido en generaciones de realizadores, incluido el artífice de La guerra de las galaxias, George Lucas: sus efectos luminosos, su montaje y sus movimientos de cámara han sido materia de estudio para futuros cineastas de todo el mundo.
El genial actor y director Charles Chaplin al parecer rió durante toda la película la primera vez que la vio y se inspiró en ella para crear en 1940 la parodia de Hitler: El gran dictador.
Los especialisas debaten hasta hoy si El triunfo de la voluntad es el mejor filme de propaganda de la historia o si puede ser considerado a cabalidad una obra de arte, más allá de su mensaje político. La autora dirigió también Olympia, epopeya en dos partes sobre los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936.
A fines de 1935 El triunfo de la voluntad fue galardonado en la Bienal de Venecia con el premio al mejor documental extranjero, y en 1937 recibió la medalla de oro de la Exposición Universal de París.
''La posición de la cámara es más importante que la postura política'', acostumbraba repetir cuando todavía era famosa y respetada.
Luego, concluida la Segunda Guerra Mundial, apenas encontró productores para sus películas y se resistía a aceptar que la cinta le hubiese deparado la cárcel y el confinamiento en un manicomio. Más tarde se refugió en la fotografía y decidió vivir con la remota tribu africana de los nuba, cuya vida plasmó en dos libros de gran éxito editorial.
Riefenstahl fue en los últimos años ''descubierta'' por muchos representantes de la cultura pop, quienes se codearon con ella en actitud de rebeldía. El cantante Mick Jagger se dejó fotografiar por ella, mientras que Helmut Newton le dedicó una serie de retratos. También despertó el interés de mujeres comprometidas con el feminismo, como Jodie Foster, quien pretende rodar su biografía.
Con motivo de su centenario, en 2002 volvió a rodar una película, tras medio siglo de silencio cinematográfico: Impresiones bajo el agua, en la que muestra las profundidades del océano Indico, en las que acostumbraba sumergirse. Bucear fue una de sus aficiones tardías, pues aprendió a los 70 años.
Las exequias de la cineasta, quien se mantuvo activa casi hasta sus últimos días, se realizarán en Munich el viernes por la noche y su cuerpo, según dispuso, será cremado.
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