México D.F. Viernes 19 de septiembre de 2003
Enfrenta una pena de 5 años de cárcel
por el delito de despojo agravado, que no cometió
Triqui preso desde hace un año y ocho meses
exige justicia
En 2000 compraron un predio al gobierno de BC, pero
no les entregaron títulos de propiedad
ROSA ROJAS ENVIADA
Ensenada, BC. "La lucha sigue", proclama desde
el penal de esta ciudad Julio Sandoval Cruz, indígena triqui, líder
desde hace una década de diversos movimientos de jornaleros migrantes
en el Valle de San Quintín, Baja California, para dignificar sus
condiciones de trabajo y de vida.
Datos de la Procuraduría de Derechos Humanos de
Baja California -plasmados en el documento previo a la recomendación
6/2003, enviada en marzo pasado por el entonces titular de dependencia,
Raúl Ramírez Baena, al gobernador Eugenio Elorduy Walter-
señalan que se violan los derechos económicos, sociales y
culturales de 70 mil indígenas migrantes en el estado, pues "mucha
de la fuerza económica" de la entidad se basa en "el abaratamiento
de su mano de obra como principal mecanismo de productividad y competitividad".
Rechazo a componendas
Preso político desde el 12 de diciembre de 2001,
acusado de "despojo agravado", Sandoval Cruz, fundador y dirigente del
Movimiento Indígena por la Unificación y Lucha Independiente-Frente
Popular Revolucionario (MIULI-FPR), afirma que por negarse a aceptar las
componendas que le propusieron funcionarios agrarios y del gobierno de
Baja California lo mantienen encarcelado, no obstante que los terrenos
de cuya invasión se le responsabiliza -ubicados en el cañón
de Buenavista- fueron declarados nacionales por la Secretaría de
la Reforma Agraria (SRA), hecho reconocido por el gobierno estatal en un
convenio firmado con el MIULI el 28 de septiembre de 2000.
Designado
asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1995,
Sandoval Cruz dio la bienvenida en 1999, en el Valle de San Quintín,
a los delegados zapatistas José Angel y Patricia,
denunciando las racistas y porfirianas condiciones en que se mantiene a
los indígenas migrantes.
De 48 años, originario de Yosoyuci, Oaxaca, y padre
de cinco hijos -Florentina, Luis, Gabriel, Epifanio y Julio, este último
de 14 años- Sandoval Cruz fue sentenciado a cinco años y
siete meses de prisión y 22 mil pesos de multa o 15 días
más de arresto, aunque apeló y logró que le redujeran
la pena siete meses y la multa quedó en 18 mil pesos.
Entrevistado en el Centro de Readaptación Social
de Ensenada, el indígena sonríe cuando recuerda que en 1997
promovió la declaración del "pueblo autónomo Aguascalientes
Cañón de Buenavista", y se pone serio cuando describe su
situación: "Estoy en la boca del león tirándole piedritas".
Pide que acudan al penal comisiones de Amnistía Internacional y
de organismos de derechos humanos, y "que venga una delegación zapatista,
para que vean que no estamos solos".
Omar Garibay, defensor de Sandoval, informó que
se interpuso un amparo contra la resolución de la sala penal, porque
si bien se redujo la sentencia, permaneció la pena de cinco años
por "despojo agravado". Explicó que la primera ocasión que
arrestaron a Sandoval, un año antes, el juez le concedió
la libertad bajo caución, pero reclasificó el delito, que
era despojo, le agregó "agravado" y se siguió el proceso
con más pruebas, a pesar de que otros tres de sus compañeros
-dos son hijos de Julio- "han sido aprehendidos por la misma causa penal
y por los mismos hechos y los soltaron". Otros dos indígenas, que
obtuvieron la libertad bajo fianza junto con Sandoval, siguen prófugos.
Explicó que el amparo debe resolverse antes del
25 de septiembre, porque el juicio de garantías se turnó
al magistrado ponente hace una semana.
Por qué sigue preso Sandoval si existe un documento
del acusador (del cual tiene copia La Jornada), Alvaro de la Rocha
Quintero -con sello de recibido en el Tribunal Superior de Justicia del
Estado, del pasado 24 de abril-, en el cual el sedicente propietario de
los terrenos presuntamente invadidos otorga a Sandoval Cruz "el más
amplio perdón que en derecho proceda", en relación con el
expediente penal 3458/2002 iniciado por el delito de "despojo con agravante
de instigador", preguntamos al defensor.
Garibay respondió: "Más bien el problema
es la relación política con el gobierno del estado, que busca
quedar bien con los fraccionadores, y además mete la mano con la
Inmobiliaria de Ensenada, que reconoce los títulos que presentan
los particulares, que se dicen propietarios, Pedro Corral Castro y su apoderado
legal, Alvaro Quintero de la Rocha.
"El alegato fundamental es que Julio no participó
en delito alguno, porque (los terrenos del cañón de Buenavista)
son nacionales y estaban baldíos. En Baja California gobierna el
PRI, luego el PAN, pero las condiciones de los jornaleros agrícolas
no cambian y son tratados como extranjeros en su tierra."
En el cañón de Buenavista integrantes del
MIULI adquirieron mil 23 lotes del gobierno del estado para uso habitacional,
por conducto de la Inmobiliaria Estatal de Ensenada. En una primera etapa
el gobierno estatal fraccionó 50 hectáreas "sin permiso del
gobierno federal", señala Sandoval. Después el MIULI amplió
su colonia en 78 hectáreas.
En la minuta de trabajo del 22 de marzo de 2001, firmada
con la delegación del Instituto Nacional Indigenista (INI), Sandoval
Cruz asegura que "la inmobiliaria los ha defraudado, porque los terrenos
vendidos son propiedad de la nación". Sostiene que el gobierno estatal
ha presentado, "por conducto de particulares", una serie de denuncias penales
y considera ese hecho "ilegal" porque dicho predio es propiedad de la nación,
no del gobierno estatal, y solicita al INI asesoría para "promover
una denuncia penal" contra la dependencia estatal que resulte responsable
"del fraude cometido en agravio de los integrantes de la organización".
Me ofrecieron terrenos, no acepté
En la cárcel, Sandoval Cruz indicó que ha
realizado dos huelgas de hambre, una en septiembre de 2002 y otra en marzo
de 2003. Afirmó que en 2001 el subdirector de Ordenamiento de Tierras
Nacionales de la SRA, Héctor Mirario la Rocha, le ofreció
"200 lotes regalados. Me dijo: 'mira Julio, te regalamos 200 lotes, te
los repartes con tu gente y me dejas los demás'. Pasé tres
veces con él, pero como no pudo convencerme me pasó con su
jefe, el director Manuel de León Maza. El me ofreció 20 hectáreas,
no acepté; después 40 hectáreas y tampoco acepté,
porque ellos son el poder y primero te dan y luego te quitan para que yo
quede mal y con problemas con su gente".
Hubo otra negociación en 2002, cuando estuvimos
en huelga de hambre del 25 de septiembre al 2 de octubre. Ese día
"logramos que quedara libre Beatriz Chávez Pérez, acusada
de despojo, y otras dos personas. Nos dijeron que si aceptábamos
salir del cañón de Buenavista quedaríamos libres,
pero no aceptamos, porque nosotros compramos el predio y lo pagamos al
gobierno del estado, a la inmobiliaria.
"Xóchitl Gálvez me mandó decir con
el diputado Félix Castellanos que si acepto salir de ese terreno,
cambiarme a otro, salir del estado y dejar a la gente en el cañón
de Buenavista, pero tampoco acepté. Hasta ahora (el gobierno) no
nos ha entregado los títulos de las 50 hectáreas en las que
vivimos desde hace 13 años; cada familia pagó 3 mil pesos
y los predios han aumentado hasta 30 mil pesos."
El indígena triqui agregó que "con el gobierno
del estado ya no hay negociación. Yo no puedo negociar con una persona
ratera, puedo negociar con la SRA o la Procuraduría Agraria para
ver si hubo fraude o no. Yo sólo quiero justicia, no tengo estudio,
pero he vivido en carne propia que no existe gobierno para los pobres,
porque si quiere encarcelarnos, puede hacerlo.
"Llevo preso un año y ocho meses, pero el gobierno
no me acusa como señala la ley. El dice: 'tú vas a la cárcel
porque yo soy gobierno y nadie me manda'. Quiero que haya una mesa para
negociar cuánto pone el municipio, cuánto la Federación,
el gobierno del estado y la gente, y qué servicios van a dar."
Aquejado por fuertes dolores en la espalda, el dirigente
indígena Julio Sandoval denunció que en el hospital general
nunca le dicen qué enfermedad padece. "Me dijeron: 'tú tienes
azúcar' (diabetes) y no tengo; mejor me voy a tomar mis yerbas,
porque tengo que aguantar esto y voy a salir de la cárcel".
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