México D.F. Viernes 19 de septiembre de 2003
MEDIO SIGLO DE EL LLANO EN LLAMAS
El narrador ocupa un lugar esencial en las memorias
del Nobel colombiano
Rulfo me dio el camino para continuar mis libros, expresa
García Márquez
Leer Pedro Páramo lo conmocionó
como La metamorfosis de Kafka, señala Considera que la
obra del escritor jalisciense va más allá de ser murmullos
en la literatura mexicana
FABIOLA PALAPA QUIJAS
El
Nobel colombiano Gabriel García Márquez, considerado uno
de los más grandes escritores contemporáneos, en la transmisión
del programa De 1 a 3 (690 AM), que conduce Jacobo Zabludowsky,
expresó sus sentimientos y opinión acerca de la obra de Juan
Rulfo con motivo del cincuentenario de la primera edición de El
Llano en llamas.
El autor de Cien años de soledad señaló
que ''el escrutinio a fondo de la obra de Juan Rulfo, me dio por fin el
camino que buscaba para continuar mis libros", debido a que tras publicar
La ojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, La
mala hora y Los funerales de la mamá grande, el escritor
se encontraba con un problema, ''después de aquellos libros me sentía
metido en un callejón sin salida y estaba buscando por todos lados
una brecha para escapar".
García Márquez, de 75 años, se sumó
a la lista de destacados personajes que ha presentado el programa de Zabludowsky
para dar a conocer sus opiniones en torno a la obra de Rulfo. Entre ellos
figuran: Elena Poniatowska, José Emilio Pacheco, Cristina Pacheco,
Carlos Monsiváis, Eulalio Ferrrer, Carlos Fuentes, Federico Campbell,
Carlos Montemayor, Germán Dehesa y José Luis Cuevas.
En la emisión de este jueves, el autor colombiano
detalló lo que significaron para él los libros del escritor
jalisciense, pues después de leer Pedro Páramo no
había experimentado una conmoción semejante desde que leyó
La metamorfisis, de Franz Kafka.
Para Gabo, la obra de Rulfo más allá
de ser unos murmullos en la literatura mexicana, ocupa un lugar esencial
de sus memorias, pues ''era capaz de recitar de memoria párrafos
completos de Pedro Páramo.
''La verdad iba más lejos: podía recitar
el libro completo, al derecho y al revés, sin una falla apreciable,
y podía decir en qué página de mi edición se
encontraba cada episodio, y no había un solo rasgo de carácter
de un personaje que no conociera a fondo."
Al referirse a los personajes de Rulfo, expresó
que ''no hay nombres propios más propios que los de la gente de
sus libros, aunque se crea que todo un nombre se parece en algún
modo a quien lo lleva, lo que es mucho más notable en la ficción
que en la vida real".
Mientras Gabriel García Márquez escribe
no para ser famoso, sino para tener amigos, Juan Rulfo escribió
''para que lo leyeran dos o tres amigos o más bien por necesidad",
de acuerdo con un texto que escribió en 1985, cuando Pedro Páramo
cumplió 30 años.
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