México D.F. Domingo 21 de septiembre de 2003
Rebate críticas de PVEM y PRI sobre presunto sobrendeudamiento de su gobierno
Estable, la deuda pública de la ciudad, afirma López Obrador
En 2001 el techo fue de $5 mil 500 millones y en el presente es de 3 mil millones, indica Batres
Que el crecimiento del débito sea equivalente al de los ingresos, meta para 2004: Ejecutivo local
LAURA GOMEZ Y ANGEL BOLAÑOS
Los partidos de oposición politizan el tema de la deuda pública del Distrito Federal con el único propósito de criticar al gobierno de la ciudad, pero "ni por allí tienen qué cuestionar", expresó el mandatario capitalino, Andrés Manuel López Obrador.
No sólo no hay sobrendeudamiento, sino que al haberse alcanzado el menor crecimiento de la deuda este año, para 2004 se buscará estabilizar el incremento anual del débito mediante el aumento de los ingresos propios, explicó.
Refirió además que al contar con finanzas públicas sanas, en proyectos como la segunda etapa del distribuidor vial San Antonio, la mayoría de los recursos de inversión -2 mil millones de pesos- provendrán de recursos fiscales y no de deuda.
López Obrador expresó su extrañeza porque los diputados locales y federales del Partido Verde Ecologista de México aprobaron en los pasados tres años el techo de endeudamiento solicitado y ahora pareciera que desconocen el procedimiento.
Explicó que el gobierno de la ciudad cada año tiene que entregar su propuesta de techo de endeudamiento a la Secretaría de Hacienda, antes de que ésta envíe el paquete de iniciativas de ley económicas, a fin de año, a la Cámara de Diputados.
Por su parte, el subsecretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, resaltó que la deuda muestra un ritmo de crecimiento menor en la actual administración, lo que se refleja en que en el primer año de ejercicio gubernamental, en 2001, el techo de endeudamiento fue de 5 mil 500 millones de pesos, mientras que en 2002 se ubicó en 5 mil millones y en el actual es de 3 mil millones.
López Obrador indicó que no se ha definido cuál será el monto solicitado en 2004, "pero no hay ningún problema, lo que queremos es lograr que el crecimiento de la deuda sea equivalente al crecimiento de los ingresos del gobierno de la ciudad, para darle estabilidad. Eso no se había logrado, siempre el crecimiento de la deuda estaba por encima de los ingresos anuales".
Por esto, consideró que los señalamientos del PVEM, a los que se ha sumado el PRI, sobre un presunto sobrendeudamiento, "es un asunto político".
Martí Batres explicó que en la época de Oscar Espinosa Villarreal, el último regente de la ciudad, el monto de deuda pública autorizado por el Congreso de la Unión se llegó a incrementar hasta en 52 por ciento al año, mientras que en el periodo de 1998 a 2000, ya en el gobierno electo, se ubicó en 19 por ciento, y de ese año a 2003 ha sido de 6 por ciento, con una tendencia permanente a la baja.
El financiamiento del Distrito Federal, puntualizó, se conduce de manera adecuada para evitar repercusiones en la ciudadanía. No ha habido aumento de impuestos "y no es aquí donde se quiere incrementar el IVA a medicinas y alimentos, y existen candados para canalizar los recursos de deuda a rubros como vialidad, infraestructura hidráulica, servicios urbanos y otras obras".
Además dichos recursos son fiscalizados por la Auditoría Superior de la Federación y la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa, y las autoridades capitalinas tienen la obligación de informar sobre el destino de los recursos crediticios, antes de contratarlos y después de ejecutados, precisó Batres Guadarrama en entrevista.
Por ello, negó que los montos de endeudamiento autorizados por el Congreso de la Unión al Gobierno del DF puedan compararse con el Fobaproa, porque éste es ilegal, es una deuda que asumió el Estado sin jamás declararla pública; además, se encubren ilícitos y se asume la deuda de empresarios privados como si fuera de todos. "šNo hay lugar a la comparación!", subrayó tajante.
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