México D.F. Lunes 29 de septiembre de 2003
Empantanada la reforma política, por
falta de labor constructiva del tricolor y AN
Llama Joel Ortega a romper en definitiva con el sistema
priísta
La alternancia no ha sido suficiente para consolidar
la democracia, afirma el jefe delegacional
Debe el PRD pensar en un proyecto de reforma
local que dé consistencia al Gobierno del DF
BERTHA TERESA RAMIREZ
El delegado en Gustavo A. Madero, Joel Ortega Cuevas,
señaló que la reforma política del Distrito Federal
podría continuar empantanada debido a la falta de labor constructiva
de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional
(PRI) en el Congreso de la Unión, los cuales no estarían
dispuestos a poner en bandeja de plata la consolidación de un sistema
totalmente democrático al régimen de Andrés Manuel
López Obrador.
Frente a ello, dijo, el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) debería pensar en un proyecto de reformas
a nivel local que, aunque resulte limitado, permita consolidar la transición
política y democrática y dar mayor consistencia al gobierno
capitalino.
Indicó
que luego de 70 años de que en la ciudad no se dieron elecciones
para diputados, jefes delegacionales y jefe de Gobierno -las cuales comenzaron
a efectuarse tras el movimiento democrático de 1988-, algunas de
las cosas que se van a seguir limitando al gobierno de la ciudad son: la
designación del jefe de la policía, del procurador general
de Justicia del Distrito Federal y la capacidad de endeudamiento, lo cual
en los hechos sigue siendo atribución del Presidente de la República,
en los dos primeros casos, y del Congreso de la Unión, por lo que
toca al endeudamiento.
En ese sentido, señaló, "me parece importante
que fuéramos pensando en una reforma política que permitiera
hacer una nueva redistribución de facultades y responsabilidades
en materia presupuestal y laboral entre el gobierno de la ciudad y las
delegaciones; tenemos que ir logrando que los titulares de las delegaciones
se vayan convirtiendo en los responsables de su administración pública
de manera plenipotenciaria, y al mismo tiempo ir repartiendo los costos
de manejar una gran ciudad como ésta".
Destacó que hay que detenerse a revisar el prepuesto
que manejan las delegaciones, pues, según el último Informe
del jefe de Gobierno, están gastando aproximadamente 19 por ciento
del monto global de la ciudad, "lo que quiere decir que las 16 delegaciones
están ejerciendo menos de la quinta parte del presupuesto global
de la ciudad, y aquí hay que ser muy cuidadosos porque la gente
se puede desilusionar, la gente puede empezar a ver que se hace mucha democracia
para tan poco presupuesto".
El funcionario dijo que se hace necesario romper en definitiva
con el sistema heredado por el PRI, ya que hasta el momento la alternancia
política en el Distrito Federal no ha sido suficiente para consolidar
el avance democrático y a nivel administrativo se mantiene el viejo
sistema priísta, que entre otras cosas sólo quería
quedar bien con los ricos y en consecuencia distribuía los recursos
públicos en favor de las zonas donde vivía la gente más
influyente.
En términos prácticos, la falta de una reforma
política del DF provoca que se mantenga un régimen de desigualdad,
por lo que ha sido imposible erradicarla en la distribución de presupuesto
que se asigna a las delegaciones más pobladas y con mayores problemas
económicos y sociales, como Gustavo A. Madero e Iztapalapa, las
cuales continúan percibiendo menos recursos en términos proporcionales
per cápita que las delegaciones que han resuelto prácticamente
todos sus problemas, indicó.
En los años de gobierno al frente de la delegación
Gustavo A. Madero, lo que se pudo ver, agrega, "es que no es posible continuar
con la forma desigual en la que se están distribuyendo los recursos,
donde varias delegaciones, en el ultimo año, concretamente Benito
Juárez, Miguel Hidalgo y Azcapotzalco, obtuvieron recursos por arriba
de la fórmula de adecuación tradicional, y Gustavo A. Madero
e Iztapalapa ocupen los niveles 15 y 16 de los presupuestos per cápita,
es decir, tenemos presupuestos ambas delegaciones que rebasan los 2 mil
millones de pesos, pero son las delegaciones que están por arriba
del millón 200 mil habitantes, y cuando esos recursos se distribuyen
entre el número de habitantes, estamos hasta la cola".
En el caso de que no se llegue a aprobar la reforma política
en el Congreso de la Unión, "no nos limitemos en los cambios administrativos
y de reorganización que debemos tomar hacia adentro de la ciudad,
porque eso permitiría a Andrés Manuel López Obrador
encontrar un nuevo punto de equilibrio para la relación plural que
se está dando con los delegados".
El hecho de no sacar adelante ni siquiera reformas administrativas
provocaría que las obras que los ciudadanos necesitan no se realicen
a tiempo, además de subejercicios en materia administrativa y aletargamiento
de la gestión administrativa. "Cómo vamos a instrumentar
un programa de productividad si de los delegados no depende el escalafón
de los trabajadores, si cualquier sistema de estímulos que se pudiera
impulsar para aumentar la productividad está vinculado al salario
que percibe el trabajador, y ningún delegado es titular de sus relaciones
laborales, dijo.
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