México D.F. Lunes 29 de septiembre de 2003
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Los embates del mismo proyecto neoliberal
LA SEMANA pasada, en este espacio hablamos del
inmenso costo que ha tenido que pagar la ciudadanía por esta mueca
de democracia que se nos ha impuesto desde un gobierno con rostro de Tío
Sam y se nos trata de vender con musica de mariachi para disfrazarla
de lo que no es: para sazonar, digamos, el embuste.
PERO LA cosa hoy es ver de cerca los dineros que
debe gastar la gente para que la mentira de la democracia vaya adelante.
Riqueza, sí. Riqueza que sirve para la promoción, en buena
medida, de (presidentes, senadores, diputados) políticos cuyo afán
demostrado es ir en contra de quienes se dejaron convencer por la publicidad
y que tiene como meta única favorecer a los monopolios internacionales,
principalmente los estadunidenses.
EN FIN, en este 2003 el financiamiento público
a los partidos políticos significó 4 mil 840 millones de
pesos, divididos en 2 mil 420 millones de pesos para "actividades ordinarias
permanentes" y otra cantidad igual para "gastos de campaña".
LA CANTIDAD puesta así, sin mayores explicaciones,
parece sonar hueca: más de 4 mil millones de pesos. ¿Qué
es eso? Bueno, ahora que está tan de moda decir que no se tiene
dinero, por ejemplo, para solucionar los problemas de los pobres, castigados
por algunos fenómenos naturales, porque el gobierno no es "don Rico",
esa cantidad alcanzaría y hasta sobraría.
ESTAMOS HABLANDO de muchísimo dinero, de
tanto dinero que sería suficiente para invertir en la urbanización
de una buena cantidad de poblaciones donde no existe drenaje o donde la
salud y la educación son insuficientes o nulas.
PERO PARA dejar las cosas más claras podemos
decirles que el gasto en partidos políticos es mayor en casi 2 mil
millones de pesos al presupuesto de la Secretaría de Trabajo y Previsión
Social.
ES MAS, para que nos demos cuenta de la falacia
aquella del capitalismo con "rostros humano" estamos en condiciones de
señalar que los recursos de los partidos políticos son casi
4 mil millones de pesos mayores al presupuesto de la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos, que tiene asignados apenas algo más de
500 millones para los gastos inherentes a su labor.
Y SI esto no basta para desenmascarar, para desnudar
la trampa de la democracia, de la democracia actual, vayamos a ver
el presupuesto que se aprobó en la Cámara de Diputados para
los tribunales agrarios, esos que sirven para dirimir algunos de los problemas
más importantes del campo, que ya no aguanta más.
PARA ESTOS tribunales, al igual que para la CNDH,
el dinero de los impuestos apenas alcanzó para dotarlos de poco
más de 500 millones de pesos, porque a nadie le importa en este
gobierno que se resuelvan los problemas agrarios.
Y SI se trata de justicia, no hay que esperar mucho,
sobre todo cuando ésta puede aplicarse fuera de los tribunales,
en alguna comida campirana donde los ilícitos se perdonen.
TAL VEZ por esa razón, para la Suprema Corte
de Justicia el presupuesto llega a los mil 860 millones de pesos, es decir,
poco menos de la mitad de lo que gasta el gobierno en proteger la fachada
de democracia que pretende venderle a los ilusos y que protegen los desnacionalizados.
PERO SI todo esto es causa de enojo, recuerde que,
por ejemplo, una de las tretas a las que toda la vida nos ha tenido acostumbrados
el PRI y Roberto Madrazo es el juego de las presiones.
POR ESO no crea usted que, como se dijo, Madrazo
y Fox se acercan en sus planes. El proyecto neoliberal, como se ha dicho
siempre, lo comparten unos y otros. Fox dijo que no privatizará
Pemex ni la CFE y el PRI ahora dice lo mismo, para no cambiar lo que dicen
sus documentos principales.
ESO ES verdad, quieren crear la industria de la
energía paralela, regalársela al monopolio internacional
y hacer, de esa manera, que quiebren las empresas que no se van a privatizar.
Esa es la verdad y para eso sirven los políticos, cuando menos del
PRI-AN, que utilizan grandes, enormes cantidades de dinero de la gente
para restarle soberanía al país.
POR ESO cuando se dice que no hay dinero para las
cosas primordiales de la nación, uno tiene que estar necesariamente
de acuerdo con recurrir a la lucha popular que impida, una vez más,
el triunfo neoliberal.
ciudadperdida
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