México D.F. Lunes 29 de septiembre de 2003
Junto con Joan Sebastián ofreció
un concierto en La Fe Music Hall de Monterrey
Los narcocorridos ha perdido credibilidad debido
a la comercialización, expresa Lupillo Rivera
ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO
Monterrey, NL, 28 de septiembre. Ante 10 mil personas,
los cantantes Lupillo Rivera y Joan Sebastián ofrecieron un concierto
que se alargó hasta las cuatro de la mañana del sábado
27 de septiembre; en La Fe Music Hall, los ríos de gente se formaron
desde las ocho de la noche, para bailar música que un diyéi
grupero lanzaba desde su tornamesa. A las 23 horas del viernes 26, Lupillo
subió al escenario, en medio de una gritería ensordecedora.
"¡Qué pasó, raza, vamos a ver de qué cuero salen
más correas!"
El oriundo de La Barca, Jalisco, tiene en esta ciudad
de montañas uno de sus públicos más fieles. En cuatro
años de carrera como cantante, Lupillo ha logrado lo que pocos artistas
solistas. Estuvo tres años en el sello Sony Music, en el que grabó
ocho discos, de los cuales ha vendido más de 300 mil unidades de
cada uno.
Ahora comenzó otra etapa. Firmó con Univisión
por tres años, para grabar tres discos, con opción a extender
el contrato otros dos años. Con Joan Sebastián lo une su
pasado de pobreza, cuando de niño Lupillo vendía casetes
en los bailes gruperos, entre ellos de Joan. Fue su admirador. Mientras
vendía sus productos, que su padre Pedro producía en su sello
Discos y Cintas Acuario, Lupillo cantaba Juliantla, una de las composiciones
de mayor éxito, aunada a Mariposas y Secreto de amor.
Joan
es una leyenda viviente, y Lupillo quiere ser grande. Compartir escenario
es para Lupillo un regalo de la vida. "Es una suerte poder estar aquí,
con él; le agradezco que nos haya dado la oportunidad. Tanto él
como yo tenemos que demostrar lo propio. No me presiona cantar a su lado,
compartiendo cartel. Yo soy de los artistas que mejor si canto antes, pues
así me dura más la borrachera. Ya tarde no venden cerveza."
Recuerda cuando estaba "morro y vendí muchos discos
de Joan, en sitios como las pulgas (de poca monta). Se me vendía
mucho el disco de tambora, el de en vivo de Guadalajara. Todos originales.
Nunca vendí, de él, algo pirata. ¿De otros? Sí,
ya ven que el hambre es cabrona. Ahora me piratean y ni modo de agüitarme.
Por lo menos que se esperen a que salga el original".
En la tercera semana de octubre saldrá su nuevo
disco, con Univisión, que se llamará Lupillo Rivera en
vivo, en el que incluye covers, que le han funcionado en su
lanzamiento. También están El corrido de Chihuahua;
un tema nuevo de la autoría de su padre, Pedro, que se llama Dame
por muerto, y el bolero clásico Sabor a mí, de
Alvaro Carrillo, con banda. "Con éste nomás quiero demostrar
que tengo talento, pues hay quien piensa que sólo interpreto ranchero
y cosas de borrachos."
-¿Imitas a Vicente Fernández?
-He cantado con él, lo he visto actuar, y en televisión
a Pedro Infante. Me fijo en la gente grande, de la cual se aprende. Si
piensan que tengo influencia de ellos, eso para mí es un halago,
pero cada uno de ellos tiene su lugar. Se quedaron para siempre y nadie
va a ocupar su sitio.
-¿Los corridos de antes?
-Poco a poco. Vamos a grabar un disco con corridos de
caballos y gallos, y otros corridos pesados. Luego otro en homenaje a Vicente
Fernández, con banda.
-¿Los narcocorridos?
-Lo que pasa con ellos es que han salido algunos que se
han pasado de las composiciones. Nadie cree en lo que dicen. Que andas
en un Volkswagen y que andas cargando mil kilos de algo. ¿Dónde
le van a caber? Son cositas que no cuadran. Eso hace que se desprestigien
los corridos pesados. Por la comercialización.
Los albures deberían quedar en los barrios
-¿Las canciones como El carrito, de Los
Cadetes, o las albureras de Exterminador?
-Los albures deberían quedar en los barrios. Ahí
todos nos albureamos. No se deberían meter con la música.
Yo digo groserías, pero en medio de mi actuación, no en las
canciones.
-¿Has sido discriminado por tu origen mexicano?
-En Estados Unidos lo sufres todo el tiempo, aunque yo
hable bien el inglés y sepa comportarme a la altura, pues lo ven
a uno pelón y te dicen cholo maldito. Yo me río. Después
de que platico con ellos les digo que pendejos son, que no deben juzgar
a una persona por su apariencia. Los mexicanos, para mí, son la
gente más gastadora que hay, y los tienen por flojos; yo he visto
a unos que se gastan el cheque en una sentada. El mundo debería
ser así, y disfrutarlo. Sólo se vive una vez.
"Podemos comer tortillas, un vaso de leche, frijoles,
y nos la pasamos a todo dar. No ahorramos, pero así somos. No hay
quién nos cambie. Lo llevamos. Yo entiendo ahora más a los
compatriotas. Pido que en palenques no les cobren tanto, o que dejen pasar
gratis a los niños. Los comprendo."
-¿Qué piensas de Schwarzenegger?
-Soy un mexicano y ni pienso en él. No merece ni
un pensamiento de un mexicano. ¿Para qué pensar en alguien
que quiere sacar a los que vamos a Estados Unidos a trabajar? Si paráramos
de trabajar en EU ocurriría un gran desastre. A nosotros nadie nos
va poder parar de brincarnos la línea. A Pancho Villa lo detuvieron
porque lo traicionaron, sino ahí anduviera tirando chingadazos.
Schwarzennegger puede que sólo sea un títere, y que él
sólo dé la cara.
-Estás en Univisión, en un elenco con Tigres
del Norte, Temerarios, Marco Antonio Solís..
-Eso es un reto, tratar de mantenerme. Me gusta competir
y ganar a la buena. Sí quiero que me traten igual que a los demás
artistas, que no me hagan menos.
Es la una y media de la madrugada y la figura de Joan
Sebastián se ve cual espectro por el pasillo, por el túnel.
Ha salido de su camerino, donde decenas de fans han logrado de él
un autógrafo o un apretón de manos. A unos metros del escenario,
se inclina y apoya sus manos en las rodillas. Toma aire, cual boxeador
que se enfrentará a un rival joven, fuerte, con hambre de victoria.
Pocos saben cómo es que anda en estas lides. El
cáncer no lo ha doblado y sigue firme. "Hay Joan para rato", dicen
los empresarios, quienes ven en él un signo de pesos y dólares.
Lo espera el gentío, en La Fe Music Hall. Lupillo ha dejado caliente
el ambiente.
La Fe cuenta con 280 excusados, 850 toneladas de clima
y 200 metros lineales de mingitorios. Todo para un aforo de 25 mil asistentes.
El récord de asistencia lo tiene El Recodo, con más de 22
mil con boleto pagado.
Abre Joan con Juliantla, rock con country dedicado
a su tierra natal de Guerrero. No quiere que le tomen fotos de cerca. Su
rostro marca algunas arrugas y la enfermedad ha seguido su curso. Canta
Hasta que amanezca y las miles de gargantas corean. Se saben todas
las de Joan, llamado El Rey de Jaripeo.
Lo acompaña la Banda La Carbonera de Michoacán.
Rompe el ambiente con Las mariposas, Secreto de amor y tantas
otras. Son casi las cuatro de la mañana y la gente quiere más.
Lupillo y Joan han demostrado que el público asiste a los bailes
si el programa es interesante, novedoso.
Lupillo se presentará hoy, lunes 28, en Cuajimalpa,
Distrito Federal; el 4 de octubre en Toluca, y el 5 en Apatzingán.
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