México D.F. Sábado 11 de octubre de 2003
Gustavo Leal F.*
šHasta que la "reforma" nos alcance!
En junio de 2002, seis meses después de que volviera a "reformar" la ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Santiago Levy -actual director "financiero" de este organismo por empeño de Fox-, publicó su primer informe apocalíptico. En éste se sostiene que el estado financiero del instituto es "en extremo delicado y frágil", además de que "las perspectivas a corto y mediano plazo son desfavorables: la situación actual no se puede sostener indefinidamente".
Un año después, el otrora presidente de la Comisión Gasto-financiamiento de Zedillo, intentó repetir la dosis. Su segundo informe apocalíptico (junio de 2003), reiteró (página VII) las mismas y exactas palabras. Pero ahora la "pólvora" -del que también fungiera como coordinador de asesores del defenestrado Jaime Serra Puche en la antigua Secretaría de Comercio y Fomento Industrial- estaba más que húmeda.
Y es que, poco antes, Levy ya había recibido algunos avisos. En su comparecencia ante el Senado de la República (5 de agosto) los legisladores le exigieron soluciones y "proyectos concretos". También recordaron que "ya hace un año dijo lo mismo", no hay "que darle la vuelta al problema"; nosotros "no somos expertos".
ƑLo será Levy? Parece que šno!, porque después de 35 meses de cobrar 213 mil pesos mensuales, sin ocuparse mayormente de los servicios médicos institucionales y reiterar hasta el hartazgo su catastrofista mensaje, la noche del 23 de septiembre pasado, literalmente, se le apareció el diablo.
En la decimocuarta Conferencia Internacional de Actuarios y Estadísticos de la Seguridad Social, celebrada en la ciudad de México, Christopher Daykin, jefe de la Oficina Actuarial de Reino Unido y presidente de la Asociación Internacional de Actuarios, manifestó enfáticamente que, a diferencia de lo que gusta "diagnosticar" el foxismo sanitario, la situación del IMSS "no obliga a adoptar acciones inmediatas, pues aún no está en riesgo su viabilidad. No creo que esté en crisis. Los problemas que enfrenta son de largo y no de corto plazo. Son situaciones que enfrentan muchas instituciones de seguridad social en el mundo" (La Jornada, 24/9).
De una pieza, en silencio y con el semblante de quien ha sido noqueado, Santiago Levy procuró mostrarse impasible. Pero Daykin todavía disparó algunos ganchos más. Con precisión agregó: "No veo que el IMSS tenga algún problema de solvencia que requiera que fuera rescatado, aunque sí tiene desafíos estructurales de largo plazo".
ƑCómo cuáles? Nuevamente contrariando los énfasis financieros del foxismo y la entera ausencia de políticas clínicas alternativas que se aguardaban del gobierno que soñó ser del "cambio", Daykin puntualizó que "la contratación externa de servicios" -como la reforma a las guarderías promovida por el senador priísta Genaro Borrego- "puede reducir costos, pero tiene que examinarse con cuidado para asegurar que no afecte la calidad del servicio. Reino Unido lo hizo para mejorar la calidad, no para generar ahorros".
Levy quedó definitivamente fuera de combate. Porque, encajando un demoniazo final, Daykin sostuvo que el problema "urgente" del IMSS es aplicar una estrategia que "mejore la calidad de los servicios" y que fortalezca su imagen para generar "la confianza pública"; es decir, la de aquellos que recurren a sus servicios.
Justamente lo que no ha hecho Levy. Antes bien, sus apocalípticos informes han fortalecido la desconfianza pública, como testimonia sobradamente la recomendación número 4-2003 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (10/02), sobre el desabasto de medicamentos y deficiente o nulo surtimiento de recetas en los almacenes y farmacias del IMSS.
Aunque el Banco Mundial insiste. En México, estrategia de asistencia para el país 2003-2005, p. 14, documenta que el gobierno "tendrá que introducir una estructura de mercado diferente para los servicios de salud", mientras el Banco Interamericano de Desarrollo comunica que espera asistir con un crédito de 275 millones de dólares la "reforma" del sistema de pensiones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado "para incentivar la inversión privada en el sector".
Sintiendo que su apocalíptica estrategia naufragaba, Levy empezó entonces a publicitar un invisible "reforzamiento de la infraestructura médica", mientras la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación de Aguascalientes advertía que se "defenderá de los ataques del IMSS exhibiendo la mala calidad de la atención que brinda". Simultáneamente el Instituto Federal de Acceso a la Información divulgaba que el IMSS encabeza la lista de dependencias que "mayor número de respuestas negativas han dado a solicitudes de acceso a la información".
Pero sucede que los trabajadores del IMSS están en la calle desde el pasado miércoles 8 de octubre. Vicente Fox tiene los días contados. O aplica la política de salud y seguridad social que ofreció en su folclórica campaña, o acepta, finalmente, que el asunto ya corresponde a la futura agenda de Andrés Manuel López Obrador. šVeremos! * Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco
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