El gobierno pretende que con ese engaño se aprueben las reformas que impulsa, dicen

El supuesto seguro de desempleo es un anzuelo para legisladores: expertos

Coinciden en que no existen las condiciones para echar a andar un proyecto de esa magnitud

FABIOLA MARTINEZ

La convocatoria de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para impulsar en el país un seguro de desempleo es sólo "un pequeño anzuelo" del gobierno foxista para que los legisladores aprueben las llamadas reformas estructurales.

Lo anterior sucede -coincidieron investigadores del sector laboral- porque actualmente no existen condiciones económicas para que el Estado asuma esta responsabilidad frente a millones de desocupados y subempleados. De su lado, empresarios y trabajadores seguramente se opondrían a realizar contribuciones extraordinarias para integrar un seguro de desempleo financiado de manera tripartita.

El jueves pasado, el titular de la STPS, Carlos Abascal Carranza, invitó a los sectores de la producción a analizar las formas que tomaría el eventual seguro de desempleo "institucional", cuya discusión -dijo el funcionario- podría empezar una vez que se apruebe la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), actualmente en el Congreso de la Unión.

Carlos López, asesor económico de la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados, explicó que la ausencia del seguro de desempleo es una de las grandes carencias del Estado protector mexicano, ante una realidad en la que sólo 35 por ciento de la población económicamente activa cuenta con un trabajo inscrito en algún esquema de seguridad social. Además, de 5 millones de mexicanos mayores de 65 años, sólo 20 por ciento tiene derecho a una pensión.

Por lo anterior, señaló, impulsar un modelo de protección para aquellos que pierden su empleo es "todo un reto para México", toda vez que en la mayoría de los países que cuentan con esta opción se financian los programas con fondos públicos, justo el camino que conviene a nuestro país; sin embargo, ello sólo se podría llevar a cabo luego de una reforma fiscal integral que provea de más recursos a las arcas del erario público.

Enrique de la Garza, doctor en Sociología del Trabajo por la Universidad Autónoma Metropolitana, coincidió en que es evidente la carencia de condiciones reales para echar a andar un proyecto de esa magnitud, en especial porque ante la situación salarial es difícil que los trabajadores y patrones estén dispuestos a realizar aportaciones adicionales.

"De prosperar esa iniciativa en la situación económica actual podría crearse un seguro de desempleo con nivel de eficiencia tan irrisorio como las becas actuales, por lo que el anuncio más bien parece un pequeño anzuelo o una zanahoria para atraer adeptos a las reformas estructurales que persigue el gobierno", dijo.

Alfonso Bouzas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma México y especialista en derecho laboral, dijo que la convocatoria en cuestión es sólo "un acto propagandístico y fantasioso", porque ante la carencia de recursos del erario público, "seguramente la intención del gobierno es impulsar un esquema similar al anunciado por Banamex".

Es decir, indicó, lo ideal es que el seguro de desempleo se base en una participación real del Estado, aunque en México no se debe perder de vista que 50 por ciento de la población en edad de trabajar no tiene un empleo formal, con seguridad social, mientras que en el mercado de trabajo abunda la descalificación y vasta mano de obra joven desocupada.

"Por eso digo que la convocatoria emitida por Abascal es una estrategia propagandística, una fantasía o una oportunidad de impulsar esquemas como el anunciado por la iniciativa privada", consideró el doctor Bouzas.