México D.F. Sábado 11 de octubre de 2003
Visión más realista de editores, en la feria de Francfort
Los libros electrónicos aún son el pariente pobre del mundo editorial
REUTERS
Francfort, 10 de octubre. En el apogeo de Internet, se pensó que los libros electrónicos (e-books) eran el futuro promisorio de las editoriales y que los libros de papel estaban destinados a la basura.
Pero la burbuja ha estallado y los libros electrónicos aún son el pariente pobre del mundo editorial, pues los consumidores prefieren pasar ellos mismos las páginas cuando se acomodan en un sofá para leer un buen libro.
''La euforia ilimitada de los inicios pertenece al pasado", dijo Arnoud de Kemp, uno de los editores electrónicos más importantes con la compañía mediática de ciencia y negocios Springer.
Tres años después de que los e-books alcanzaran su nivel máximo, editores presentes en la feria del libro de Francfort, tienen ahora una visión más realista.
El mes pasado, el mayor vendedor de libros de Estados Unidos, Barnes & Noble Inc., anunció que dejaba de vender libros electrónicos. ''No vimos que las ventas despegasen como nosotros, y muchos otros, habíamos anticipado", dijo un portavoz.
Los objetivos se han reducido drásticamente y ahora las editoriales ven al libro electrónico como un mercado mucho más pequeño que todavía no despega.
''Las expectativas se magnificaron en el momento de la burbuja de Internet", dijo la editora británica Helen Fraser, directora gerente de Penguin. ''Sin embargo, hay un mercado pequeño para ellos y puede crecer a medida que aparezcan diferentes dispositivos de lectura. Las ventas suben mes a mes", dijo a Reuters.
Fraser señaló que si Penguin vendía 40 mil copias de un libro impreso, normalmente vendía del mismo título 4 mil ejemplares de audiolibros y 400 de electrónicos.
En la batalla por tener la mejor forma de leer textos electrónicos en la computadora personal o en la pantalla de la PDA, los formatos actuales no atraen al lector.
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