México D.F. Lunes 13 de octubre de 2003
Coberturas complejas
Aseguradoras, con deficiencias en casos hidrometeorológicos
NOTIMEX
El sector asegurador del país no enfrenta de manera adecuada las necesidades de las familias y empresas en casos de riesgos por huracán, granizo, daños por lluvias e inundaciones, a pesar de que cada vez son más frecuentes este tipo de eventos naturales.
De acuerdo con el estudio Cobertura contra daños por riesgos hidrometeorológicos, el sector no cuenta con un referente tarifario que garantice la suficiencia de las primas para hacer frente a estas obligaciones. Ello, a pesar de que en los años recientes se han observado con mayor frecuencia eventos hidrometeorológicos que suman reclamaciones mucho más importantes que los siniestros por incendio.
Según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), la industria cubrió el año pasado indemnizaciones por más de 3 mil 700 millones de pesos por concepto de siniestros provocados por huracanes.
Sólo Isidore causó daños por 2 mil 757 millones de pesos, con un total de 2 mil 810 siniestros que afectaron de manera principal industrias y bodegas en nueve estados; además se pagaron más de 251 millones a mil 203 propietarios de casas habitación afectados por este meteoro.
La asociación precisa que los daños provocados por el huracán Kena, en especial en Jalisco, Nayarit y Colima, ascendieron a 975 millones de pesos.
El estudio elaborado por la AMIS señala que en los últimos años el origen de los siniestros se debe en mayor medida a huracanes y a las consecuentes inundaciones.
De 1998 a 2002 se registraron por lo menos 25 eventos, de los cuales destacaron los huracanes Juliette, Isidore y Kenna con una afectación estimada en 7 mil 800 millones de pesos, aunque en este periodo no se registraron eventos de proporciones tan catastróficas como los ocasionados por Hilda, Gilberto o Pauline.
Asegurados desprotegidos
En la actualidad, las tarifas que aplican en el mercado las aseguradoras que operan las coberturas de huracán, granizo, daños por lluvia e inundación, tuvieron como base la actualización de la tarifa de incendio que realizó la AMIS en 1988. Estos riesgos se consideraban adicionales a la cobertura de incendio de edificios y contenidos, señala la asociación.
La contratación discrecional de coberturas que se excluyen, como inundación y huracán, desprotegen a los asegurados u obligan a las aseguradoras a pagar siniestros sin cobertura. A cada huracán, de forma adicional a las marejadas y golpes de mar, le preceden lluvias torrenciales, que producen gran parte de la afectación en los bienes asegurados.
Dadas sus características, al momento del siniestro resulta difícil diferenciar entre los daños causados por un huracán y los ocasionados por inundación, con lo cual el ajuste se vuelve complicado al tener deducibles y coaseguros diferenciados para estas coberturas. Similar situación se presenta para diferenciar entre los daños por inundación o por exceso de lluvia.
Esta complejidad hace necesario renfocar la cobertura a los daños ocasionados por los fenómenos hidrometeorológicos y no hacia las causas que los provocan
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