Durante la misa para celebrar el Día de la Raza

Pide el cardenal Rivera Carrera orar por la salud del Papa

JOSE ANTONIO ROMAN

En el 511 aniversario del descubrimiento y la llegada del evangelio a América, el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, destacó los 25 años del pontificado de Juan Pablo II -el cuarto más largo de toda la historia de la Iglesia católica- y pidió orar por el deteriorado estado de salud del Papa a los más de 12 mil fieles que llenaron la Basílica de Guadalupe.

En la tradicional misa de Bendición de las rosas, con la que se celebra el Día de la Raza, el prelado se refirió a la expresión del Papa en la que identifica esas flores como símbolo de amor y de paz, valores en los que ha insistido durante todo su pontificado. Pero, por desgracia -añadió- no hay pueblo sobre la faz de la tierra que se haya visto exento de actos destructivos, ni ser humano que haya quedado al margen de alguna situación de violencia en su persona o en su entorno.

Durante la celebración religiosa, en la que también se conmemoró el 108 aniversario de la coronación pontificia de la imagen de la Virgen de Guadalupe y el 27 de la dedicación de la nueva basílica, el cardenal Rivera dijo que aun cuando los hombres se esfuercen en alcanzarla, los anhelos de paz sólo pueden ser cumplidos si el hombre vuelve su mirada a Jesucristo.

Por otra parte, casi de manera simultánea, en la catedral metropolitana el obispo auxiliar de la arquidiócesis de México, Felipe Tejeda García, ofició la misa de mediodía, en cuya homilía habló de la sabiduría; dijo que ésta no debe confundirse con el cúmulo de información y de datos, ni el de dar cosas materiales con el sentimiento profundo de la caridad.

"Sin la sabiduría que procede de Dios todo se banaliza, ya que muchas veces, cuando vemos en los medios de comunicación las noticias o cuando oímos lo que se dice en la política, inclusive comentarios acerca de la Iglesia, percibimos cuánto los hombres nos vamos alejando de la búsqueda de la verdad y del bien común", dijo el obispo Tejeda, quien sustituyó al cardenal Rivera, quien casi a esa misma hora oficiaba la misa en la Basílica de Guadalupe.