México D.F. Lunes 13 de octubre de 2003
Las ediciones económicas compiten con
las nieves de limón en el Zócalo capitalino
Optan paseantes por libros de bolsillo
La feria adquirió un tinte social con el arribo
de marchistas por el Día de la Raza
CESAR GÜEMES
Los libros de bolsillo compitieron con firmeza contra
las nieves de limón por el interés de los asistentes a la
Feria del Libro en el Zócalo, a lo largo de un domingo singularmente
cálido. Otro tanto harían, conforme avanzaron las primeras
horas de la tarde, integrantes de la marcha por el 12 de octubre que llegaron
al lugar todavía con entereza para tomar el micrófono en
la tarima principal.
Mientras
el proyecto de acercar el libro a la ciudadanía iba cumpliendo paso
a paso con su cometido, para quienes ofrecieron en el sitio alimentos diversos
no resultó la mejor de las jornadas: los posibles lectores, paseantes
consuetudinarios, ocuparon por tandas los foros uno y dos a fin de dar
cuenta de comida hecha en casa y tomarse un descanso a la sombra.
El corredor más frecuentado en cuanto a libros
fue sin duda el que conforman sellos como Punto de lectura, Alfaguara,
Ediciones B y Grupo Planeta, un curioso fenómeno que, siempre con
alguna variante, se repite en las librerías establecidas. El Zócalo
no fue la excepción, con la oferta bibliográfica más
grande de la ciudad, al menos por este domingo.
Durante el recorrido en busca de libros de su interés,
nutridos grupos familiares escucharon lo mismo apuntes de la Nueva trova
cubana que danzas tradicionales a cargo de varios grupos de concheros,
todo ello hasta antes de que manifestantes con banderas y mantas del Congreso
Nacional Indígena (CNI), Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN) y Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ) llegaran
a la plancha del Zócalo para darle un tinte social a la que era
una reunión en torno a los libros y la lectura.
Todavía alcanzó a recibir a un considerable
número de visitantes la muestra gráfica conformada tanto
por trabajos del Taller Popular de la Mixteca Alta como por la exposición
titulada La floración del mito, de Reynaldo López, cuando
cesaron la música y las danzas. Allá en la tarima principal
una de las integrantes de la Coordinación de organizaciones indígenas
de migrantes y residentes en el Distrito Federal, presentada ante los escuchas
como la compañera Florentina, se dirigió a los presentes
a fin de explicar que la Marcha de la Dignidad consistió este año
en hacer un llamado "al gobierno del Distrito Federal para que no nos traten
como si nos hubiéramos vuelto invisibles. Somos visibles. No hay
respuesta para nuestras peticiones y todo se le va a las autoridades en
discursos. Cuando decidimos emigrar para darle una mejor vida a nuestras
familias, lo único que encontramos en las grandes ciudades es la
discriminación: nos hacen sentir como si no fuéramos mexicanos,
aunque vemos que a los que son realmente extranjeros no los tratan como
a nosotros. Por eso hacemos un llamado al gobierno democrático de
esta ciudad para que nos den respuestas y no sólo discursos".
Saturnino Nazario, del estado de Guerrero, también
integrante de la marcha, fue invitado para que hablara ante los cada vez
más numerosos escuchas: "Este 12 de octubre no es un día
de fiesta, sino el día de la dignidad de los pueblos indígenas
en todo el país. En el pasado hubo grandes hombres y mujeres de
nuestras comunidades que con sus acciones le dieron al país un gran
perfil social, económico y cultural. Fundaron nuestro pueblo con
su esfuerzo y lo convirtieron en la nación libre, independiente
y soberana en la que ahora vivimos. Es por eso que estamos aquí:
para recordar la lucha que nuestros ancestros han dado''.
En cuanto terminó el sorpresivo mitin político
que no contemplaba programa alguno, los lectores regresaron a lo suyo.
La Feria del Libro en el Zócalo continuará sus actividades
a lo largo de esta semana y concluirá el próximo domingo
19.
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