"Me siento el hombre más feliz de México y el mundo", expresó el piloto

Subirme al podio fue como si hubiera obtenido la victoria: Mario Domínguez

"No estamos satisfechos con el octavo lugar; no recompensa el esfuerzo del equipo": Fernández

ABRIL DEL RIO

"No hay hombre más feliz que yo en estos momentos en México y en el mundo, porque el haberme subido al podio aquí es como la victoria misma", exclamó Mario Domínguez, tras ubicarse en el tercer puesto del Gran Premio de México.

La justa nacional se la adjudicó el canadiense Paul Tracy y el francés Sebastien Bourdeais se quedó con el segundo lugar.

El autódromo Hermanos Rodríguez, considerado la catedral del deporte motor en el país, había sido señalado en reiteradas ocasiones por los pilotos mexicanos como el escenario donde más disfrutarían un triunfo, incluso algunos, como Michel Jourdain y Adrián Fernández, dijeron que cambiarían el campeonato del Champ Car por una bandera a cuadros ante su público.

"Después del gran apoyo de la gente durante todo el fin de semana, es indescriptible el sentimiento de haberles podido dar algo. Realmente sentí que todos, los miles (de aficionados) iban conmigo, dentro del coche", expresó el piloto de la escudería Herdez Competition, el nombre que tomó para la Cart, único equipo cuya propietaria es una empresa mexicana.

"Todo se lo debo hoy a la gente, pero desde luego al gran equipo de técnicos que me dieron un gran auto para esta carrera", indicó Domínguez, quien recordó con nostalgia la anterior vez que ganó en el autódromo capitalino, hacia mediados de los años 90 en la Fórmula Tres Mexicana, precisamente respaldado por la empacadora de alimentos.

Se mostró convencido de que el resultado sea indicativo de un franco ascenso en su carrera, así que tratará de mejorar en todos los aspectos para arrancar en el 2004, en su tercera campaña en Cart, en un nivel que le permita ingresar a la lucha por el título.

Lejos de los festejos ofrecidos por el serial a Domínguez, el veterano Adrián Fernández se dirigió a su tráiler, desde donde, cuestionado por el logro de su compatriota, sólo comentó con notorio enfado: "šBien por él!", y se concentró en lo que a él le impidió terminar en mejor puesto: "Nos la jugamos. Decidimos cambiar el setting para la carrera y el auto todavía se iba mucho de frente. Aun así, pudimos hacer varios rebases, pero no fue suficiente. No estamos satisfechos con el octavo lugar. Venimos a ganar y este resultado no recompensa el esfuerzo del equipo", apuntó.

Michel Jourdain, en cambio, reveló menos furia por no haber sido él quien subió al podio. Dijo estar satisfecho con su desempeño al haber realizado una carrera "limpia que nos permitió terminar en un sitio decoroso".

Por lo que toca al campeonato, Jourdain lo dio por perdido, pues sabe que será casi imposible que el canadiense Paul Tracy no gane ni un punto más en las dos carreras que restan, en Australia y Fontana, mientras que él tendría que ganar ambas calificaciones y carreras.