México D.F. Martes 14 de octubre de 2003
La depreciación del peso tampoco favorecerá
la competitividad, afirma el funcionario
Relajar el control de la inflación no garantiza
el crecimiento: Ortiz
''Casi concluido'' el debate sobre lograr mejores metas
económicas a cambio de aceptar que aumenten los precios, sostuvo
el gobernador del BdeM en la cumbre de negocios de Veracruz
ROBERTO GONZALEZ AMADOR E ISRAEL RODRIGUEZ ENVIADOS
Boca del Rio, Ver., 13 de octubre. El gobernador
del Banco de México (BdeM), Guillermo Ortiz Martínez, afirmó
aquí que el debate sobre la posibilidad de conseguir mayor crecimiento
económico a cambio de aceptar niveles de inflación más
altos ''está casi concluido'', en unas declaraciones hechas un día
después de que el empresario Carlos Slim asegurara, en esta misma
ciudad, que un aumento de precios mayor al objetivo fijado por la autoridad
no era ''nada grave''.
Sin
aludir explícitamente a la crítica hecha la víspera
por Slim Helú a la política monetaria del banco central ni
a la propuesta del empresario de mantener subvaluado el peso, Ortiz Martínez
aseguró que la depreciación del tipo de cambio como medio
de favorecer la competitividad en la economía ''ya no es una apuesta
segura''.
El funcionario participó hoy en la segunda jornada
de la Cumbre de negocios en Veracruz. Alianzas para el crecimiento,
celebrada con el auspicio del gobernador del estado Miguel Alemán
Velasco, encuentro del que la prensa fue segregada y cuyas deliberaciones,
a las que asisten empresarios y políticos de 20 países que
buscan oportunidades de inversión en México, son mantenidas
en secreto por los organizadores.
En su presentación, Ortiz, según el texto
de un discurso distribuido por la oficina de prensa del banco central,
se refirió a la polémica respecto de que la política
monetaria del instituto, orientada a reducir la inflación a los
niveles de 2 por ciento anual que prevalecen en Estados Unidos y Canadá,
socios de México en el Tratado de Libre Comercio, sacrifica el crecimiento
de la economía.
''Se discutió por bastante tiempo el tema de que
había una disyuntiva entre inflación y crecimiento; esto
es, que era posible conseguir mayor crecimiento si se estaba dispuesto
a aceptar mayor inflación'', comentó el gobernador Ortiz.
''Creo que este debate está casi concluido. Es cierto que a corto
plazo se puede presentar esta disyuntiva entre inflación y crecimiento,
pero pocos piensan que a lo largo del tiempo se pueda crecer más
aprisa si se está dispuesto a aceptar mayor inflación''.
El domingo, el empresario Carlos Slim Helú, principal
accionista de Teléfonos de México, dijo que la política
económica vigente en el país ha ''confundido los medios con
los fines''. Planteó que una inflación mayor en uno o dos
puntos a la meta fijada por la autoridad ''no era grave'' y se manifestó
a favor de un peso subvaluado, es decir, por debajo de su nivel real frente
al dólar. Ambos temas, inflación y tipo de cambio, caen directamente
bajo la responsabilidad del banco central.
Ortiz Martínez expuso ante sus oyentes en este
foro -entre quienes ya no se encontraba Slim, que viajó a la ciudad
de México después del mediodía- que la importancia
de la estabilidad de precios con relación al crecimiento económico
no es producto de ''complejos modelos económicos'', sino de la experiencia
del país.
''Desde 1950 y hasta 2002, en las etapas de baja inflación,
definida ésta como inflación menor a un dígito, el
crecimiento económico fue en promedio de más del doble que
en los años en que los precios aumentaron anualmente en promedio
por encima de esta cifra. En forma por demás relevante, en los años
de baja inflación los salarios reales aumentaron en promedio en
más de 4 por ciento. En oposición, en los periodos de alta
inflación, el poder adquisitivo de los salarios cayó en casi
2 por ciento. No son resultados de un modelo teórico ni conceptos
abstractos. Son los datos correspondientes a la historia de México
de los últimos 50 años'', afirmó.
Tocó el tema del tipo de cambio. ''Anteriormente,
bajo el régimen cambiario fijo o semifijo -como el que estuvo vigente
hasta diciembre de 1994- existía una vinculación muy estrecha
entre los movimientos del tipo de cambio y la inflación. Ello era
así principalmente porque el tipo de cambio únicamente se
movía en una sola dirección, hacia la depreciación''.
Añadió que a partir de diciembre de 1994, al comienzo de
la crisis económica, el tipo de cambio se mueve en ambas direcciones,
de manera que ''la depreciación ya no es una apuesta segura''.
Restructurar la política fiscal
El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz,
señaló que se debe restructurar la política fiscal
mexicana porque los actuales métodos de tributación que son
los impuestos al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR) son herramientas
utilizadas en gran parte del mundo. Reveló que en México
la tasa de evasión alcanza 56.2 por ciento. Advirtió que
si el Congreso no aprueba las iniciativas de reforma fiscal, el gobierno
se verá obligado a adoptar un plan B que incluiría
una drástica reducción del gasto y una sustancial mengua
en las asignaciones federales a los estados.
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