México D.F. Martes 14 de octubre de 2003
Señalamiento para ocultar la falta de
investigaciones, explican parientes de las víctimas
Periodistas obstruyen pesquisas de crímenes
en Juárez: autoridades
Aun con la participación de la PGR, activistas
siguen padeciendo intimidaciones, denuncian madres de desaparecidas y dirigentes
de ONG Exámenes de ADN, todavía excluidos de pericias
JENARO VILLAMIL ENVIADO
Ciudad Juarez. Una nueva "amenaza" ha sido identificada,
sin prueba alguna de por medio, por las autoridades de la fiscalía
especial que investiga los homicidios y desapariciones de mujeres en esta
ciudad: los periodistas. Más específicamente, "algunos periodistas
extranjeros", quienes, según las autoridades, cuentan con "nuevas
líneas de investigación" y pretenden intimidar a los familiares
de las víctimas.
La incredulidad de un grupo de madres de víctimas,
encabezado por la señora Evangelina Arce, así como por la
abogada Adriana Carmona, quien está a cargo de 10 casos de asesinatos
en Ciudad Juárez y Chihuahua, es absoluta. "Los periodistas no actúan
para intimidarnos", afirmó Evangelina, durante una reunión
sostenida este lunes 13 en la fiscalía, al tiempo que Alma Gómez,
dirigente de la organización Justicia para Nuestras Hijas, advierte
que esta acusación "pudiera ser un pretexto para achacar a los periodistas
la culpa de lo que sucede en las investigaciones".
La
abogada Adriana Carmona, tras sostener un encuentro con un grupo de madres
de muchachas que han muerto en estos 10 años, con el delegado de
la Procuraduría General de la República en Juárez,
Héctor Delgado, y con integrantes de la nueva Fiscalía Mixta
para la Atención de Homicidios de Mujeres en Ciudad Juárez
-integrada por los ministerio públicos federal y estatal-, coincide
con estas apreciaciones y subraya que en este encuentro demandaron a las
autoridades garantizar la integridad y protección de los familiares
de las víctimas ante nuevas evidencias de amenazas y hostigamiento;
que "cuiden la información y el secreto de las investigaciones que
están en curso" y que no se busquen "pretextos para hostigar a los
informadores".
"Nos preocupa que las autoridades quieran cubrirse con
acusaciones a los periodistas, sobre todo después de que el relator
de la Organización de Estados Americanos, Eduardo Bertoni, documentó
el clima de hostigamiento que existe a escala local contra la prensa",
afirmó Carmona, poco después de entrevistarse con la fiscal
Angela Talavera y el licenciado José Luis Servín, en compañía
de las madres Norma Andrade, Ramona Morales -una de las pioneras de la
lucha contra el feminicidio-, Cecilia Morales y Evangelina Arce,
cuya hija Silvia fue reportada como desaparecida desde 1998.
Todas coinciden en subrayar que el clima de intimidación
y hostigamiento hacia ellas no ha disminuido, ni siquiera con la participación
de la PGR. Incluso, subrayan que mientras más denuncias han hecho
a la prensa y a los organismos y legisladores nacionales e internacionales
que han visitado recientemente Ciudad Juárez, las llamadas sospechosas
e incluso las agresiones físicas han continuado.
La visita sospechosa
Por lo pronto, los hechos recientes denunciados ante la
PGR y la fiscalía fueron los siguientes:
La noche del 11 de octubre, Evangelina Arce recibió
una visita singular e intimidatoria en su casa. En nombre de la recién
creada fiscalía mixta para los homicidios contra mujeres, un individuo
que no se identificó le solicitó la fotografía de
su hija Silvia, reportada como desaparecida desde julio de 1998, porque
tenían sospechas de que "finalmente" habían encontrado su
cuerpo y estaba en el anfiteatro de Ciudad Juárez, donde se encuentran
cerca de 70 cuerpos de mujeres sin identificar.
La hija de Evangelina se negó a entregar la fotografía.
Sospechaba que no se trataba de ninguna visita oficial, sino de una trampa
para que la señora acudiera al anfiteatro e identificara algún
cuerpo como si fuera el de su hija. Lo más grave es que hasta el
momento la fiscalía especial no ha aplicado los exámenes
genéticos demandados para identificar plenamente a posibles víctimas.
Por otra parte, se pudo tratar de otra agresión
en su contra, según Evangelina. El 30 de abril de este año,
Arce fue golpeada en pleno centro de Ciudad Juárez cuando iba a
abordar el camión de ruta hacia su domicilio. Nunca pudo ver el
rostro del agresor. Denunció los hechos y, en lugar de iniciar una
investigación por agresión y acoso, el Ministerio Público
lo hizo por "intento de robo". Tras ese ataque ha recibido llamadas telefónicas
anónimas, al igual que Ramona Morales y otras madres que se mantienen
protestando y no aceptan la versión oficial de los hechos.
Evangelina recuerda que las agresiones aumentaron después
que en una reunión con el ombudsman nacional, José
Luis Soberanes, ella denunció que fueron comandantes de la PGR quienes
levantaron a su hija, en el restaurante La Pachanga, en 1998. Incluso
mencionó que en el expediente de la desaparición de su hija
está el nombre del comandante Jorge Paz. Una y otra vez ha hecho
la misma denuncia ante los medios y los organismos internacionales.
Al día siguiente de la visita sospechosa, la tarde
del domingo 12 de octubre, durante el encuentro con las diputadas federales
Marcela Lagarde y Eleana García, Evangelina denunció que
la visitaron para decirle que "finalmente" el cuerpo de su hija había
aparecido, pero sin vida. Doña Eva, como le dicen sus compañeras,
estaba en un profundo choque nervioso. Frente a este testimonio, las madres
recordaron que se ha vuelto un patrón reciente pedir a familiares
de desaparecidas que identifiquen la "reconstrucción" del rostro
de sus hijas. Así lo hicieron a la mamá de la joven Neyra
Azucena, Patricia Cervantes, quien se ha negado a aceptar la identidad
de su hija mientras no le practiquen la prueba de ADN a la osamenta encontrada.
"Este es justamente el problema", agrega la abogada Adriana
Carmona. "Hemos hecho saber a la PGR nuestra inconformidad porque se está
optando por una valoración pericial basada en la reconstrucción
facial y no en exámenes de ADN.
"Persiste la resistencia de las autoridades a tener pruebas
contundentes. Mientras no haya este tipo de pruebas, no habrá certeza
jurídica para los familiares", dijo Carmona.
El caso de Evangelina Arce es una muestra reciente de
los problemas que vive la recién creada fiscalía mixta, con
participación de la PGR y la procuraduría estatal, para reabrir
las investigaciones de seis homicidios y del caso de las ocho mujeres asesinadas
y encontradas en el lote algodonero de Juárez, en noviembre de 2001.
De acuerdo con el documento del 14 de agosto de 2003,
a la PGR corresponde en Ciudad Juárez "crear una agencia de investigación
mixta, integrada por elementos de la PGR y la PGJE, cuyo objeto sea perseguir
los delitos de desapariciones y homicidios de mujeres en Ciudad Juárez",
así como "elaborar, entre la Unidad Especializada en Delincuencia
Organizada y los servicios periciales de la PGR, un manual de investigación
sobre medicina forense, antropología y criminalística, enfocado
en las características y circunstancias específicas de los
casos".
Se compromete la PGR a colaborar con la fiscalía
especial de Chihuahua, "enviando agentes de investigación, peritos
y ministerios públicos de la Federación, así como
en los servicios periciales, especialmente los relativos a ADN".
Igualmente, se establece que la PGR garantizará
"la coadyuvancia de víctimas y familiares en las averiguaciones
previas que integre el Ministerio Público federal".
El domingo pasado, las madres que acompañaron a
doña Evangelina, así como las abogadas que apoyan sus casos,
volvieron a demandarle al delegado de la PGR en Ciudad Juárez, Héctor
García, que se realicen los peritajes especiales prometidos, en
especial las pruebas de ADN y no solamente las reconstrucciones faciales.
Frente a la denuncia presentada hoy, la abogada Adriana
Carmona expresó su temor de que la fiscalía mixta, en vez
de unir los esfuerzos de las procuradurías, "diluya la responsabilidad"
y se generen nuevos casos de intimidación contra las madres de las
víctimas. El riesgo es que se cree otra cortina de humo con acusaciones
a periodistas.
|