México D.F. Sábado 18 de octubre de 2003
Se quejan de invasión a propiedad colectiva
por parte de pobladores de La Providencia
Zapatistas de Francisco Gómez denuncian provocaciones
de priístas
Realizan un plantón en las afueras de Oventic;
se reúnen con brigada de observación
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de Las Casas, Chis., 17 de octubre. Ante
las provocaciones de grupos priístas del poblado La Providencia,
un centenar de bases de apoyo del EZLN pertenecientes al municipio autónomo
Francisco Gómez establecieron un plantón en la comunidad
San Manuel, ubicada en las afueras de la ciudad de Ocosingo.
Además, a petición de las autoridades de
la junta de buen gobierno Camino del futuro, del caracol Resistencia hacia
un nuevo amanecer, una brigada de observación (conformada por miembros
del Comité de Derechos Humanos Fray Pedro Lorenzo de la Nada, Promedios
de Comunicación Comunitaria y la Red de Defensores Comunitarios
por los Derechos Humanos) se presentó en San Manuel este martes
14 de octubre.
Denuncian la provocación priísta
Los habitantes de dicho poblado denunciaron ante la brigada
civil que el día anterior, un grupo de 15 priístas "tapiscaron
casi una hectárea de milpa, propiedad de la comunidad". Estas personas
permanecieron tapiscando de las siete a las 14 horas. El hecho representa
una invasión a la propiedad colectiva.
Dada
la situación, los habitantes de San Manuel se encuentran en permanente
vigilancia. La mañana del mismo martes, miembros del grupo priísta
ingresaron nuevamente a la milpa colectiva, en una acción que los
primeros interpretan "como una clara provocación".
Los pobladores de San Manuel revelaron que estos priístas
son aquellos supuestos 'disidentes' del EZLN que en 1998 entregaron sus
armas al gobierno de Roberto Albores Guillén, a cambio de un tractor,
30 vacas, 100 mil pesos para una tienda y un memorable performance
para los medios de comunicación en el balneario del río Jataté,
en las afueras de la cabecera municipal. Actualmente pertenecen a la Organización
por la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos y a la Confederación
Nacional Campesina, "y están vinculados al diputado estatal priísta
Pedro Chulín Jiménez y al actual presidente municipal de
Ocosingo, Omar Burguette", según los organismos de derechos humanos.
Después de recibir vacas y proyectos, los "falsos
zapatistas" fueron a vivir un año al ejido Viejo Suchila, pero regresaron
a La Providencia, "que es como ellos llaman al lugar donde viven, frente
a la comunidad San Manuel". Sólo la cinta asfáltica de la
carretera Ocosingo-Altamirano separa ambos poblados.
Desde entonces han sido frecuentes sus roces y choques
con las bases zapatistas que fundaron el poblado de San Manuel después
de 1994 en tierras recuperadas. Según informan los indígenas
autónomos, "estos priístas son los mismos que en años
anteriores han provocado problemas en el lugar. En anteriores ocasiones
"han hecho ataques en contra de las bases de apoyo zapatistas, como cortar
postes y alambrados, tapiscar elotes, quemar frijoles, meter ganado en
la milpa, tumbar casas y cortar láminas".
Las bases rebeldes no han respondido a los actos de hostigamiento
porque, según declaran, su política en estos casos "es no
caer en provocaciones", y porque "ese es el plan del gobierno: que 'peliemos'
entre nosotros".
Las autoridades autónomas han buscado, sin éxito,
hablar con los dirigentes priístas, "para que se detengan los hostigamientos".
Estas personas, "instigadas por Burguette y Chulín, han querido
imponer los programas del gobierno, así como los trámites
de las tierras por vía fideicomiso, solicitando ingenieros para
la medición", refieren los observadores. Esto, "cuando se ha informado
a los priístas que en la Ley Agraria Revolucionaria la tierra no
es negociable".
Los habitantes de San Manuel señalan como responsables
de la provocación a los señores Marcos Méndez Gómez
y Victorino Hernández Morales, identificados como líderes
de dicho grupo.
Finalmente, las bases de apoyo zapatistas manifestaron
que quieren "trabajar tranquilos", y que exigen "el retiro inmediato de
las tierras recuperadas de estos grupos priístas". Demandan "que
nos respeten, así como nosotros los respetamos".
Por su parte, las organizaciones civiles de derechos humanos
expresan "preocupación" ante los hechos, y exigen a las autoridades
involucradas poner fin al hostigamiento. "Consideramos que esta situación
es resultado directo de la falta de reconocimiento de los acuerdos de San
Andrés en la Carta Magna, y demandamos el respeto al derecho a la
autodeterminación de los pueblos indígenas plasmado en el
Convenio 169 de la OIT, y materializado en la juntas de buen gobierno",
concluyen.
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