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México D.F. Sábado 18 de octubre de 2003

 
Respuesta a carta sobre transgénicos

Señora directora: Mucho le agradecería publicar la siguiente nota, en respuesta a una anterior dada a conocer en El Correo Ilustrado.

El 15/10/03 se publicó una nota de Patricia Hernández cuestionando datos de un reportaje de Matilde Pérez (9/10/03) sobre la contaminación transgénica del maíz campesino. Como dice Hernández, es incorrecto que en las pruebas se utilizara un "lector de densidad óptica y filtro de 620 milímetros". Se trata de nanómetros; seguramente fue un error tipográfico entre nm y mm. En el comunicado de las organizaciones dice nm.

Sobre los otros puntos, lamentablemente para México, sus campesinos, indígenas y recursos genéticos, se aprobó en el Senado el 24 de abril de este año una iniciativa de Ley de Bioseguridad, que tiene fallas muy graves: no asume el principio de precaución ni la evaluación de riesgos específicos; por ser México un país megadiverso y centro de origen de los cultivos, no prevé consultas públicas ni de los grupos afectados; concentra y limita la decisión en manos de la Sagarpa (que ha estado promoviendo y hasta subsidiando con programas públicos los transgénicos); traslada la carga de la prueba de daños potenciales a que los que podrían resultar afectados lo demuestren, etc. Esta iniciativa, actualmente en discusión en la Cámara de Diputados, no debe aprobarse. Como lo plantean las comunidades que se vieron obligadas a analizar su maíz y demostrar la contaminación, si esta iniciativa se convierte en ley la contaminación será legal.

Hernández dice que se necesita una ley porque no alcanza con el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad. Si se necesita, con certeza no es la iniciativa de ley, pues está por debajo de las exigencias de este protocolo. Las mismas comunidades argumentan que lo que se necesita es un rechazo claro a los transgénicos en México y mantener la moratoria a la siembra de maíz transgénico. El Protocolo de Cartagena, que México ha ratificado, sí es insuficiente, pero el gobierno de México podría empezar por respetarlo, ya que desde su entrada en vigor, el 11 de septiembre, permitió la llegada de varios cargamentos de maíz transgénico, e inclusive utilizó a la Armada para proteger "de Greenpeace" la descarga de transgénicos, que son la mayor fuente de contaminación del maíz campesino.

Sobre la independencia de los investigadores de la Academia Mexicana de Ciencias, ha sido solamente un grupo de ésta -biotecnólogos- el que ha cabildeado en favor de la actual iniciativa de ley. Algunos, muy vinculados con las empresas multinacionales, únicas beneficiadas si esta iniciativa se aprobara. Sería bueno que los académicos que se presentan como tales hicieran una declaración sobre el posible conflicto de intereses, por ejemplo debido a la financiación directa o indirecta de sus programas por multinacionales, para que se pudiera tomar sus aportes como "independientes". Y de todos modos cualquier aporte en este sentido no elimina la necesidad imperiosa de que las voces de los principales afectados, indígenas y campesinos creadores y custodios del maíz, sean escuchadas y atendidas.

Finalmente, la aclaración de Hernández de que el plástico que se produce es biodegradable no lo hace comestible. Que se use un cultivo de tan amplia difusión como el maíz para producir sustancias no comestibles, sean plásticos, adhesivos, espermicidas, abortivos o cualquier otra, es injustificable, aún más a la luz de los escapes que este tipo de maíz ya ha tenido en Estados Unidos.

Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo ETC



Solidaridad con el pueblo boliviano

Señora directora: Hoy más que nunca el pueblo de México está unido al de Bolivia en esta hora latinoamericana. Agradeceríamos hacer extensiva nuestra solidaridad con la lucha que libran los bolivianos en contra de nuestros mismos opresores, como el Fondo Monetario, el Banco Mundial, la actual administración estadunidense y la oligaquía local cómplice y aliada en la entrega de los recursos naturales y energéticos que pertenecen a la nación andina.

El paro nacional del pueblo de Bolivia es un llamado a la solidaridad continental y de los mexicanos, ante la cual nos manifestamos y haremos parte de los trabajos en la Convención por el rescate del PRD, que se llevará a cabo el 25 y 26 de octubre en el auditorio del Centro Médico Nacional Siglo XXI, ubicado en avenida Cuauhtémoc y Baja Califonia.

Marco Rascón, Salvador Nava, Oscar Moreno, Carlos Castro, Roberto Meza, Ciro Bravo, Raúl Vázquez, Raymundo Hernández y Rosa Vargas
 

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