México D.F. Sábado 18 de octubre de 2003
Los marginados culpan de su condición
al gobierno o entidades divinas, considera
Propone Boltvinik romper la hegemonía de Hacienda
para determinar el gasto social
Insta a efectuar cambios radicales que permitan elevar
los recursos para combatir la pobreza
VICTOR CARDOSO
En un país donde no se hacen políticas públicas
para satisfacer las necesidades de la población, sino para mantener
los equilibrios macroeconómicos; con una evasión fiscal que
raya en los 700 mil millones de pesos anuales que impide contar con mayores
recursos para apoyar a los marginados y donde lo económico pesa
más que lo social, el diputado perredista Julio Boltvinik Kalinka
propuso acotar el poder de la Secretaría de Hacienda para que los
presupuestos de combate a la pobreza sean elaborados por una comisión
intersecretarial y presentados directamente a la Cámara de Diputados.
La pobreza en el país ha llegado a tales niveles
que incluso, precisa, "los pobres están abrumados, han perdido la
esperanza, se sienten desempoderados (sin poder) para resolver su situación
y culpan al gobierno o a entidades divinas", como lo reveló la reciente
encuesta Lo que dicen los pobres, realizada por la Secretaría
de Desarrollo Social (Sedeso).
De ahí la urgencia, agrega, de establecer cambios
radicales en el país que permitan elevar el gasto social y el combate
a la pobreza. Es la Secretaría de Hacienda la que controla a todas
las entidades del gobierno federal para que gasten menos, pero no aumenta
la captación y en esas condiciones, los presupuestos llegan "ajustaditos"
año con año, afirma.
Con su experiencia de 24 años de análisis
sobre la pobreza, Boltvinik Kalinka se propone desde el Poder Legislativo
romper con la hegemonía de la Secretaría de Hacienda para
determinar el presupuesto social, mejorar las condiciones de vida de millones
de mexicanos y que los diputados representen los intereses de la gente
y no los de los partidos políticos.
Reforma fiscal
En el camino, dada su importancia, va involucrada una
reforma fiscal, necesaria para el país desde hace 30 años,
que permita fortalecer económicamente al Estado mexicano y termine
con el tabú de que no se puede aumentar el gasto.
En su larga trayectoria académica, de investigación
e incluso periodística, Boltvinik dice haber llegado a la Cámara
de Diputados, desde donde se pueden establecer consensos entre todas las
fuerza políticas para hacer valer el principio de que son las necesidades
humanas las que deben ir delante y conducir el camino, "no las posibilidades
o ganas de recaudación de la Secretaría de Hacienda. ¿Por
qué no recauda más?, ¿por qué hay tanta evasión?
Parte es voluntad política; no es nada más un asunto legal".
Los trabajos de investigación del diputado por
el Partido de la Revolución Democrática han sido reconocidos
ampliamente. Este viernes recibió el doctorado honoris causa
del Colegio de Postgraduados "por sus contribuciones sobre el concepto
de pobreza y las metodologías para su medición. En particular,
por haber desarrollado y aplicado exitosamente el Método de Medición
Integrada de la Pobreza, vanguardia mundial del tema".
Su experiencia sobre el asunto de la pobreza le permite
vislumbrar cambios sustanciales para combatirla.
Recaudación y aspiraciones políticas
En
opinión de Boltvinik Kalinka, en el país hay recursos económicos
suficientes no sólo para acotar la pobreza, sino incluso reducirla.
"Pero están totalmente concentrados en los ricos", afirma. "La función
de las finanzas públicas es quitarles, por medio de los impuestos,
a quienes más pueden, a los ricos, y transferir esos recursos a
los pobres. Esa es la gran función de la política pública,
redistribuir la riqueza".
Por eso se plantea desde la Cámara de Diputados
construir consensos, acuerdos, para que "las decisiones en lo económico
no terminen aplastando totalmente a lo social y que esto sea como una especie
de apéndice de lo económico; evitar que las grandes decisiones
fundamentales para la vida de la nación se tomen en función
de los equilibrios macroeconómicos y no para atender las necesidades
de la población".
Influye, dice Boltvinik, la falta de capacidad de la Secretaría
de Hacienda para aumentar la captación fiscal y con ello el gasto
social. Pero también las aspiraciones políticas de algunos
diputados, quienes saben que si no se disciplinan para apoyar una decisión
que viene desde la cúpula, su carrera política llega prácticamente
al final. "Es el juego de que yo, para seguir mi carrera política
y aspirar a puestos adicionales, tengo que ser disciplinado y aceptar las
reglas", precisa.
Por eso, adelanta, como miembro de las comisiones de Desarrollo
Social y de Salud, buscará aprobar la minuta de la Ley de Desarrollo
Social enviada por el Senado en abril de este año y utilizarla como
plataforma para impulsar reformas legales que le den un lugar distinto
a los sectores sociales dentro del gabinete y dentro de la lógica
de formación presupuestal.
La idea de Boltvinik Kalinka es que la Comisión
Intersecretarial de Desarrollo Social, que se crea con la propuesta senatorial,
y que básicamente tendría funciones de coordinación,
tenga facultades adicionales en materia de formulación de presupuesto
social y lo envíe directamente a la Cámara de Diputados.
Explica: "Es una especie de romper al Ejecutivo Federal
en dos áreas para fines de presupuesto. Se parece un poco a la idea
de la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP). Esa
idea de que la Secretaría de Hacienda no tenga todo el poder que
llevó a (José) López Portillo a fragmentarla en dos,
SPP con toda la parte de gasto y Hacienda con toda la parte de recaudación
y crédito. En lugar de crear nuevamente la SPP, hacer que la comisión
intersecretarial, que es el gabinete social, tenga la facultad sustantiva
de armar su presupuesto, se confronte con la Secretaría de Hacienda
y sea el Presidente de la República quien tome la decisión
final sobre presupuesto social antes de enviarlo a la Cámara de
Diputados".
Este mecanismo, junto con los cambios a la Ley de Educación
que obligan a destinar 8 por ciento del producto interno bruto a ese sector,
además de la Ley General de Salud que crea el seguro popular de
salud, representan una gran presión para obligar a que las necesidades
de la población se pongan delante de lo económico.
"En lo social tenemos que representar los intereses de
la gente, tenemos que presionar a Hacienda, porque el costo político
no lo quieren pagar. Y no lo quieren pagar porque tienen que hacer una
mayor fiscalización, evitar que la evasión sea tan gigantesca
como es. En 2001 calculamos que la evasión fiscal en este país
es de 700 mil millones de pesos al año, ¡casi otro presupuesto
completo! Tenemos que entender que en este país la gente no paga
impuestos y actuar en consecuencia".
Por eso, Boltvinik Kalinka también propone eliminar
toda clase de exenciones fiscales y regímenes especiales que permiten
amplios beneficios a las grandes empresas, así como el sistema de
consolidación fiscal que hace un negocio rentable el comprar empresas
quebradas, porque permiten cancelar impuestos de otras -de un mismo dueño-
que sí son rentables.
Para evitar la evasión, dice que la fórmula
es relativamente sencilla, es la del "garrote y la zanahoria"
"Lo que tienes que hacer no es agarrar la evasión
en los negocios, sino en las casas, porque los dueños de los negocios
viven como príncipes y no van a sacrificar eso, no se puede ocultar.
Si tienes un nivel de vida que suponga un cierto nivel de ingresos y no
estás pagando tus impuestos, es facultad de Hacienda cobrártelos.
Incluso con cárcel porque es evasión dolosa. Y entonces cuando
metas miedo, muchos se van a regularizar voluntariamente y con la mano
en la cintura se pueden meter 100 mil millones de pesos al año.
"Si además del garrote, que es la fiscalización,
les das la zanahoria, es decir, la lotería fiscal con premios de
miles o millones de pesos en efectivo, los consumidores van a exigir sus
comprobantes fiscales, los evasores van a quedar controlados y se logrará
un cambio radical en este país"
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