La reforma elevaría la captación, dice el CEESP

Ascienden a $233 mil millones las pérdidas en la recaudación fiscal

ANTONIO CASTELLANOS

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) planteó la necesidad urgente de emprender una reforma fiscal que permita incrementar la recaudación para que el Estado haga frente a todas las obligaciones sociales e impulse el crecimiento económico sostenido a largo plazo. Sostuvo que en las actuales condiciones se calcula que en la recaudación hay pérdidas equivalentes a 3.57 por ciento del producto interno bruto (PIB), que representan más de 233 mil millones de pesos.

El impuesto sobre la renta (ISR) de personas físicas equivale a 1.87 por ciento de ese 3.57 por ciento y el impuesto al valor agregado (IVA) 1.7 por ciento. Expuso que la problemática del ISR está influida por el bajo nivel de ingreso per cápita. Sobre el IVA se tiene un amplio número de excepciones, porque 42 por ciento del consumo se encuentra exento o está sujeto a tasa cero y este elemento tiene una incidencia muy significativa en el nivel de evasión.

El análisis del CEESP sobre el tema fiscal plantea que entre las principales razones de la insuficiente recaudación se encuentran: la existencia y crecimiento de un amplio sector informal, las excepciones de impuestos, la dificultad administrativa y de fiscalización, las limitaciones en los instrumentos jurídicos para detectar y combatir la evasión y la existencia de tratos diferenciales y de excepción.

Destacó que los ingresos recurrentes han mostrado un proceso de disminución, pues mientras en 1990 las percepciones por impuestos representaban 10 por ciento del PIB, en 2000 disminuyeron a 9.4 por ciento. El año citado fue de crecimiento importante, y la reducción de los ingresos como proporción del producto revela la falta de eficiencia del sistema actual.

Lo anterior, señalan los economistas del CEESP, indica que se necesita mejorar la recaudación de ingresos mediante un sistema que sea más eficiente, neutral, equitativo y simple, para que el país pueda alcanzar un crecimiento sostenido a corto, mediano y largo plazos.

Indicaron que hasta ahora la existencia de fuentes de ingresos públicos no recurrentes, principalmente la venta de activos públicos, ha permitido hacer frente a las necesidades de gasto y a posponer la aplicación de una reforma fiscal que eleve la recaudación de manera equitativa, eficiente, neutral, competitiva y simple.

Sin embargo, el agotamiento de las empresas públicas susceptibles de ser vendidas, los niveles de los pasivos públicos, la volatilidad del precio del petróleo y la pérdida de ingresos arancelarios, limitan la capacidad del país para continuar posponiendo la reforma fiscal.

Al respecto, consideran que la volatilidad de los ingresos no recurrentes no hace recomendable planear gasto de inversión a largo plazo con fuentes inestables. Por los altos niveles de deuda y compromisos de gasto futuro, sin fuentes alternativas de ingresos, la política debe ser no aceptar un mayor déficit público.

Por último, expuso que México destaca por tener una de las cargas tributarias más bajas del mundo. Esta falta de ingresos impide estructurar un programa de gasto que privilegie el crecimiento, a través del desarrollo de infraestructura e inversión.