México D.F. Lunes 20 de octubre de 2003
"Los gobiernos pueden dar un uso político
a los resultados", advierte Pedro Ravela
Plantea especialista realizar evaluaciones educativas
alternas a las de la OCDE
La aplicación del Programa para la Evaluación
Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) que
realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) no representa una valoración positiva o
negativa de los alumnos que participan. Sin embargo, resulta importante
para los países participantes conocer qué tan lejos o cerca
se está de los estándares internacionales, "sin que ello
signifique rasgarse las vestiduras ni tener el sueño ingenuo de
que podemos tener resultados similares a
los de naciones con una situación social muy diferente", aseguró
Pedro Ravela Casamayou, especialista en temas educativos y coordinador
nacional del PISA en Uruguay.
El investigador indicó que si bien "toda evaluación
es limitada", los parámetros considerados por el organismo internacional
en comprensión de lectura, ciencia y matemáticas "son importantes
para la mayoría de los jóvenes que quieren vivir en un mundo
moderno", lo que no significa "que adoptemos los parámetros de la
OCDE como los únicos objetivos para nuestros sistema educativo o
que desconozcamos que existen otros aprendizajes que tienen los estudiantes,
propios de su cultura, que son diferentes y que el organismo no evalúa".
Tras participar en un debate sobre el manejo de los resultados
del PISA en los medios impresos de comunicación, donde alertó
sobre el uso político que pueden darle los ministerios de Educación,
Ravela reconoció que una de las carencias que presentan los informes
de los países participantes "es que no se reflejan las diferencias
en las condiciones económicas que enfrentan las naciones, en especial
en América Latina".
Agregó que "las reglas del juego que uno tiene
que aceptar" incluyen que los países integrantes de la OCDE realicen
sus análisis bajo su propia perspectiva social, "ya que no les interesa
demasiado otro tipo de variables sociales que no consideran relevantes".
Por ejemplo, dijo, cuando quieren definir una familia de nivel socioeconómico
bajo se incluye la categoría de secundaria incompleta, y no primaria,
porque este concepto no existe para algunos, mientras que en Uruguay 38
por ciento de las madres de estudiantes no pasaron de la primaria.
Por ello, aseguró, es necesario desarrollar otro
tipo de estudios que respondan a nuestros propios intereses y no quedarnos
sólo con las evaluaciones presentadas por la OCDE, "porque lo relevante
no es el lugar que ocupa una nación en relación con otras,
sino saber hacia dónde va el conocimiento y cómo se enseña
en nuestras las aulas para tener claro un horizonte mundial, aunque sepamos
que nos va a llevar décadas llegar hasta ahí".
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