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México D.F. Martes 21 de octubre de 2003
Cuauhtémoc Cárdenas
33 años después: homenaje a Lázaro
Cárdenas
El pasado domingo 19 se cumplieron 33 años del
deceso de Lázaro Cárdenas. Ayer se develó una estatua
erigida en su memoria por el Partido Revolucionario Institucional, en la
sede nacional del mismo.
Varios miembros de la familia más cercana recibimos
invitación para asistir a la develación del monumento. Agradecimos
la invitación y familiarmente expresamos nuestro reconocimiento
por ello, pues siempre es satisfactorio para nosotros que se recuerde a
Lázaro Cárdenas, pero no asistimos porque no quisimos -y
menos en torno a la figura de Lázaro Cárdenas- que nuestra
presencia se prestara para interpretaciones que pudieran entrañar
la impresión de un cambio en nuestras posiciones políticas,
si bien siempre abiertas al diálogo con todo mundo, siempre claras
también para fijar cercanías y distancias.
Este monumento será desde ahora un llamado más
a la conciencia de los mexicanos para que en el recuerdo y reconocimiento
a la obra de Lázaro Cárdenas tomemos de su legado aquello
que de acuerdo con nuestro particular compromiso con la vida impulse las
causas que él defendió y a las que sin reservas se entregó.
Es, sin duda, una de las muchas formas de rendir homenaje a su destacada
trayectoria de servicio a México.
Este hecho, y el aniversario luctuoso que acaba de pasar,
dan ocasión para pensar en algunas de las causas que Lázaro
Cárdenas persiguió en vida: el rescate, defensa y ejercicio
de la soberanía nacional; la reforma agraria como vía de
liberación y de satisfacción de las reivindicaciones campesinas;
la autodeterminación de los pueblos y la paz y la amistad entre
las naciones. Y dan pie también para pensar en algunos de los frentes
de lucha en los que el pueblo mexicano se despliega hoy día.
Si un hecho singular marca y es objeto de recuerdo de
la gestión de gobierno de Lázaro Cárdenas es, sin
duda, la expropiación y nacionalización de la industria del
petróleo, decisión de dignidad nacional frente a la arrogancia
extranjera y acto indiscutible de ejercicio y rescate de la soberanía
del país. En contraposición a la actitud y los propósitos
de aquel acto, desde que se iniciaron las administraciones neoliberales
comenzó el desmantelamiento y una entrega sorda de áreas
estratégicas de esta industria a intereses contrarios a los del
país, que la administración actual continúa con la
adjudicación por Petróleos Mexicanos del primer contrato
de servicios múltiples a la firma española Repsol, y que
pretende acelerar con el otorgamiento de más contratos similares.
Estos contratos fueron ya declarados contrarios a nuestra
Constitución por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Con ellos se estarán entregando a inversionistas extranjeros la
exploración y explotación -actividades reservadas en exclusividad
al Estado mexicano por nuestras leyes- de los campos de gas natural de
Burgos, en el noreste del país, que no debe verse sino como un primer
paso para proseguir con la privatización y cesión a extranjeros
de esta industria para nosotros estratégica, que es uno de los tantos
compromisos de Fox con sus "amigos".
La lucha por nuestra soberanía se está dando
también en la oposición que distintas fuerzas políticas
y sociales hacen a la entrega, a intereses extranjeros igualmente, del
mercado de grandes consumidores de energía eléctrica, que
constituye, junto con los jugosos negocios de venta de equipo, de construcción
y financiamiento que se involucrarían, el objetivo central de las
iniciativas gubernamentales en materia de electricidad. Esta es la razón
por la que estamos en contra de las reformas constitucionales que pretenden
llevarse a cabo, es la razón de nuestra insistencia en que se aprovechen
los potenciales de cogeneración en las instalaciones industriales
del país, especialmente las de Petróleos Mexicanos, para
elevar la capacidad de generación eléctrica y para que, con
la misma finalidad, se aprovechen las posibilidades de incrementar esa
capacidad en las plantas existentes de la Comisión Federal de Electricidad
antes de lanzarse a realizar otros proyectos.
Recuperar las capacidades productivas del campo para abrir
oportunidades de mejoramiento social y económico a la población
rural, un tercio de la del país, pasa, por una parte, por destinar
inversiones a infraestructura -presas, canales, caminos, electrificación,
bodegas, etcétera-, brindar asistencia técnica, abrir posibilidades
de crédito, organizar a los productores, integrar las cadenas productivas;
pasa también por crear para los productores nacionales condiciones
similares a las de los productores extranjeros que compiten con ellos,
reduciendo las tasas de interés, bajando los precios de los insumos
principales: combustibles, electricidad, maquinaria e implementos de cultivo,
medicinas veterinarias, etcétera, y por la otra, por la revisión
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, con objeto de
tornarlo equitativo para todas las partes y no dejar las desventajas principales,
por no decir todas, apuntando a los campesinos -agricultores, ganaderos
y silvicultores- de nuestro país.
Desde el gobierno y fuera del gobierno, Lázaro
Cárdenas fue un decidido luchador en favor de la autodeterminación
de los pueblos y por la paz. Quienes compartimos en nuestros tiempos y
en nuestras circunstancias esos compromisos, tenemos que reclamar a nuestro
gobierno el que haya apoyado con su voto en el Consejo de Seguridad de
la ONU el que continúe la ocupación de Irak por el ejército
de Estados Unidos, en clara contravención de los mandatos de nuestra
Constitución, y demandarle que exija la inmediata desocupación
de aquel país, para que su pueblo determine los caminos que en ejercicio
de sus libertades y derechos deba transitar.
Honrar a Lázaro Cárdenas, en el presente
que nos toca vivir, está también en luchar en el Congreso
de la Unión y en los diferentes frentes cívico políticos
por echar abajo los contratos de servicios múltiples que Petróleos
Mexicanos está adjudicando para entregar el gas natural a intereses
ajenos a los de la mayoría de los mexicanos; por impedir las reformas
constitucionales y las demás medidas que pretende instrumentar el
gobierno para privatizar el mercado de los grandes consumidores de electricidad;
por desplegar una política de recuperación productiva del
campo y la revisión del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte; por exigir la desocupación de Irak.
En estas fechas, de varias maneras y desde visiones distintas,
se ha recordado y honrado, por su obra y conducta, a Lázaro Cárdenas.
Buscando y fortaleciendo las coincidencias que hoy llevaron a estos hechos,
tratemos de encontrarnos también en las acciones que permitan avanzar
en aquellas causas por las que él luchó y con las que nosotros,
mexicanos de hoy, hemos decidido también comprometernos.
México, DF. 21 de octubre de 2003.
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