Boondocks buscaba novio a la asesora de seguridad

The Washington Post censura cómic que satirizaba a Condoleezza Rice

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 20 de octubre. César tenía una idea para salvar al mundo: encontrarle un novio a la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Condoleezza Rice, famosa por su frialdad. "Tal vez si existiera un hombre en el mundo al que Condoleezza realmente amara, no estaría tan dedicada a destruir el planeta", planteó en el primer cuadro de la tira cómica Boondocks.

La idea de César, publicada la semana pasada, podría no parecer extraordinaria, pero asustó tanto a los editores de The Washington Post que decidieron censurar la entrega de la galardonada tira cómica Boondocks, en la que César y su cuate Huey discutían el tema de los novios para Rice que la serie trató a lo largo de los siguientes días. Boondocks, una de las tiras cómicas más populares en Estados Unidos, se publica en unos 250 periódicos de todo el país, entre ellos The Washington Post. Pero la semana pasada el diario decidió publicar tiras anteriores de esta serie.

"Hasta donde sabemos, fue el único periódico que no publicó la tira", informó a La Jornada una vocera de Universal Syndicate, distribuidor de Boondocks. No es la primera vez que Aaron McGruder, el caricaturista afroamericano de 29 años, autor de la reconocida tira, ha sido censurado. Varios periódicos rehusaron publicar su serie que hablaba del financiamiento estadunidense de Al Qaeda en los años ochenta y ha sido criticado reiteradamente por conservadores en este país.

Pero The Washington Post insiste en que en esta ocasión no se trataba de censura. "Las tiras de Boondocks en este asunto comentaban sobre la vida privada de la asesora de Seguridad Nacional y su relación con sus deberes oficiales de una manera que violaba nuestras normas de buen gusto, imparcialidad e invasión de privacidad", explicó el editor ejecutivo Leonard Downie en una declaración emitida este fin de semana.

Durante días el rotativo no se atrevió a anunciar de manera prominente que la tira había sido desaparecida. Pero comenzaron las protestas. "El Post Ƒse ha vuelto tan tímido como para rehusar publicar una tira de cómic que se burla de un miembro del gobierno de Bush?", escribió un lector. Otro preguntó por qué caricaturas que especulaban sobre la falta de inteligencia de George W. Bush, la salud del vicepresidente Dick Cheney o las aventuras sexuales del ex presidente Bill Clinton sí eran permisibles, pero ésta tenía que ser censurada.

Los directores del Post defendieron su decisión. Pero el ombudsman del rotativo declaró el domingo que aunque el autor de la caricatura "podría necesitar refrescar su entrenamiento en sensibilidad, también encontré que la secuencia de la tira estaba dentro de los límites de la sátira permisible".