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México D.F. Martes 21 de octubre de 2003
Estreno mundial de su obra Luna, en el
centenario teatro Juárez de Guanajuato
Reducir presupuestos de montaje, reto de la ópera
contemporánea: Cortez
La apuesta del compositor es más por la imaginación
que por el exceso de recursos
''Persiste un automatismo iconográfico, pues
siempre se piensa en estereotipos escénicos''
CARLOS PAUL ENVIADO
Guanajuato, Gto., 20 de octubre. El gran reto de
la ópera contemporánea no sólo en México, sino
en todo el mundo, es bajar los presupuestos para su montaje, destaca en
entrevista Luis Jaime Cortez, director del Conservatorio de las Rosas,
de Morelia, quien estrenará este martes de manera mundial en el
centenario teatro Juárez su segunda ópera de cámara,
Luna,
en el contexto de la versión 31 del Festival Internacional Cervantino
(FIC).
Con la participación de 38 niños en escena,
de los cuales cuatro son solistas, todos integrantes del coro Niños
Cantores de Morelia, la composición de Cortez tiene un libreto original
escrito por el dramaturgo y actor Antonio Zúñiga.
Llevar
cualquier ópera a escena ''siempre es un problema, porque requiere
de la participación de muchas personas, entre músicos, cantantes
y técnicos. La ópera se convirtió en un género
demasiado caro y parecería normal que así sea.
''En esa interacción entre música y teatro
subieron los costos de los dos. De pronto había producciones casi
hollywoodescas por su fastuosidad en la escena, en un realismo un poco
cómico, pero lo que no es un chiste eran los presupuestos.
''El reto es retornar a concepciones razonables respecto
de los presupuestos. En el caso de las dos óperas que he compuesto,
la primera se titula La tentación de San Antonio; mi apuesta
ha sido por una especie de ópera de cámara, por la imaginación
más que por el exceso de recursos, con lo cual creo que se logra
mucho más.''
El hecho de que bajen los costos, comenta Cortez, ''ayudará
a pensar de otra manera, en una estética diferente, pues en la actualidad
hay una especie de automatismo iconográfico de la ópera,
es decir, siempre se piensa en ciertos esteotipos escénicos. De
lo que se trata, me parece, es de romper con eso, no sólo para la
ópera contemporánea, sino para ver con ojos contemporáneos
la ópera tradicional.
''En México tenemos la fortuna de que existen obras
muy interesantes, músicos que se han acercado a la composición
de óperas contemporáneas como Mario Lavista, Federico Ibarra,
Marcela Rodríguez, Víctor Rasgado, Daniel Catán, Ilda
Paredes y Juan Trigos, entre otros.''
Complejidad armónica y rítmica
La ópera Luna es un proyecto en el que se
reúnen los trabajos del Conservatorio de las Rosas en uno solo,
pues en la actualidad tiene funcionando varios niveles de formación:
prescolar, primaria, secundaria, bachillerato y más de 20 licenciaturas.
En esta obra participan niños y jóvenes de todos los niveles.
La historia de este montaje gira en torno de Margarita,
niña que al salir la Luna queda fascinada con su reflejo en el lago.
Su amigo Panalachi le advierte que no debe tocarlo, pues los mayores dicen
que si lo hace corre el riesgo de ser atrapada por la Luna. Ella hace caso
omiso y se pierde para siempre en las profundidades del resplandor.
Una serie de peripecias de Panalachi por rescatarla lo
llevan a solicitar la ayuda de su abuela, un chamán y un gigante,
aunque al final descubrirá que no es posible traer a Margarita de
regreso. Luna es una ópera cuya afán es abordar el
tema de la muerte de manera poética. Musicalmente se basa en una
gran sección de percusiones, la cual es apoyada por las de cuerdas,
alientos metales, una guitarra y un piano preparado, secciones con las
que se conforma la orquesta de 17 jóvenes músicos, entre
alumnos y maestros del Conservatorio de las Rosas.
La ópera se distingue por ''el sonido protagónico
de las percusiones, el resto de los instrumentos apoyan esos sonidos, pues
generalmente en otras óperas esto es al revés", destaca Luis
Jaime Cortez.
La participación permanente de los coros, dirigidos
por Hernán Cortés, también es fundamental, pues, además
de servir de eco a lo que cantan los protagonistas Margarita y Panalachi,
intervienen en la parte escénica como actores, interpretando diversos
personajes del reino animal. Es una ópera, abunda el compositor,
en la que los niños tienen el reto de interpretar ''partes musicales
de una complejidad armónica y rítmica muy grande".
Trabajo con pocos elementos
Para Fernando Ortiz, director de escena, esta obra aborda
el tema de la muerte de manera muy diferente a como se hace en la televisión.
A los niños los tienen acostumbrados a presentársela de manera
brutal, basta ver las miles de millones de muertes que se dan en las caricaturas.
''Vivimos
en una sociedad en la que no se habla del ser humano como un ser finito,
de que todo tiene un principio y un fin", comenta Ortiz. Aquí Palanachi
extraña a su amiga, la busca, intenta rescatarla y cuando al final
la encuentra sólo es para despedirse, para decirle que ella vivirá
para siempre en su corazón y en su mente.
''Trabajar con tantos niños entre los ocho y 12
años siempre es difícil, por lo que ha habido una economía
en cuanto a los elementos escenográficos, la cual estará
integrada, entre otras cosas, por una luna, unos columpios y la proyección
de unas diapositivas que tienen como propósito crear atmósferas,
como pueden ser diversos atardeceres."
Con esos pocos elementos, explica el creador escénico,
''se ha querido apelar más a la imaginación de los pequeños
espectadores". José Daniel Benítez Vega (Panalachi), Elda
María Cortez Maciel (Margarita) y Evelyn Tortajada García
(Margarita, reflejo) son los niños cantantes protagonistas de la
ópera, para quienes Luna ''es una historia que hace reír
mucho, que a los niños les va a gustar.
''La historia es padre, un poco triste, hay amor. No es
una ópera normal", dicen. No es normal ''por todos los ruiditos
raros que hacen los instrumentos que tienen allá abajo, donde está
la orquesta, pero en general es muy divertida en muchas partes".
Con las interpretaciones, entre otros niños, de
Mauricio González, Elizabeth Martínez y Cristina Pérez;
escenografía, iluminación y vestuario de Jarmila Dostalova;
coreografía de Lourdes Luna y libreto original de Antonio Zúñiga,
Luna
se presentará en una única función, a las 21 horas,
en el teatro Juárez.
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