México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
Soldados estadunidenses dispersan a miles que
protestaban por detención de mujer
Ataca la resistencia cuatro oleoductos en el norte
iraquí; paralizada refinería
No se presentaron para retornar a Irak 28 militares
que viajaron con permiso a Estados Unidos
REUTERS Y AFP
Bagdad,
21 de octubre. Soldados estadunidenses dispersaron hoy con disparos
al aire a miles de furiosos iraquíes, que al grito de "Abajo Estados
Unidos" protestaron en esta capital tras conocer que los efectivos de ocupación
detuvieron a una mujer que se negó a una inspección con un
perro adiestrado.
Al mismo tiempo, continuaron los ataques de la resistencia
contra oleoductos, en tanto que el jefe del estado mayor de Estados Unidos,
general Richard Myers, anticipó que sus fuerzas deberán permanecer
allí hasta 2004.
Mientras, un soldado murió cuando explotó
la rueda de un avión, cerca de Bagdad.
Las tropas de Estados Unidos esposaron a la mujer y la
obligaron a permanecer de pie bajo el sol una hora, después que
se negó a ser sometida a registro con la ayuda de un perro adiestrado,
relató un testigo.
Los perros, animal considerado impuro en el Islam, son
utilizados para buscar explosivos en las áreas donde están
los edificios del gobierno. No hubo comentario inmediato por parte del
ejército de Estados Unidos.
Por su parte, la policía iraquí detuvo hoy
a 38 personas que se atrincheraron en una mezquita de la ciudad santa de
Kerbala.
Los detenidos, entre ellos tres importantes responsables
islámicos, eran interrogados este martes para saber si mantienen
vínculos con el clérigo chiíta radical Moqtada Sadr,
cuyos partidarios participaron la semana anterior en esa localidad en los
enfrentamientos con los seguidores de otro dirigente chiíta más
moderado, explicó Ivan Morgan, portavoz de las fuerzas invasoras.
En el norte, cuatro oleoductos que alimentan una refinería
de Bagdad y que llevan combustible a una planta productora de energía
fueron blanco de un ataque rebelde.
El coronel iraquí Khalid Mohammed Ra-shid señaló
que una explosión causó que los oleoductos se incendiaran
al sur de la refinería de Baiji, 190 kilómetros al norte
de Bagdad. "Se trató de un sabotaje," dijo.
Baiji se encuentra al norte de Tikrit, pueblo natal del
derrocado Saddam Hussein.
A su vez, el administrador civil estadunidense en Irak,
Paul Bremer, aseguró que el número de "terroristas" ligados
a la red Al Qaeda y a la organización fundamentalista Ansar al Islam
presentes en el país no deja de aumentar desde hace algunos meses.
Bremer dio a entender que Ansar al Islam (organización
acusada por Estados Unidos de mediar entre Al Qaeda y Hussein) representa
una seria amenaza ya que, aseguró, sus militantes consiguieron entrar
en Irak desde Irán y prepararon operaciones terroristas.
Por lo pronto, el general Myers señaló ante
alrededor de mil 500 infantes de marina que los soldados estadunidenses
probablemente serán necesarios en Irak todo el año próximo.
Habrá una demanda de nuestras fuerzas armadas próximamente.
No sé si se prolongará hasta el 2005", indicó durante
un discurso pronunciado ayer en la base Campo Pendleton, cerca de San Diego,
California.
Los comentarios de Myers son posteriores a la información
publicada el lunes por el diario The Washington Post, según
la cual los comandantes de las fuerzas armadas de Estados Unidos tienen
previsto reducir los niveles de fuerzas en Irak de 130 mil a 50 mil para
mediados de 2005.
Agregó que el plan todavía está en
la etapa de desarrollo y no ha sido aprobado por el secretario de Defensa,
Donald Rumsfeld.
En este sentido, la mayor parte de los cerca de 130 mil
efectivos estadunidenses en Irak será rotada durante la primera
mitad de 2004 y remplazada con unidades más ligeras, afirmó
hoy Rumsfeld, en conferencia de prensa en el Pentágono; reiteró
que el ejército estadunidense seguirá presente en Irak "tanto
tiempo como haga falta".
Mientras, reservistas heridos, algunos de los cuales vuelven
de Irak, protestan desde hace varios días por la forma en que son
recibidos y el limitado tratamiento que reciben en la base de Fort Stewart,
Georgia, cuartel general de la tercera división de infantería,
que realizó el asalto a Bagdad en abril, integrada por unos 200
mil reservistas.
"No pensaba que soldados que combatieron por su país
serían tratados así", declaró un guardia nacional
que pidió el anonimato.
El ejército envió el lunes un equipo de
evaluación a la base y desmintió todo favoritismo hacia los
militares de carrera, en detrimento de los reservistas.
Asimismo, al menos 28 soldados estadunidenses no se presentaron
para retornar a Irak luego de dos semanas de descanso en su país,
ni llamaron para dar una explicación por su ausencia, informó
Pete Mitchell, portavoz del comando central de Estados Unidos.
"No creo que para el nivel actual a nadie le provoque
pánico esta situación", y señaló que se trata
de una pequeña fracción de los más de mil 300 efectivos
desplegados, a los que en forma rotatoria se otorga dos semanas de descanso
desde el 25 de septiembre.
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