"Que quede claro, nosotros no hacemos gobierno con Carlos Mesa", señala

El nuevo gobierno tendrá "un tiempito nomás": dirigente campesino boliviano

Los Sin Tierra invaden una hacienda propiedad de la esposa de Sánchez de Lozada

LUIS A. GOMEZ ESPECIAL PARA LA JORNADA

La Paz, 21 de octubre. "Si ya lo conoce, que hable con el Amancio. Yo ahorita estoy ocupado", dice Felipe Quispe, el Mallku, líder de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores del Campo de Bolivia (CSUTCB) y principal autoridad de la nación aymara. En el auditorio de Radio San Gabriel, en El Alto, están instalados los principales dirigentes del altiplano boliviano. En una butaca, charlando con otros jilacatas (autoridades tradicionales), Amancio Sarzuri acepta dialogar un poco sobre el nuevo gabinete que está conformando el presidente Carlos Mesa. "Ah, sí, La Jornada, de México, Ƒno?", dice, y voltea buscando entre los presentes: "Mallku, ven". Y un hombre de aproximadamente 70 años se acerca hasta nosotros, su poncho rojo y su chicote son más viejos que los de don Amancio.

-Es para un periódico de México. Manda pues un saludo a los hermanos de allá.

Los mallkus son los hombres más sabios, los que conforman el equivalente al concejo de ancianos. "Son nuestros tatas, la gente de mayor razón", explica don Amancio.

"Mi nombre es Crispín Marín Mamani, soy ejecutivo de la provincia Pacajes. Nosotros, nación aymara, somos la absoluta mayoría", dice el Mallku Crispín. "Y quiero mandarle un saludo a los hermanos indígenas de la provincia de México, a los hermanos zapatistas, que también han luchado como nosotros".

Y luego de saludar, don Crispín deja lo demás "con el Amancio, él conoce". ƑY el nuevo gabinete?

"Difícil decir, pues, está comenzando", calibra don Amancio. "Hay varios ahí que son emenerristas (militantes del partido del ex presidente Sánchez de Lozada). Está por ejemplo el Diego Montenegro, un empresario en Santa Cruz, que ahora es ministro de asuntos campesinos: lo conocemos porque fue de los que hizo la política agraria del Goni". Y es que, de acuerdo con la lista de ministros entregada por la presidencia de la república el domingo pasado, hay varios funcionarios que pertenecen al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).

"Ese Nogales fue viceministro con el Tuto", recuerda don Amancio, en referencia al nuevo ministro de Hacienda, que trabajó en la gestión de un año del ex presidente Jorge Quiroga. "Pero les vamos a dar un tiempito nomás. Ya esperaremos estos 90 días para ver qué hacen, no vamos a aceptar que nos sigan mamando (engañando)". Sobre otros ministros, don Amancio no tiene una opinión formada.

Pero en este nuevo gabinete también aparecen figuras de otra clase. El nuevo ministro de Educación es un aymara del departamento de Oruro. El maestro Donato Ayma Rojas enseñó durante varias décadas en las comunidades indígenas. El año pasado, durante la campaña electoral previa a la elección de Gonzalo Sánchez de Lozada, se rencontró con uno de sus muchos alumnos, que en ese momento era candidato presidencial: el diputado y dirigente cocalero Evo Morales Ayma.

"Donato Ayma fue mi maestro", recordó Morales en conversación telefónica. "Fue quien nos enseñó a escribir en aymara. Estuvo, es cierto, con nosotros en varios actos durante la campaña. Pero quiero aclarar que no tenemos ningún parentesco. El se apellida Ayma, que es mi apellido materno, pero eso ya lo he averiguado antes. Es de otra provincia, no tiene relación con mi familia".

ƑEntonces no fue apoyado por el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que preside Evo Morales? "Que quede esto claro: nosotros ya dijimos antes que no íbamos a hacer gobierno con Carlos Mesa. Si él decidió escoger al profesor Donato Ayma, pues nosotros lo felicitamos al profesor y ya".

Sin embargo, otro de los ministros de Carlos Mesa tiene también alguna relación con el MAS: el ministro sin cartera responsable de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios, originario de la región amazónica, Justo Seoane Parapaíno. Sehoane era, hasta hace unos días, miembro de un concejo municipal en representación del MAS. "Bueno, él dejó muy clara su posición", afirma Evo Morales. "Si él quiere trabajar, si cree que puede hacer algo positivo por los pueblos originarios, nosotros aceptamos su decisión. Si no lo hace, que sepa de una vez que el MAS va a ser el primero en oponerse a una mala gestión suya".

Un cheólogo y un ex izquierdista

En el colectivo que baja de El Alto a La Paz, se escucha un noticiero a todo volumen. El ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Juan Ignacio Siles del Valle, dice esperar que los embajadores bolivianos "tengan la cortesía" de presentar todos su renuncia. "Si es el caso, algunos serán ratificados", concluye. Siles del Valle es un diplomático de carrera, pero es también considerado uno de los cheólogos bolivianos: en 1997 obtuvo el Premio Casa de Las Américas por su ensayo sobre la guerrilla del Che en Bolivia. De hecho, el nuevo canciller boliviano es una de las pocas personas que ha tenido acceso al legendario Diario del Che en Bolivia, guardado celosamente en las arcas del Banco Central.

Otro de los flamantes miembros del gabinete de Mesa es Alfonso Ferrufino, quien ha sido designado como ministro de Gobierno. Ferrufino militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria en los años 70, durante la dictadura del general Hugo Bánzer, y en los últimos años en un partido llamado Movimiento Bolivia Libre, que ha participado en los dos gobiernos de Gonzalo Sánchez de Lozada. El último año fue el principal colaborador de Carlos Mesa en la vicepresidencia de Bolivia. Sin embargo, su nombramiento ha sido bien recibido por algunos intelectuales y políticos.

"Es importante -comenta el analista político Alvaro García Linera-, Ferrufino es un hombre con el que seguramente habrá más oportunidad de diálogo para los movimientos sociales". En el colectivo, una señora de falda que vende refrescos en la Plaza del Cóndor, en el popular barrio de San Pedro, dice no conocer a ninguno de los ministros: "ƑCómo será, joven? Ojalá que este gobierno no mate".

En la radio se anuncia que el movimiento Sin Tierra no ha dado tregua alguna al nuevo presidente. A primeras horas de la tarde, en la zona del altiplano donde está la carretera que une a La Paz con la ciudad de Oruro, los Sin Tierra, encabezados por el campesino Angel Durán, han ocupado la hacienda Collana, propiedad de Ximena Iturralde, esposa del ex presidente Sánchez de Lozada: parece que no todos piensan esperar a que el río se calme, no importa quién esté en el gobierno.