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México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
JAZZ
Antonio Malacara
Banda Elástica varía estrategia
A PESAR DE que llevan casi 20 años reinventando el sonido y jugando con el virtuosismo, nunca antes los habíamos encontrado tan elásticos y bienhumorados.
Y ES QUE para su sexto álbum la Banda Elástica decidió variar la estrategia: le encargó la talla de imágenes a seis compositores contemporáneos (todos nacidos entre los años 50 y 60) de música de concierto (ni modo, así le llaman). Los postulados fundamentales se mantenían; se trataba de zambullirse lúdicamente en la vanguardia y la experimentación, pero ahora con obras que los cuates habían escrito ex profeso para ella. Así, la paleta mezclaba los colores dos cuadras antes del infinito y todavía dejaba espacio para los ejercicios de improvisación que la instalan en los bordes de la carpeta del jazz.
LA IRREVERENTE GRANDEZA del nuevo disco de los elásticos va más allá del título, Ai tencargo; se esparce por todos y cada uno de los temas gracias a que los compositores convocados sabían perfectamente para quién estaban escribiendo, tenían plena conciencia de los alcances técnicos, académicos y conceptuales de la banda, pero conocían todavía mejor su espíritu retozante y juguetón, su proclividad hacia el desmadre bien temperado.
MODELO PARA ARMAR, de Javier Alvarez, empieza con jaranas y percusiones que abrevan de los ecos del folclor y la etnia, pero de inmediato son envueltos por polirrítmicas telas de concreto y bocinazos que vociferan y mientan madres. En su turno, Arturo Márquez insinúa un son-pop, Azul ocre, dulce y ligero, que no termina de encajar en la vena central de la obra en su conjunto. Entretanto, la Suite Antonia, de Eduardo Soto Millán, podría resultar la más arriesgada del disco, pues después de los primeros aires cuasi místicos de la flauta, la banda se sumerge en una serie de espesas improvisaciones, en las que la notación de Soto Millán es ya una mera referencia para que el septeto hurgue en sus más jazzísticos rincones.
Sinfín de texturas y destellos en el tema de morales
ROBERTO MORALES, FUNDADOR del desaparecido grupo Alacrán del Cántaro, aparece con la pieza más intrincada del álbum, Banda 1, que en su complejo ir y venir nos receta un sinfín de texturas y destellos que culmina estallando en un placer estético (órale) que el ser agradece sonriendo. El... academicismo, digamos, de las Tres piezas de Hilda Aguirre contrasta fuertemente; se trata de tres minúsculas propuestas en las que las percusiones prehispánicas y hasta una tabla hindú enmarcan, estrictas, el reposo de los alientos, la guitarra y la marimba. Para cerrar con broche de jazz funk, Gabriela Ortiz, nos regala Alien toy, rola que seguramente deleitará a quienes añoran el sonido de la Banda Elástica en los tiempos de Los Awakates de Nepantla (Tiradero, 1994).
ACTUALMENTE, LA BANDA Elástica está integrada por: Guillermo González (guitarras), José Navarro (marimba y percusiones), Sósimo Hernández (bajo), Guillermo Portillo (flautas, sax alto y sax barítono), Juan Alzate (saxos tenor, alto y soprano), David Barret (saxos alto y soprano) y Luis Miguel Costero (batería y tabla).
EL DISCO ANTERIOR, Catálogo de tiraderos, está fechado en 1998, y aunque Ai tencargo estaba listo desde hace tres años, se resistía a aparecer por las mil razones de todos tan sabidas, pero que inevitablemente van de la mano de la realidad cuando alguien se aferra a la independencia, la calidad y la vanguardia artísticas. Pero helo aquí, carajo, para beneplácito de todos aquellos que aún creemos en la libertad y los milagros. Aunque... bueno, esto tiene que ver más con la obstinación y la magia. [email protected]
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