México D.F. Sábado 25 de octubre de 2003
Los trabajos de remozamiento llevaron seis meses
Mañana reinauguran el quiosco morisco de Santa
María la Ribera
MIRNA SERVIN VEGA
Luego de casi seis meses de trabajos de remozamiento,
con una inversión de 3 millones 286 mil pesos, este domingo será
reinaugurado el quiosco morisco de la alameda de Santa María la
Ribera, que durante décadas careció de mantenimiento en su
estructura y fue objeto del vandalismo en una de las zonas con más
altos índices de delincuencia en la ciudad de México.
El
acto de reinauguración se difunde en la colonia por medio de pequeños
carteles pegados en las inmediaciones del lugar, donde se anuncia la presencia
del jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, y de la
delegada de Cuauhtémoc, Virginia Jaramillo, así como la participación
de grupos de baile y música popular.
Considerado monumento histórico de la ciudad y
patrimonio nacional, desde 1972, el quiosco morisco fue instalado en el
parque de la colonia en 1910. Sin embargo, fue construido mucho antes por
el ingeniero José Ramón Ibarrola, para ser exhibido en el
pabellón que representó a nuestro país en la exposición
internacional de Nueva Orleáns, Estados Unidos, durante 1884 y 1885,
y en la Feria Mundial de París, Francia, en 1889.
La primera sede del monumento fue la Alameda Central,
donde servía de escenario para los sorteos de la Lotería
Nacional, de acuerdo con el libro Santa María la Ribera y sus
historias, de Graciela Enríquez Escobar y Armando Hitzelin Egido,
editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Universidad
Nacional Autónoma de México.
La delegación informó que los trabajos de
conservación y mantenimiento de esta joya arquitectónica
se llevaron a cabo en tres etapas. La primera consistió en la limpieza
de óxidos y contaminación de la superficie; la segunda, la
reposición de partes faltantes en el barandal y el cambio de piezas
de metal y madera en mal estado; la tercera etapa consistió en los
acabados de pintura sobre herrería, plafones y ornamentos.
De acuerdo con la documentación existente, en 1982
se hizo una restauración que llevó cinco años; además,
en ese sexenio -de José López Portillo- se retiraron la cúpula
y el barandal para su reparación. Fue entonces cuando se perdieron
los vitrales originales.
Tras la reinauguración de la obra, los vecinos
de la colonia y la delegación establecerán conjuntamente
las normas de conservación y cuidado del quiosco.
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