México D.F. Sábado 25 de octubre de 2003
Tres soldados de EU y dos niños iraquíes
murieron en ataques a Samarra y Mosul
Jornada de violencia marca la visita del número
dos del Pentágono a Irak
En el Capitolio cuestionan a la CIA por exagerar la
supuesta amenaza de Hussein Manifestantes de 145 ciudades estadunidenses
demandarán hoy en Washington fin a la intervención en la
nación árabe
REUTERS, DPA Y AFP
Bagdad, 24 de octubre. Tres soldados de Estados
Unidos murieron este viernes en dos ataques en las ciudades de Samarra
y Mosul. Se trató de una jornada de creciente violencia en la que
también fallecieron dos niños iraquíes, en momentos
en que el número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz, comenzó
una misión en Irak.
La visita de Wolfowitz a la nación árabe
será de cuatro días, anunció el Pentágono.
El funcionario se reunirá con los comandantes estadunidenses en
el terreno, así como con responsables iraquíes, según
la fuente.
Mientras, las bajas de este viernes elevaron a 108 el
número de soldados estadunidenses muertos por fuego hostil desde
que el presidente George W. Bush declaró el fin de los combates
principales en Irak, el 1o. de mayo.
En los sucesos de este día un soldado murió
en una acción en el oeste de la ciudad de Mosul, a 350 kilómetros
al norte de Bagdad, indicó el ejército estadunidense. Los
atacantes usaron armas pequeñas, según el comunicado.
Posteriormente, dos soldados estadunidenses murieron por
un ataque con morteros cerca de la ciudad de Samarra, según una
portavoz militar, quien agregó que otros cuatro soldados resultaron
heridos en ese episodio, a unos 100 kilómetros al norte de Bagdad.
Samarra es parte del llamado triángulo sunita,
al norte y oeste de la capital iraquí, considerado territorio leal
al derrocado presidente Saddam Hussein y donde es más fuerte la
resistencia a la ocupación estadunidense.
La violencia en Irak causa bajas no sólo entre
las fuerzas de ocupación, sino también entre civiles iraquíes.
Un ataque con granadas causó la muerte de dos niños y dejó
cuatro heridos en una estación de policía de Mosul. Tres
atacantes lanzaron una granada adentro del edificio policial en horas de
la tarde, informó el general de policía Zaid Ayuni.
Los
niños muertos tenían tres y ocho años, y la policía
arrestó a un hombre, que fue entregado a los soldados estadunidenses.
En el barrio de Al Durra, en Bagdad, dos iraquíes
murieron este viernes y otros siete civiles resultaron heridos, algunos
de ellos de gravedad, por granadas de mortero lanzadas por desconocidos,
según la cadena árabe Al Jazeera.
El ataque, que no fue confirmado por los estadunidenses,
estaba probablemente dirigido contra la planta eléctrica central
de la ciudad, que sólo sufrió ligeros daños materiales.
Soldados estadunidenses resultaron también heridos
en dos ataques a convoyes militares en las localidades de Abu Ghoreib y
Fallujah, al oeste de la capital iraquí, según testigos.
Mientras, la policía iraquí detuvo en la
ciudad de Kirkuk a cuatro personas acusadas de estar relacionadas con el
antiguo partido Baaz de Hussein, e implicadas en ataques contra las fuerzas
de ocupación. Los sospechosos fueron entregados después a
las fuerzas estadunidenses para ser interrogados.
En Estados Unidos, entre tanto, el diario The Washington
Post dijo que los servicios de inteligencia estadunidenses serán
sentados en el banquillo de los acusados por una importante comisión
del Senado, por haber exagerado las amenazas iraquíes sobre las
armas de destrucción masiva para justificar la guerra.
La investigación de la Comisión de Inteligencia
del Senado, en proceso de elaboración, se mostró asombrada
de que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés), dirigida
por George Tenet, haya empleado para la redacción de documentos
claves simples presunciones e informaciones controvertidas o que venían
de una sola fuente, según el rotativo.
La pesquisa realizada por el Senado es parecida a la que
realizó la Cámara de Representantes y se enfoca principalmente
en el papel de la CIA y de las otras agencias de inteligencia en el desencadenamiento
de la guerra, más que en el papel de la Casa Blanca.
El periódico destacó que la comisión
está muy dividida sobre la necesidad de investigar o no la manera
en la cual la administración Bush utilizó estos datos dados
por la CIA.
El senador demócrata John Rockefeller indicó
al Washington Post tener la intención de lanzar una investigación
para saber si Bush, el vicepresidente Richard Cheney y el secretario de
Defensa, Donald Rumsfeld, entre otros, exageraron las amenazas iraquíes.
De su lado, Washington se prepara para recibir este sábado
a por lo menos 200 autobuses cargados con manifestantes de 145 ciudades
de Estados Unidos, en la primera gran protesta desde que Bush declaró
el fin de los combates en Irak.
Los manifestantes llegarán a la capital estadunidense
convocados bajo la consigna Traigan las tropas a casa ya y Fin
a la ocupación de Irak.
Según un sondeo publicado esta semana por el Instituto
de Investigación Pew, 39 por ciento de los estadunidenses quiere
la retirada lo más pronto posible de sus tropas de Irak, contra
32 por ciento en septiembre. No obstante, el estudio -realizado entre el
15 y el 19 de octubre- señala que la mayoría de los estadunidenses
(58 por ciento) desea que las tropas permanezcan en el país árabe
hasta que sea instaurado un gobierno iraquí estable.
El nivel de la desilusión pública con el
proyecto iraquí de la administración Bush aún es relativamente
silencioso, advierten analistas, para quienes todavía no hay un
serio movimiento antiguerra como el que hubo durante el conflicto en Vietnam.
MUEREN EN IRAK OTROS TRES SOLDADOS DE EU En una jornada de creciente violencia, tres soldados estadunidenses perdieron la vida tras dos ataques en la ciudades de Samarra y Mosul, con lo que suman ya 108 los militares caídos por fuego hostil desde el pasado primero de mayo. En la imagen, un grupo de bagdadíes miran los escombros que dejaron las explosiones de granadas de morteros que fueron lanzadas por desconocidos sobre el barrio de Al Durra y que ocasionaron la muerte de dos iraquíes y dejaron heridos a otros siete FOTO AFP
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