México D.F. Lunes 27 de octubre de 2003
Bush dice que no se dejarán intimidar;
Powell admite que no esperaban ataques tan intensos
Nueva ofensiva contra la zona de oficinas de EU en
Bagdad
Wolfowitz califica de héroes a sus soldados;
un muerto y 17 heridos en la embestida de ayer
AFP, REUTERS Y DPA
Bagdad, 26 de octubre. Al menos dos fuertes explosiones
sacudieron la noche de este domingo un área de Bagdad donde se encuentran
las oficinas centrales de la administración estadunidense, cerca
del hotel Rashid, sitio en el que el subsecretario de Defensa de Estados
Unidos, Paul Wolfowitz, salió ileso esta mañana durante un
ataque en el que fueron lanzados 29 cohetes contra el inmueble y que dejó
como saldo un militar estadunidense muerto y 17 heridos.
El presidente George W. Bush advirtió que su gobierno
no se dejará intimidar ni confundir por los atentados en Irak, al
tiempo que su secretario de Estado, Colin Powell, reconoció que
Washington no esperaba ataques tan intensos en la nación árabe.
Las explosiones de esta noche se sucedieron en "el interior
de la zona verde", declaró un vocero militar, que agregó
que se inició una investigación sobre lo ocurrido. La zona
verde es un término empleado por las fuerzas ocupantes para
designar un sitio del centro de Bagdad cercado por el ejército y
que comprende el palacio del ex presidente Saddam Hussein y varios edificios
administrativos.
El ataque de la mañana al hotel Rashid socavó
los alegatos de Washington de que estaba derrotando a los guerrilleros
que han causado la muerte de 109 soldados estadunidenses desde que Bush
declaró el fin de los grandes combates el pasado primero de mayo.
Se
dispararon 29 cohetes contra el hotel, declaró a Afp un oficial
estadunidense. "En total había 40, de los cuales 29 fueron disparados
y otros 11 abandonados en el lanzacohetes", los cuales se encontraban en
un remolque, precisó el oficial, que pidió el anonimato.
"Es una mezcla de cohetes de 85 y 68 milímetros"
de diámetro, agregó. Según él, los cohetes
de 68 milímetros son generalmente disparados desde helicópteros,
mientras que los de 85 son utilizados para disparos tierra-aire.
Los disparos se hicieron desde el parque zoológico
de Bagdad, ubicado a menos de 100 metros del hotel, informó un coronel
de la policía iraquí. "Los atacantes lanzaron por lo menos
cuatro cohetes anti-tanque RPG desde el zoológico", afirmó
a Afp. "(Los atacantes) se dieron a la fuga a bordo de una camioneta",
agregó la fuente, y precisó que dos policías iraquíes
resultaron heridos.
Posteriormente los soldados estadunidenses desmantelaron
las baterías y las colocaron en un vehículo camuflado de
las fuerzas especiales estadunidenses. También sacaron de los tubos
cohetes que no fueron lanzados. El remolque, azul y propiedad de una empresa
de obras públicas, fue trasladado a otro lugar.
En el hotel Rashid, los cohetes abrieron por lo menos
ocho boquetes, el más grande de entre 6 y 9 metros de diámetro,
y destrozaron las ventanas de una veintena de habitaciones en el costado
occidental del hotel. Aparentemente los daños más serios
ocurrieron en el quinto y octavo pisos del edificio, que tiene 18 plantas.
El ataque dejó como saldo un militar estadunidense
muerto y 17 heridos, informó el general de brigada estadunidense
Martin Dempsey. Entre los lesionados figuran dos policías iraquíes,
cuatro soldados y siete civiles estadunidenses; también resultaron
heridos un británico, un italiano, un checo y un nepalés,
todos civiles.
Por su parte, Jeremy Greenstock, representante especial
de Gran Bretaña en Irak, señaló en un comunicado que
el herido británico "trabajaba para el tesoro público" de
su país y estimó que el ataque estaba destinado a "frenar
el trabajo de las fuerzas angloestadunidenses para (instaurar) la paz y
democracia en Irak".
Este ataque contra el hotel Ra-shid, estaba preparado
desde hace "uno o dos meses" y por lo tanto no tenía como blanco
a Wolfowitz, afirmó el general Dempsey. "No existe ninguna duda
que ellos (los atacantes) debieron repetir (sus misiones de) reconocimiento
y vigilancia del sector", añadió.
El pasado 27 de septiembre, este mismo hotel fue blanco
de tres cohetes de fabricación casera que no provocaron víctimas
ni grandes daños materiales.
Bush afirmó en su discurso radial de los domingos
que Estados Unidos no se dejará intimidar ni confundir por los ataques
y atentados en Irak, en referencia al incidente contra el hotel Rashid.
El jefe de la Casa Blanca subrayó que su país
y sus aliados no permitirán que Irak vuelva a ser "hogar de la tiranía
y el terror o una amenaza para el mundo".
Por su parte, Powell reconoció que la intensidad
y el número de ataques en la nación petrolera son mayores
de lo esperado por Washington, en declaraciones a la cadena NBC. "No contamos
con que sería tan intensivo y duraría tanto", señaló.
Sin embargo, afirmó que a pesar de esto se producen "avances considerables
en la reconstrucción de Irak".
El administrador civil estadunidense en Irak, Paul Bremer,
afirmó que la eventual captura de Hussein no detendrá los
ataques como el del hotel Rashid. "No detendrá los ataques, pero
será útil porque terminará el sueño" de los
que esperan un retorno al poder del ex líder iraquí, declaró
Bremer a la cadena Fox News. Asimismo, indicó que cree que Hussein
todavía se encuentra en Irak, pero no sabe dónde.
Wolfowitz, uno de los arquitectos de la invasión
a Irak, improvisó una conferencia de prensa dos horas después
del ataque. Visiblemente aterrado y con la voz temblorosa señaló:
"Continuaremos nuestro trabajo pese a los actos desesperados de un régimen
moribundo", y estimó que los estadunidenses que se encuentran actualmente
en Irak, civiles o militares, son "héroes".
"Este acto terrorista no nos detendrá en esta misión,
que consiste en ayudar al pueblo iraquí a liberarse del tipo de
criminales que hizo esto, y proteger al pueblo estadunidense del terrorismo",
dijo un demacrado Wolfowitz.
El funcionario no se refirió a las presuntas armas
de destrucción masiva iraquíes, que fueron el argumento principal
del gobierno de Bush parar lanzar la invasión a Irak, y que hasta
ahora no se han encontrado.
Otra embestida en Balad
Los
ataques de la resistencia no se limitaron a la llamada zona verde.
Dos soldados estadunidenses resultaron heridos este domingo cuando explotó
un artefacto de fabricación artesanal al paso de su convoy en Balad,
30 kilómetros al norte de Bagdad, según un testigo; el ejército
invasor no confirmó el incidente.
Además, Luis Puga Gandar, de 29 años, sargento
español de la brigada iberoamericana Plus Ultra, murió
tras ser alcanzado por un disparo accidental de un compañero en
la ciudad sureña iraquí de Diwaniya, informó en Madrid
el Ministerio de Defensa español.
Finalmente, 48 por ciento de los estadunidenses aprueban
la acción de Bush en Irak, pero 56 por ciento desea que se envíen
menos soldados a ese país, según un sondeo que publicará
este lunes el semanario Newsweek.
La percepción del desempeño de la administración
estadunidense en Irak es ligeramente mejor ahora que hace dos semanas,
con 48 por ciento de opiniones favorables frente a 44 por ciento, pero
sigue siendo 26 puntos menor que la registrada al momento de la caída
de Bagdad, a mediados de abril.
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