México D.F. Lunes 27 de octubre de 2003
La demolición, "crimen de guerra", señala
el negociador palestino Saeb Erekat
"Ilegal", el derribo de edificios en Gaza por Israel:
representante de la ONU
Sharon rechaza la iniciativa de Ginebra; Siria anuncia
represalias si Tel Aviv ataca de nuevo
REUTERS, AFP Y DPA
Gaza, 26 de octubre. El coordinador de la Organización
de Naciones Unidas para Medio Oriente, Terje Roed-Larsen, denunció
hoy como "ilegal" la demolición en la franja de Gaza de tres edificios
palestinos por el ejército israelí, acción que Saeb
Erekat, negociador palestino, calificó de "crimen de guerra".
A su vez, el primer ministro israelí, Ariel Sharon,
declaró en Jerusalén que su país debe "impedir la
adopción de la iniciativa de Ginebra", plan elaborado por la izquierda
israelí y palestinos, destinado a frenar la violencia en la convulsionada
región.
Roed-Larsen subrayó que recurrir a la destrucción
de propiedades como medida de castigo "es una clara violación al
derecho internacional", por lo que es "ilegal", señaló en
un comunicado emitido por su oficina en Gaza.
Añadió que tales acciones "son contraproducentes
para las legítimas preocupaciones de Israel sobre su seguridad,
debido a que aumentan la ira y la desesperanza de los palestinos", y lamentó
"firmemente" la destrucción de estos edificios, pertenecientes a
familiares de palestinos miembros de los servicios de seguridad.
Tropas
israelíes, apoyadas por tanques, derribaron esta madrugada tres
edificios de 13 plantas y una comisaría, en la localidad de Al Zahara,
que según el ejército fueron empleados para preparar el asalto
del viernes pasado contra la colonia judía de Netzarim, durante
el cual murieron tres soldados.
Un portavoz el ejército, el mayor Sharon Feingold,
expresó que los tres edificios fueron construidos por la Autoridad
Nacional Palestina para el servicio de seguridad preventiva. "Fueron usados
en los últimos tres años para reunir inteligencia sobre el
movimiento de los colonos y el despliegue del ejército", aseguró.
"La destrucción de este proyecto inmobiliario -de
más de 140 apartamientos- es un crimen de guerra, una clara violación
a la convención de Ginebra", afirmó el principal negociador
palestino, Saeb Erekat.
Por lo pronto, políticos y comentaristas de la
prensa israelí discuten sobre el sentido y la utilidad del asentamiento
de Netzarim, donde viven 60 familias judías en medio de la franja
de Gaza, densamente poblada por palestinos, que debe ser protegida por
un batallón del ejército.
El ministro israelí de Justicia, Joseph Lapid,
afirmó que la opinión pública rechaza este asentamiento.
"No debemos premiar a la violencia, pero es hora de que el gobierno discuta
sobre el futuro de Netzarim", añadió.
Un alto oficial del ejército, cuyo nombre no fue
revelado, declaró a Radio Israel que Netzarim es "una carga demasiado
grande", y que si bien hay cierto beneficio con la presencia israelí
en territorio palestino, el ejército lo paga con un costo demasiado
elevado de vidas.
"La frustración surgida de la futilidad de la lucha
del ejército contra el terrorismo da lugar al creciente sentimiento
de indignación por la muerte inútil de soldados cuya vida,
al parecer, nos cuesta cara, por la defensa de colonias aisladas", publicó
hoy el diario Yediot Aharonot.
Otros cuatro palestinos ultimados
Horas después de la destrucción de edificios
en la franja de Gaza, cuatro palestinos fueron abatidos durante un tiroteo
con militares israelíes, según reportó la radio castrense
de Tel Aviv. Otras versiones indican que la refriega ocurrió a las
afueras de una posición del ejército cerca del bloque de
colonias de Gush Katif, y que sólo murió un palestino, mientras
otros tres resultaron heridos.
Además, militantes palestinos lanzaron esta mañana
desde la franja de Gaza un cohete Qassam contra la localidad israelí
de Sderot, sin causar daños ni víctimas.
Sharon, en tanto, destacó la necesidad de luchar
para impedir la adopción de la iniciativa de Ginebra y contra el
apoyo que recibe de los estados europeos, por lo que instó a su
ministro de Relaciones Exteriores, Sylvan Shalom, a proseguir su actividad
en ese sentido.
líderes israelíes de la oposición
de izquierda, dirigidos por el ex ministro laborista de Justicia Yossi
Beilin, y varios responsables palestinos elaboraron el 12 de octubre, en
Jordania, la llamada iniciativa de Ginebra, que pretende contener la violencia
entre ambas partes, la cual será firmada el 4 de noviembre en Suiza.
Los palestinos se comprometen en ese texto a renunciar
al derecho de regreso de los refugiados a Israel y a poner fin al conflicto,
y a cambio Tel Aviv tendría que compartir la soberanía en
el casco antiguo de Jerusalén y ceder a los palestinos 97.5 por
ciento de Cisjordania.
"Es una lástima que en el mundo y en Israel se
intente en vano presentar alternativas" al mapa de ruta, aseveró
el primer ministro durante una reunión de su gabinete, de acuerdo
con un comunicado difundido por su oficina.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de
Siria, Faruk al-Shara, amenazó a Israel con represalias contra sus
colonias en la meseta del Golán.
"Si somos atacados de nuevo, nuestro pueblo no lo soportará
y deberemos ejecutar su voluntad", declaró al diario británico
Sunday Telegraph.
El canciller se refería al ataque israelí
del pasado 5 de octubre -el primero en dos décadas- contra un presunto
campamento de entrenamiento "terrorista" cerca de Damasco, que según
Tel Aviv era utilizado por grupos palestinos de resistencia como Jihad
Islámica.
Ese ataque, que Estados Unidos no condenó, fue
lanzado contra civiles, aseguró entonces Siria. A su vez, el Frente
Popular para la Liberación de Palestina-Comando General refirió
que varios civiles resultaron heridos por el ataque, y aseguró que
el lugar fue anteriormente campo de entrenamiento suyo, pero fue evacuado
hace año y medio y transformado en campo de refugiados.
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