México D.F. Lunes 27 de octubre de 2003
"Es una decisión escandalosa; debe ser rectificada", clama el ministro del Trabajo
Polémica en Italia por fallo judicial que ordena retirar crucifijos de un colegio
"ƑCómo quitar un símbolo esencial de los valores del país?", cuestiona cardenal
REUTERS
Roma, 26 de octubre. El fallo de un tribunal italiano de que un colegio debe retirar los crucifijos de sus paredes desató una agria polémica sobre los derechos de los musulmanes y laicos frente a cardenales católicos y ministros conservadores.
En respuesta a una denuncia de Adel Smith, activista musulmán que no quería que sus dos hijos contemplaran crucifijos en su escuela primaria, un tribunal de la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, determinó el fin de semana que los símbolos religiosos deben ser retirados. "Italia no es el Vaticano", dijo Smith al diario La Reppublica.
"No tengo nada contra el crucifijo (...) simplemente quiero que se cumpla un derecho constitucional de que no se exhiban símbolos religiosos en las aulas del colegio donde estudian mis hijos", añadió el activista.
El juez señaló que los crucifijos "muestran la intención inequívoca del Estado de colocar el catolicismo en el centro del universo (...) en las escuelas públicas, sin el menor respeto por el papel de otras religiones en el desarrollo de la humanidad".
El fallo desató la ira de autoridades religiosas y políticas en un país que oficialmente separó a la Iglesia del Estado, pero que permanece muy unido a sus raíces católicas.
"Es una decisión escandalosa que debe ser rectificada lo antes posible. Es inaceptable que un juez borre milenios de historia", señaló el ministro del Trabajo, Roberto Maroni, de la conservadora Liga del Norte.
Dos leyes de los años 20 -cuando Italia era una monarquía y era gobernada por los fascistas- que obligan a los colegios a mostrar crucifijos en sus aulas todavía están técnicamente en vigor.
Sin embargo, desde 1984, cuando el catolicismo dejó de ser la religión oficial del Estado, bajo un nuevo concordato firmado por el Vaticano, no se ha procedido todavía a la reforma de las leyes. Algunos profesores han retirado los símbolos, mientras otros los han mantenido en su sitio.
"ƑCómo puede alguien ordenar quitar de las aulas un símbolo de los valores esenciales de nuestro país? Esta decisión ofende a la mayoría de los italianos", dijo el cardenal Ersilio Tonini.
El fallo tiene sus defensores, especialmente entre sindicatos de profesores seculares o de izquierda.
A su vez, Armando Calano, líder de la sección de Educación del poderoso sindicato CGIL, declaró: "Quitar los crucifijos de los colegios ayuda a integrar a los niños de otras creencias y a luchar contra la discriminación. Es una decisión valiente y moderna".
No es la primera vez que el tema genera polémica. El año pasado, la ultraconservadora ministra de Educación, Letizia Moratti, propuso junto a otros miembros del gobierno de centroderecha que fuera obligatorio exhibir crucifijos en aulas, oficinas públicas e incluso en las estaciones de tren.
Líderes judíos y musulmanes rechazaron de inmediato la propuesta, que no fue aprobada.
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