México D.F. Lunes 27 de octubre de 2003
Busca militarizar el área y romper el eje Brasil-Argentina en su nueva agenda geopolítica
Presiones de EU en la zona sudamericana con la mayor reserva de agua del mundo
Los presidentes Kirchner y Lula declararon cuestión de Estado el tema del líquido
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 26 octubre. Estados Unidos presiona para militarizar la región sudamericana y romper el eje Brasil-Argentina, en el contexto de una nueva agenda geopolítica en la que además se juega la que sería la mayor reserva de agua dulce del mundo, el llamado Sistema Acuífero Guaraní, por lo que muchos vaticinan que luego del petróleo vendrán las guerras del agua.
La región, sin embargo, resiste, aunque la administración de George W. Bush intenta imponer su visión más allá del rechazo de las cancillerías, como quedó al descubierto con un curso sobre terrorismo que Washington acordó con la cancillería argentina pasando por encima del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por lo pronto, Paraguay rechazó la víspera la firma de un acuerdo con Estados Unidos para otorgar inmunidad a sus militares y funcionarios en misiones en territorio paraguayo, concesión que Washington tampoco logró arrancar recientemente a Argentina.
El presidente Nicanor Duarte rechazó la firma del acuerdo con Estados Unidos sobre la inmunidad, pues "el gobierno considera que la petición formulada por Estados Unidos encuentra suficiente respuesta al amparo de los acuerdos existentes", señala un comunicado de la cancillería, en alusión al tratado bilateral para extradiciones.
Administraciones anteriores concedieron "inmunidades especiales" a los militares y civiles estadunidenses que participaban en maniobras, asesoría y otras misiones. En julio pasado, Estados Unidos hizo pública la lista de 35 países a los que se suspendía la ayuda militar de este año por negarse a dar inmunidad a sus soldados. Pero lo cierto es que la sociedad paraguaya mayoritariamente rechazaba esta solicitud, en esta castigada región donde inmunidad es igual a la impunidad que ha logrado dañar las transiciones democráticas y las bases de la democracia. Paraguay fue uno de los países donde funcionó, durante la dictadura de Alfredo Stroessner, una especie de oficina regional de la CIA (Agencia Central de Inteligencia estadunidense), y el descubrimiento de los llamados archivos del terror en diciembre de 1992 reveló cómo oficiales de la FBI y otras agencias gubernamentales estadunidenses entrenaron a figuras emblemáticas de la represión paraguaya.
El diario paraguayo ABC Color considera que la posición del gobierno de Duarte es un paso importante en el camino de la integración regional del Mercado Común del Sur, al recordar que Brasil ha reiterado su negativa a que se realicen en su territorio ejercicios multinacionales y que Argentina decidió no otorgar inmunidad total -ofrecía una parcial, sólo en el contexto de los ejercicios- a militares estadunidenses, por lo que se suspendieron las prácticas Aguila III.
El acuífero Guaraní
Otro tema que une a estos tres países es el de las reservas del acuífero Guaraní. Entre el 12 y el 15 de noviembre próximo se realizará el Foro Social del Agua Acuífero Guaraní en Sao Paulo, y allí se discutirá a nivel parlamentario y también de diversos organismos este tema clave en la geoestrategia de defensa de los recursos en la región. Por lo pronto, el tema ya es una cuestión de Estado planteada por los presidentes argentino, Néstor Kirchner, y brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que lo instalaron en su agenda.
Según investigaciones, el acuífero Guaraní, que abarca un millón 200 mil kilómetros en el subsuelo de los países citados más Uruguay- es la reserva de agua pura más importante del mundo, capaz de abastecer "indefinidamente a 360 millones de personas". Además, la región tiene una enorme reserva de agua dulce en los glaciares, y tomando en cuenta el valor estratégico (menos de 3 por ciento del agua del mundo es dulce), no extrañaría que ahora sea visto como un recurso para comerciar, como el petróleo.
Esto, entre otras cosas, ha convertido la zona en un punto de mira de intereses extranjeros. La insistencia estadunidense en señalar a la llamada Triple Frontera que une Paraguay, Argentina y Brasil, como un "nicho de terroristas" sin prueba alguna, sería parte de esa ofensiva tendiente a la apropiación de los grandes recursos.
La Declaración sobre el Agua y la Pobreza que realizaron recientemente Lula y Kirchner en la sureña provincia argentina de Santa Cruz y la formación de la llamada Red Parlamentaria de América Latina por la soberanía del agua son pasos importantes para la defensa de esos recursos, cuando aumenta la demanda de agua potable y la contaminación en los ríos y aguas en países altamente industrializados.
Muchos hablan por ello de las guerras del agua por venir. Por esta razón es preocupante para América Latina la reactivación militar de Estados Unidos en la región y la estrategia que arma respecto del Cono Sur, tratando de crear pautas ligadas a la seguridad y la actuación de fuerzas armadas en conflictos internos, para militarizar la región.
Las presiones de Estados Unidos se renuevan y misiones del Pentágono del más alto rango buscan por todos los medios involucrar a los ejércitos de la región en una fuerza multilateral, que además sirva -entre otras cosas- para contener los conflictos sociales, que en el trazado de la guerra de baja intensidad ven como "inevitables".
El 25 de marzo pasado, en la reunión de militares de países del Cono Sur convocada por Estados Unidos en Miami, se intentó la creación de esta fuerza multilateral, que sería en apoyo al Plan Colombia, netamente un esquema de contrainsurgencia. Sería un nuevo Cóndor -la coordinadora represiva y asesina de las dictaduras del Cono Sur en los 70-, ha denunciado Martín Almada, descubridor de los archivos del terror en Paraguay.
Por eso todas las miradas están puestas en la reunión de seguridad que se celebrará en México, cuando aquí el periodista Horacio Verbitsky reveló en el diario Página 12, un acuerdo de Gendarmería (policía de fronteras argentinas) con Estados Unidos para un "Curso sobre terrorismo", en el cual se enseña que el Islam es "proclive" al terror y la Triple Frontera un "asentamiento" de terroristas. El líder palestino Yasser Arafat ilustra el capítulo de terrorismo, y la foto de Sigmund Freud, el instinto de muerte y "agresividad humana". La cancillería lo detectó y ordenó que el curso, acordado para su uso en la OEA, fuera descontinuado, pero pocos dudan que Washington intentará seguir sembrando "por medio de subrepticias quintas columnas locales", señala Verbitsky, su visión unilateral del mundo.
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