México D.F. Miércoles 29 de octubre de 2003
Estados mexicanos que no expulsaban mano de
obra comienzan a hacerlo: Fomin
Se extiende la migración hasta profesionistas
y clasemedieros
Connacionales residentes en Estados Unidos envían
al país 14 mil 500 mdd al año Reciben remesas regularmente
11 millones de adultos; 20 millones de personas se sostienen con esos recursos
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y DAVID ZUÑIGA
Estimulada por la prolongada falta de oportunidades de
progreso, la migración de mexicanos hacia Estados Unidos comenzó
a extenderse a entidades que tradicionalmente no eran expulsoras de mano
de obra y a núcleos de población de clase media y profesionistas,
reveló una encuesta presentada este martes en un foro organizado
por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Cada año los mexicanos residentes en Estados Unidos
envían a este país 14 mil 500 millones de dólares,
de acuerdo con el resultado de la encuesta, elaborada por el Fondo Multilateral
de Inversiones (Fomin), entidad perteneciente al BID, y el Pew Hispanic
Center (PHC, por sus siglas en inglés), uno de los centros de investigación
más reconocidos de Estados Unidos en el estudio de temas sobre migración.
El monto documentado en la encuesta, que difiere de los
13 mil millones de dólares anuales estimados por el Banco de México,
es una suma que contribuye a la estabilidad financiera del país,
dado que supera a la inversión extranjera directa, pero es también
"un motor que estimula el crecimiento de la economía y en especial
de la actividad en las comunidades receptoras", comentó Agustín
García, director ejecutivo para México y República
Dominicana en el BID.
La encuesta realizada por el BID y el PHC fue elaborada
por la firma estadunidense Bendixen y Asociados, empresa especializada
en sondeos de opinión pública con sede en Coral Gables, Florida.
Algunos de sus resultados demuestran que los recursos enviados hacia este
país por los mexicanos residentes en Estados Unidos tienen mayor
importancia de la que convencionalmente se cree y explican, también,
la ambición de fuerzas políticas mexicanas por obtener el
apoyo de la comunidad mexicana en Estados Unidos.
Sergio Bendixen, responsable de la encuesta, informó
que 18 por ciento de adultos mexicanos recibe remesas regularmente. Ello
representa que 11 millones de adultos, responsables de hogares que cuentan
con entre tres y cinco integrantes, obtienen recursos por esta vía,
lo que representa que al menos 20 millones de personas en el país
se sostienen de algún modo con los recursos recibidos de sus familiares
en Estados Unidos.
"El estereotipo del mexicano que emigra a Estados Unidos
es el del obrero no calificado o campesino con un nivel de escolaridad
escaso. Generalmente la emigración se ha vinculado con la región
de la altiplanicie central del país", comentó Bendixen. "Sin
embargo, un resultado importante del sondeo determinó que las remesas
circulan hacia todos los sectores de la sociedad mexicana y prácticamente
a cada una de las regiones del país", añadió.
En el mismo foro, Roberto Suro, director del Pew Hispanic
Center, abundó: "Cada vez más personas de la clase media
y personas con mayor preparación académica se van a Estados
Unidos a buscar trabajo". Los mexicanos, apuntó, se van fundamentalmente
por razones económicas.
El valor de las remesas es un factor económico
que incide cada vez más en la relación de México con
Estados Unidos, según Suro. "Estos flujos han llegado a ser centrales
para la economía de México y para la relación con
Estados Unidos. Las remesas no son sólo un beneficio para los pobres,
sino que esta encuesta nos dice que casi la quinta parte (18 por ciento)
de la población adulta del país recibe remesas con alguna
regularidad", señaló.
Llega el dinero, se va la cultura
En conjunto, el valor de las remesas que ingresan cada
año al país es un factor de la estabilidad financiera de
México. A nivel de las regiones o comunidades, estos recursos significan
la diferencia entre la pobreza y vivir con cierta holgura. Pero en el foro
auspiciado ayer por el BID quedó claro que el creciente monto de
recursos que ingresa al país por esta vía no debe ser motivo
de complacencia o de confiar en estos flujos para que el Estado deje de
cumplir sus funciones sociales.
Raúl Hinojosa, director del Centro para la Integración
y el Desarrollo de América del Norte (NAID, por sus siglas en inglés),
perteneciente a la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), llamó
la atención sobre un hecho que está ocurriendo en el país.
Comunidades enteras -sobre todo mencionó ejemplos en Oaxaca- han
emigrado hacia Estados Unidos.
"Cuando esas comunidades se van, desaparece de algún
modo una lengua, tradiciones relacionadas con la tierra, toda un cultura
se muere, es una especie de genocidio cultural que debe ser prevenido con
políticas públicas efectivas y no con instancias menores,
como la creación de institutos dependientes de la oficina presidencial",
señaló.
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