México D.F. Lunes 8 de diciembre de 2003
ENTREVISTA /IGNACIO
CARRILLO PRIETO, FISCAL ESPECIALIZADO EN MOVIMIENTOS SOCIALES Y POLITICOS
DEL PASADO
La fiscalía acusará de genocidio a ex funcionarios
QUIEN DIGA QUE SOLO CONSIGNAMOS A GENTE DE MENOR RANGO
¡LO DICE DE MALA FE!
Durante la guerra sucia el gobierno operó
medidas "para exterminar" a disidentes. Las puso en práctica un
grupo de "civiles y militares" que sólo pudo haber actuado "con
la orden del jefe supremo del país", expresa el fiscal
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
La Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales
y Políticos del Pasado (Femospp) sí presentará cargos
por genocidio contra ex funcionarios federales de los años 70 y
80 implicados en la guerra sucia, "porque hubo un conjunto de medidas
que tomó el gobierno para exterminar a un grupo disidente, fraccionado
en distintas entidades, pero a final de cuentas un grupo que se opuso al
autoritarismo y como tal fue señalado y delimitado con la intención
de aniquilarlo por la vía ilegal de la fuerza", afirmó el
fiscal Ignacio Carrillo Prieto.
-¿Existen pruebas de ello?
-Absolutamente.
-Si bien existe un documento en el cual se trasmitieron
órdenes del ex secretario de la Defensa Nacional, Hermenegildo Cuenca
Díaz, para exterminar a Lucio Cabañas y sus seguidores en
el estado de Guerrero en los años 70, ¿tiene más pruebas
de ese tipo que aludan al extermino de integrantes de grupos guerrilleros
durante la guerra sucia?
-Ajá. (Asiente con la cabeza.)
-¿Fue una política continua?
-Se tienen elementos que permiten señalar, establecer,
que una medida, otra y otra, no eran para entregar a los infractores -y
voy a utilizar palabras que no comparto-, a los levantiscos, revoltosos
o insurrectos, a la autoridad competente, sino aniquilarlos. Cada medida
es pieza de un rompecabezas.
"La intención era hacerlos desaparecer. Hubo una
intención manifiesta de aniquilar a ese grupo de disidentes que
tenían distintas siglas. Esto se enmarca en la resolución
por la cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación consideró
procedente la extradición de Ricardo Miguel Cavallo a España
para que se le juzgara por el delito de genocidio."
-¿Qué pasó en Guerrero? Se habla
de que muchos integrantes de los grupos guerrilleros fueron tirados al
mar o enterrados en fosas clandestinas.
-Tenemos muchísimos testimonios de la manera en
que actuó un grupo compuesto por civiles y militares, y que solamente
con la orden del jefe supremo del país pudo haber operado así.
"Poseemos documentos y testimonios que permiten concluir
que hubo una acción diseñada desde el más alto nivel
del Estado para acabar por la vía de la fuerza a grupos enteros,
trasladar a poblaciones enteras, acabar con poblaciones enteras. Que la
imagen del genocidio no sólo se quede en la de Auschwitz, como ejemplo,
porque sería el caso más brutal."
-Pero ocurrieron genocidios en Argentina, Chile, ¿en
México ocurrió lo mismo?, ¿hubo operativos
similares a los que se aplicaron en esos países?
-Con
una diferencia: allá los militares tomaron el poder y diseñaron
el dispositivo de aniquilación. Aquí los civiles siempre
mantuvieron el control del dispositivo de aniquilación.
Enfundado en impecable traje negro, camisa blanca y corbata
negra, el fiscal da respuestas breves, pero contundentes. Por momentos
duda en responder a las preguntas, como si temiera dar a conocer algunos
de los ases que guarda en las 452 averiguaciones previas que se desarrollan
en la Femospp. La entrevista se desarrolla en el patio de su casa.
-¿Hubo gente tirada al mar y fosas clandestinas?
-En el fuero castrense existen testimonios y nosotros
tenemos los propios acerca de esos acontecimientos de brutalidad extrema.
Incluso, hace poco un profesor universitario, Eduardo López Betancourt,
mencionó que hubo arrojamientos al mar. Ese profesor tiene que comparecer
ante la oficina del fiscal.
-¿La fiscalía tiene en Guerrero el peor
escenario de la guerra sucia?
-Sin duda, Guerrero es un estado mártir.
-¿Se produjeron operaciones de desaparición
con capacitación de otras naciones?
-Todavía no lo tenemos muy claro, porque desgraciadamente
hemos solicitado la desclasificación de archivos estadunidenses
y el trámite no ha sido concluido.
-Esto es, ¿no descarta que militares mexicanos
hayan sido entrenados en territorio nacional para este tipo de operaciones?
-No tengo conocimiento ministerial de eso. No tengo esa
información ministerial. Algo se me ha dicho, pero necesitamos investigarlo
a fondo. No lo descarto.
-Se han vertido muchas críticas al trabajo de la
fiscalía. Se ha llegado a decir que su labor es inútil, que
no se ve trabajo, que apenas llevan dos consignaciones, ¿cuál
es su posición?
-Hemos consignado ante jueces federales a dos ex titulares
de la Dirección Federal de Seguridad, lo que equivale a consignar
a las policías políticas de Pinochet, Videla, o a la de cualquier
dictador sudamericano. Han costado un enorme trabajo. No hay que minimizar
eso. Quien diga que sólo estamos para acusar a gente de menor rango
¡lo dice de mala fe!
"Pronto habrá otras consignaciones que involucrarán
a 14 funcionarios estatales que tuvieron fuerte participación en
actos represivos. Además de este trabajo ministerial, a nadie puede
escapar que la tarea del esclarecimiento histórico registra un avance
importante y que sin esa labor no se habría podido descubrir, por
ejemplo, la historia del general Manuel Díaz Escobar, y eso es obra
de la fiscalía.
"Han comparecido siete generales de división, cinco
en calidad de indiciados y dos como testigos; se llevan más de 400
mil fojas de investigación y 450 averiguaciones previas que devendrán
en las acusaciones correspondientes.
"En un Estado democrático de derecho no caben las
exigencias ni las prisas autoritarias del 'me resuelves ahorita'. Eso existía
cuando todo se hacía bajo las órdenes del Presidente. Aquí
se trabaja bajo procedimientos establecidos en la ley, se respetan los
plazos y garantías. Aquí no hay el 'quiero que mañana
se consigne a Luis Echeverría y pasado mañana a José
López Portillo', porque eso sería trabajar bajo la clásica
línea del autoritarismo. A pesar de los pesares y asumiendo el costo,
actuaré con el Código Penal en la mano.
"Si de abril a noviembre de este año hubo un impasse,
fue porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¡esa
espléndida Corte!, emitió una resolución trascendente
y no se puede hablar de que no hay resultados.
"¡Ya sé lo que se quiere!, pero eso se debe
realizar dentro de los marcos democráticos del derecho. Si alguien
quiere que no procedamos así, lo digo desde ahorita: no vamos a
actuar con la pandereta del tiempo fugaz, sobre todo porque algunos comentaristas
o críticos no quieren, a lo mejor, justicia sino espectáculo.
No estamos dispuestos a esto último. Llevaremos a quien tenga responsabilidad
ante los jueces y exigiremos la sanción correspondiente.
"La resolución de la Corte no puede verse como
un resultado menor, porque la fiscalía siempre sostuvo que la privación
ilegal de la libertad es un delito continuado y esa es la puerta para todo
lo demás. ¡Es más importante que 10 consignaciones,
chingá!"
-Hay quienes demandan consignar por genocidio, ¿la
fiscalía apostará por ese camino?
-Claro, el genocidio implica la represión homicida
contra un grupo nacional. Lo dijo la Corte desde el caso Cavallo, genocidio
implica terminar con un grupo nacional, como el de los estudiantes y disidentes
en Argentina, que se opusieron a la dictadura. Aunque en el caso mexicano
no hubo dictadura, sin duda existió un autoritarismo que hizo cosas
similares en 1968, en 1971, a lo largo de los setenta y principios de los
ochenta.
"Hay que abrir eso, es una figura penal de la que echaremos
mano."
-Con el homicidio de Horacio Zacarías Barrientos
Peralta, ¿existe temor de seguir adelante?
-No, pero sí hay preocupación, porque ese
asesinato ocurrió teniendo como víctima a un denunciante
que señala autoridades del estado de Guerrero y federales con una
precisión inigualable en la comisión de actos represivos.
"Horacio Zacarías fue ejemplo de cómo se
llevó al extremo a un ser humano y puso de manifiesto la corrupción
y decadencia que significaron los mecanismos de la guerra sucia.
De ex militante en la guerrilla se le convirtió en desaparecido
político. Se le regresó a la vida pública tras dos
años de cautiverio como informante oficioso, obligándolo
a señalar a compañeros, vecinos y hasta familiares, a fin
de apresurar las detenciones ilegales.
"Existe viva preocupación porque dos hechos aparentemente
desligados se conjugaron en pocas horas: la sustracción a la acción
de la justicia de un represor [Isidro Galeana Abarca, ex comandante de
la Policía Judicial de Guerrero] y la muerte de Barrientos Peralta.
Es una línea de investigación que no debe descartarse de
ninguna manera.
"Barrientos Peralta no estaba a punto de declarar, ya
no tenía, por así decirlo, nada qué decir ante nosotros;
el tramo ministerial estaba acabado. El podía haber sido un testigo
fundamental en el proceso penal, porque era un denunciante que conoció
los entretelones de la guerra sucia, como pocos pudieron conocerlos."
-¿Hasta dónde llegará la fiscalía?
-Hasta donde nos indiquen las responsabilidades. Si hay
responsables serán llevados ante un juez sin excepción de
persona.
-Ante esta situación, ¿qué responsabilidad
tuvieron los ex presidentes, ex secretarios de Gobernación y ex
procuradores?
-Nadie puede decir todavía que está libre
de culpa hasta que el Ministerio Público concluya sus indagatorias.
-¿Qué espera lograr el fiscal en este clima
que parece enrarecido?
-Que se siga considerando este asunto como lo es, cuestión
de Estado y no como asunto policial o ministerial, porque fueron agentes
del Estado los que cometieron atrocidades y los que mediante un plan diseñado,
repito, por las autoridades del Estado, se comportaron de esa manera.
-¿Tiene referencias de que ese plan se hubiera
trazado desde antes de 1970?
-Lo de Tlatelolco es muy claro.
-¿En ese plan hubo conexiones entre militares mexicanos,
estadunidenses y sudamericanos?
-Necesitamos la desclasificación de documentos
estadunidenses. Establecer un nexo de causalidad me parece aventurado;
no lo afirmaría.
-¿Todo fue, entonces, por una política anticomunista?
-No, no todo era anticomunismo.
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