México D.F. Lunes 8 de diciembre de 2003
Aunque yo muera el sistema socialista sobrevivirá,
afirma el mandatario
En Cuba, Fidel y Raúl Castro atajan rumores
sobre su estado de salud
Ausencia pública, porque estoy en labores del
partido: el ministro de las fuerzas armadas
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 7 de diciembre. Entre rumores y hechos
que los alimentaron, el estado de salud del presidente Fidel Castro volvió
a ser tema de conversación en Cuba, esta vez unido a especulaciones
similares sobre el de otros dos altos dirigentes, el segundo hombre al
mando en el país, el general Raúl Castro, y el comandante
Juan Almeida Bosque.
Este fin de semana los tres aludieron a las versiones
que corren de boca en boca dentro del país, a especulaciones con
el tema en Estados Unidos y a algunas de sus ausencias públicas,
catalizadoras de conjeturas.
Fidel Castro, de 77 años; su hermano Raúl,
de 72, y Almeida, de 76, están unidos en la política desde
hace medio siglo y son los únicos jefes de la guerrilla de los años
50 que permanecen en cargos de máximo nivel.
La ausencia pública de los tres, el mes pasado,
desató aquí comentarios sobre sus respectivos estados de
salud, que circularon profusamente entre la población.
El viernes por la tarde, en la localidad de Cárdenas,
160 kilómetros al este de aquí, Fidel Castro dijo en un discurso
que cuando él muera el sistema socialista sobrevivirá, porque
la revolución "no depende de un individuo ni de dos ni de tres".
Castro
se refirió elípticamente a recientes declaraciones de funcionarios
estadunidenses, señalando que "tienen grandes esperanzas de que
esto se resuelva pronto, porque están calculando los segundos de
vida que me quedan".
Tal vez "por eso crean que a los 15 minutos de mi muerte
la revolución se derrumbe", agregó Castro, quien bromeó
con sus posibles "genes de longevidad", en alusión a que su padre,
Angel Castro, murió octogenario.
La atmósfera de expectación sobre la situación
personal del líder cubano se había incubado después
de que Castro desapareció de la vista pública hace un mes,
cuando el viernes 6 de noviembre encabezó una reunión con
empresarios extranjeros.
Aunque siempre pudieron ensayarse algunas explicaciones,
fueron notorias las ausencias del mandatario en la Cumbre Iberoamericana
de Santa Cruz, Bolivia (14 y 15 de noviembre), y en la condecoración
al sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (21 de noviembre).
Según versiones indirectas pero confiables, Castro
encabezó el mes pasado por lo menos dos reuniones privadas con jóvenes
venezolanos que estudian aquí.
A finales de noviembre la prensa y la televisión
reportaron, sin mostrar imágenes, que el mandatario recibió
al director general de la Organización Mundial del Comercio, el
tailandés Supachai Panitchpaki.
Ya en diciembre, el pasado miércoles, Castro habló
ante cientos de estudiantes estadunidenses que visitaron Cuba. La televisión
transmitió escenas del encuentro y el diario oficial Granma publicó
una foto en portada.
La reaparición del jefe de Estado frente a un auditorio
cubano fue el viernes en Cárdenas, donde asistió a la celebración
del décimo cumpleaños del balserito Elián González.
La televisión transmitió el sábado fragmentos de la
jornada y este domingo el discurso completo.
Raúl Castro
Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, primer
vicepresidente del gobierno y del Consejo de Estado y segundo secretario
del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro está ubicado
en el segundo escalón de mando después de su hermano mayor.
En esa estructura, la sucesión del poder pasa por ambos.
Aunque su perfil militar lo ubica en tareas más
reservadas, como segundo jefe del partido único cumple funciones
visibles. Como diputado, Raúl Castro asistió el pasado 25
de octubre a la primera de las dos sesiones anuales de la Asamblea Nacional
del Poder Popular (Parlamento). Después ya no se le vio.
En seis semanas Raúl Castro estuvo fuera de la
escena pública, inclusive en la conmemoración anual de las
fuerzas armadas. El sábado 6 de diciembre encabezó la segunda
conferencia de la Asociación de Combatientes de la Revolución
Cubana, que preside Almeida.
El jefe de las fuerzas armadas leyó una carta en
la que el propio Almeida, vicepresidente del Consejo de Estado, explicó
su ausencia de la reunión por una afección cardiovascular,
de la que se tenía noticia en la calle semanas antes.
Con su presencia en esa reunión, Raúl Castro
envió tácitamente el mensaje de que su desaparición
temporal había concluido.
Este domingo Raúl Castro presidió una ceremonia
militar, al final de la cual bromeó con la más expandida
versión sobre su salud: "Tengo un cáncer en el colon", dijo
a reporteros extranjeros que lo abordaron.
Luego recordó que en 1991, cuando se celebraron
aquí los Juegos Panamericanos, corrió la versión de
que había muerto y estaba embalsamado. "El Partido me ordenó:
aparécete por ahí...", contó Raúl. Fue a un
partido de beisbol y el rumor terminó.
"Ahora estoy medio muerto otra vez", insistió con
la misma sorna el menor de los Castro. Pero a renglón seguido relató
que ha vuelto a subir al pico Turquino, la mayor elevación cubana,
en prenda de su buen estado físico.
Luego, ya en serio, explicó que está dedicado
"a la defensa fundamentalmente, por eso estoy perdido". Sin embargo, matizó
su comentario en esta forma: "El 90 por ciento estoy dedicado al partido".
Raúl Castro subrayó que la mayoría
de sus funciones no son públicas, pero hizo un breve resumen de
su agenda inmediata: a los actos del sábado y el domingo sumará
otra próxima aparición en una Tribuna Abierta (el mitin semanal
de apoyo al gobierno).
"Después me volveré a perder", anticipó
Castro. "Seguiré con mi trabajo y apareceré cuando tenga
que aparecer, pero siempre estaré presente, no se olviden de eso."
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