México D.F. Martes 9 de diciembre de 2003
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Elbazos o albazos para sacar adelante la reforma fiscal
Ante el temor a nuevos impuestos, los comerciantes retiquetan con singular fervor
FALTA UNA SEMANA PARA que concluya el periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados y todo indica que, pañuelo en mano y lágrimas en los ojos, el paquete de "reformas estructurales" promovido por el inquilino de Los Pinos dirá un nuevo adiós -por tercera ocasión- y pasará a formar parte de los deseos incumplidos.
SE PODRIA ESPECULAR que si los esforzados chiquillos de San Lázaro aceptaran la realización de un periodo extraordinario de sesiones, que arrancaría el día 16 del presente mes, las mencionadas "reformas" (energética, fiscal, laboral y demás bellezas) tendrían oportunidad de ver la luz, pero no.
AUN SI ESA FUERA LA disposición de los diputados, la inexistencia de resultados confirmaría la norma y, a cambio, el Congreso sólo podría ofrecer a sus representados un engendro exactamente igual, o peor, al que en materia fiscal y por vía fast track regalaron a los mexicanos en las primeras horas de este 2003, luego de que en el segundo periodo ordinario de sesiones de 2002 no lograron acercar posiciones en la materia. El futuro de las propuestas foxistas, pues, parece estar cancelado, aunque no todos se arredran.
EN MEDIO DEL CADA VEZ más enrarecido ambiente político que priva en el país, algunos voluntariosos personajes -además de la coordinadora que ya no lo es, pero que se aferra a seguir siéndolo- pretenden cabildear la aprobación al vapor de lo que para ellos constituye la más importante de todas las "reformas", es decir, la fiscal.
DICHO SEA DE PASO, en la mesa de discusión existe un sinnúmero de "propuestas" fiscales -cada una autodenominada "reforma"-, cuya única diferencia, en esencia, parece estribar en el porcentaje de IVA que se aplicaría y si éste se causa o no en medicinas y alimentos, circunstancia que las convierte, a todas, en simples herramientas recaudatorias, es decir, lo que se conoce como "miscelánea", sin llegar al fondo del problema.
HASTA DONDE SE SABE, ninguna de esas propuestas plantea fórmulas para combatir la espeluznante evasión fiscal que se observa en el país (50 por ciento según cifras oficiales, aunque algunos especialistas hablan de 70 por ciento), ni mucho menos plantea la necesidad de ampliar el padrón de causantes, perfeccionar el sistema recaudatorio, afinar los mecanismos de vigilancia y combatir la creciente ineficiencia del SAT, entre otros tantos pendientes.
LA EVASION FISCAL NO es un privilegio mexicano. Se estima, por ejemplo, que en Estados Unidos es del orden de 25 por ciento y en algunos países europeos de 10 por ciento. De acuerdo con información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el promedio de recaudación fiscal entre sus países miembros es de 26 por ciento del producto interno bruto; en México sobrepasa el 11 por ciento.
SIN EMBARGO, PARA EL caso que nos ocupa y preocupa, cada punto porcentual de evasión fiscal en México se traduce en una pérdida cercana a los 6 mil millones de pesos, sólo en lo referente a los impuestos sobre la renta y al valor agregado.
LO ANTERIOR PARECE NO ser trascendente para los autores de las múltiples propuestas ("reformas", les llaman) fiscales puestas en el tapete de la discusión. Para ellos la urgencia resulta estrictamente recaudatoria y en esa vía trabajan.
HASTA AHORA, LOS UNICOS motivados por las mencionadas propuestas han sido los comerciantes, quienes se dedican de tiempo completo a practicar su deporte favorito: la retiquetación de precios, en el entendido de que podría autorizarse un nuevo impuesto a productores e intermediarios, "que de ninguna manera repercutiría en el consumidor".
AUN ANTES -INCLUSO mucho antes- de que el Congreso de la Unión se pronuncie por una u otra miscelánea fiscal, los intermediarios se han dado vuelo aumentando precios, especialmente de alimentos y medicinas, con el criterio de siempre: el que retiqueta primero, retiqueta dos veces.
DICHA LOGICA TIENE múltiples seguidores no sólo entre los comerciantes, sino también en la Cámara de Diputados y en el gobierno federal. Por medio de ella, algunos voluntariosos pretenden sacar adelante su "reforma" fiscal, utilizando para ello el viejo truco de los elbazos o los albazos, lo que funcione primero.
TAL SERIA EL CASO DEL presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, el panista Gustavo Madero Muñoz, quien, siguiendo la línea marcada por el presidente Fox, ayer intentó -cuando menos verbalmente- "aprobar los dictámenes de la reforma fiscal y la Ley de Ingresos para 2004... Ya se tienen listos los anteproyectos de las leyes del ISR, IEPS, ISAN y el IVA, del cual existe un catálogo de varias opciones para ser analizadas, que van desde una tasa cero para alimentos y medicinas, hasta una tasa de 10 por ciento" -de acuerdo con un despacho de Notimex-, aunque en los hechos existen propuestas que consideran un impuesto al valor agregado de 15 por ciento (13 puntos porcentuales para la Federación y dos puntos para los estados).
ENTRE LAS PROPUESTAS presentadas está la del propio Madero Muñoz ("impuesto al valor agregado, a la enajenación y a la importación''), que considera "una tasa de entre 7 y 10 por ciento, aplicable a la cadena productiva y sin afectar al consumidor final". El secretario de la Comisión de Hacienda, el priísta Francisco Suárez Dávila -ex subsecretario de Hacienda y uno de los promotores del elbazo-, "avaló estos escenarios y confió en que en las próximas horas se aprueben los dictámenes en materia tributaria".
NO INMOVILES, PERO SI en espera de los resultados, se encuentran los gobernadores asociados a la Conago, a quienes desde hace tres años les han prometido dinero en abundancia -especialmente para obra social-, siempre y cuando avalen el contenido de la "reforma" propuesta desde el centro. A la fecha, sólo la promesa, pero eso sí muy puntuales en sus pronunciamientos, ayer el más reciente: se requiere "consolidar un sistema tributario que cumpla con las necesidades de los estados, municipios y Federación para atender las demandas de la población".
Las rebanadas del pastel:
ASEGURA LA CONCAMIN que más de 10 millones de mexicanos "viven de la piratería", cifra muy similar a los "emprendedores" y "autoempleados" presumidos por el gobierno del cambio [email protected]
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