México D.F. Martes 9 de diciembre de 2003
Tocar cada vez mejor explica la vigencia del
grupo independiente
Celebran con libro del FCE dos décadas de vida
del Cuarteto Latinoamericano
Intentamos que todo público se enamore de la
música de cámara, expresa Arón Bitrán
''No podemos perder el ímpetu y pensar que ya
la hicimos'', advierte el violinista
ANGEL VARGAS
El anhelo de tocar cada vez mejor explica la vigencia
del Cuarteto Latinoamericano durante 20 años, expresa el violinista
Arón Bitrán quien con sus hermanos Alvaro y Saúl,
así como Javier Montiel, integra éste que es señalado
como el ensamble más importante de América Latina en su modalidad.
''En realidad, antes de hablar de todas las giras, los
discos o las comisiones, está el hecho de que cada vez que nos reunimos
para ensayar al final toquemos mejor. Esa es realmente la única
fuerza motriz de nuestro proyecto. A partir de allí viene todo lo
demás", abunda.
Más que referirse a logros específicos de
estas dos décadas de trayectoria -como tocar en los escenarios más
importantes del mundo, entre ellos La Scala de Milán y el Carnegie
Hall, o contar con postulaciones al Grammy-, el músico subraya que
la gran conquista del cuarteto es continuar disfrutando en lo individual
y lo colectivo su trabajo, lo que ha permitido, agrega, ''sobreponernos
a dificultades personales y hacer funcionar, hablando en términos
foxistas, este pequeño changarrito".
Incidencia en el repertorio
La
entrevista con Arón Bitrán es con motivo de la aparición
del libro-homenaje Cuerdas revueltas. Cuarteto Latinoamericano. Veinte
años de música (FCE), de Consuelo Carredano, que mañana
se presenta a las 19 horas.
El violinista destaca que gran parte del repertorio del
grupo ha sido estrenado por éste; lo mismo sucede con las obras
que ha grabado, de las cuales más de 80 por ciento son primeras
grabaciones. También sobresale el hecho de asumir al fallecido director
de orquesta y compositor Eduardo Mata como ''referencia permanente del
cuarteto, sea hablando de aspectos musicales o en una actitud hacia la
música y la vida".
-¿Cómo incide el Cuarteto Latinoamericano
en la música de cámara mexicana?
-Es un género que ha cambiando mucho en estas dos
décadas, para bien. Sería poco modesto decir que jugamos
un papel esencial en eso; pero, sin duda, sí hemos incidido en el
repertorio y otros aspectos. Allí está la cifra de más
de 100 obras escritas para nosotros; centenares de alumnos que han pasado
por nuestras manos; hay 30 discos con repertorio mexicano que no estaba
grabado, y Tambuco, el Quinteto de la Ciudad o el Trío Neos, de
acuerdo con sus palabras, han seguido nuestro ejemplo para mostrar que
la música de cámara es una alternativa real para el músico
mexicano.
''Es triste ver que en el país todavía resulta
muy poca la gente que escucha música de concierto y, dentro de ésta,
aún es menos la que gusta de la de cámara. Cada vez que nos
acercamos a un público intentamos que salga enamorado del género."
-¿Qué han ganado en estos 20 años
y qué han perdido?
-Las cosas ganadas son obvias. El hecho mismo de tocar
durante todo este tiempo para sobrevivir habla por sí solo, así
como tocar cada vez mejor y seguir con proyectos muy interesantes. ¿Qué
se ha perdido? Creo que no mucho, porque, como grupo independiente, si
nos cruzamos de brazos no tenemos chamba. No podemos perder ese ímpetu
y creer que ya la hicimos.
-¿Cómo sobreviven en lo económico?
-Setenta por ciento de nuestro trabajo en México
es, por ejemplo, con el INBA, la UNAM o el CNCA, aunque no tenemos contrato
de planta.
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