BBVA-Bancomer advierte claroscuros en la política económica para el próximo año

El presupuesto próximo, congruente con la meta de estabilidad

ISRAEL RODRIGUEZ

En los lineamientos presentados por el gobierno federal en política económica para 2004 el problema de fondo es la ausencia de una política efectiva que permita reducir la volatilidad y la dependencia de los ingresos petroleros en lugar de una contracción estructural de éstos, consideró el Grupo Financiero BBVA-Bancomer.

Sin embargo, asegura que el proyecto de presupuesto de egresos es congruente con el objetivo de estabilidad y considera, sin reforma fiscal, una reducción del gasto de 1.5 por ciento real, en el que hay oportunidades para mejorar su asignación.

Por ejemplo, los servicios personales aumentarán 4.9 por ciento real pero la inversión pública directa caerá 14.4 por ciento, y aunque se compensará mediante inversión financiada -crecimiento de 28 por ciento real en Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto-, ésta no es la mejor solución porque aumenta la deuda contingente, advierte el intermediario financiero.

"El gobierno debe orientar su esfuerzo a proveer bienes públicos, en lo cual es más eficiente; de lo contrario los recursos nunca serán suficientes y su acción como promotor del desarrollo será limitada".

Con la estimación de 1.1 por ciento de crecimiento para 2003, la expansión promedio del producto interno bruto (PIB) en los últimos tres años será de 0.6 por ciento anual, inferior al crecimiento poblacional de 1.3 por ciento.

En su reciente informe económico destaca que la política fiscal se orientará en 2004 a mantener la estabilidad macroeconómica y en particular la financiera: disminución de 0.3 puntos porcentuales como proporción del PIB en el déficit económico y de 500 millones de dólares en la deuda externa, con gastos ajustados a los ingresos disponibles.

Señala, por otra parte, que una mayor eficiencia en la recaudación está asociada con la equidad, simplicidad y permanencia del marco normativo, factores fundamentales para facilitar el cumplimiento de las obligaciones con bajos costos tanto para el contribuyente como para el recaudador.

En este contexto, las dos directrices señaladas por el gobierno son adecuadas: avanzar en reformas estructurales y consolidar la estabilidad macroeconómica. Las reformas, agrega, deben ser de calidad, generar un marco normativo y estructural moderno y estar orientadas al crecimiento y a la modernización del aparato productivo.

"Sin avances significativos en este campo la productividad y competitividad de la economía mexicana se desfasará respecto a la de nuestros principales competidores", alertó.